Transformers: El despertar de las bestias
2023 

5,3
4.222
Acción. Aventuras. Ciencia ficción. Comedia
En 1994, un par de arqueólogos se ven envueltos en un antiguo conflicto a través de una aventura por todo el mundo que se relaciona con tres facciones de Transformers: los Maximals, los Predacons y los Terrorcons mientras ayudan a Optimus Prime y los Autobots en una guerra para proteger la Tierra ante la llegada de Unicron. (FILMAFFINITY)
15 de enero de 2024
15 de enero de 2024
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Transformers: El Despertar de las Bestias es tan mala que se encuentra al mismo nivel que el de las dos anteriores entregas, es tan mala que la primera película parece una obra maestra en comparación. ¿Pero dónde empezó todo? Lo averiguaremos en esta basura de reseña.
La producción de la película no ha sido muy fácil y eso se ve en el producto final, regrabaciones, malos efectos especiales vistos en los trailers, etc... Todo lo que te puedes esperar en una producción caótica y sin cabeza. La calidad del producto es muy parecida a la última película de Ant-Man y la Avispa, así que ya os esperaréis más o menos lo que se puede esperar. Tengo una teoría, os adelanto que el filme es muy aburrido y la acción es una basura. A lo que quiero llegar, han cortado escenas de acción que se veían horribles y por eso ha salido así. Yo lo dejo caer.
Para comenzar tenemos el guión de esta cosa a la que debemos de llamar película. Una mierda peor de la que caga mi perro cuando tiene diarrea. El ritmo es demasiado veloz y no da tiempo a explicar las cosas con claridad, dejando vacíos argumentales que solamente puedes llenar si eres una persona con mucha imaginación (no es mi caso). La cantidad de conveniencias que tiene esta cosa hace ver a los escritores como un par de vagos que pasaron el Bachiller de arte por el pelo de un calvo. Todo está escrito como el culo, no hacen más que darte escenas de acción porque sí, vacías de valor argumental.
Los personajes son una bazofia, son peores que los secundarios de Marvel, madre de mi vida. El protagonista chupa demasiado de nuestro tiempo sin propósito alguno. Ahora solo imaginaros lo que serán los personajes secundarios si el principal es una completa mierda, efectivamente, unas putas mierdas. La tía es insoportable e irritante, carente de trasfondo y con momentos emotivos sin emoción alguna. En los transformers hay una ligera mejora, Optimus Prime es un copia y pega en todas las películas, pero esta vez le tiene manía a los humanos. Los demás son nuevos, no me importan, salvo Bumblebee, que a mi parecer está bastante desaprovechado a lo largo de la película.
El villano es una completa basura, soy malo porque sí y me gusta conquistar mundos porque me lo dice un ser superior muy poderoso, que por cierto, quiere comer mundos. Se resume en villano genérico nº 33033, sin motivaciones, sin trasfondo, sin carisma, sin nada. Los secundarios son una pocilga, son malos malosos porque lo dice el guión y porque el villano tiene que tener súbditos para que no sea un 7 contra 1. Cabe aclarar que la inclusión de Unicron está hecha como la verga, lo ponen porque si no nadie ve el filme.
En fin, Transformers: El Despertar de las Bestias es una película demasiado aburrida, sin alma y con actuaciones lamentables para variar. Siento que con esta película había una esperanza de redimir esta saga pero se pierde por completo en manos de gente inexperta y vaga. Efectos especiales que no alcanzan el nivel de los hechos en las películas de Michael Bay, pocas escenas de acción, mucho relleno, etc... La recomendación es nula, pero si quieren ver una buena película de Transformers, vean la primera y no esta porquería.
La producción de la película no ha sido muy fácil y eso se ve en el producto final, regrabaciones, malos efectos especiales vistos en los trailers, etc... Todo lo que te puedes esperar en una producción caótica y sin cabeza. La calidad del producto es muy parecida a la última película de Ant-Man y la Avispa, así que ya os esperaréis más o menos lo que se puede esperar. Tengo una teoría, os adelanto que el filme es muy aburrido y la acción es una basura. A lo que quiero llegar, han cortado escenas de acción que se veían horribles y por eso ha salido así. Yo lo dejo caer.
Para comenzar tenemos el guión de esta cosa a la que debemos de llamar película. Una mierda peor de la que caga mi perro cuando tiene diarrea. El ritmo es demasiado veloz y no da tiempo a explicar las cosas con claridad, dejando vacíos argumentales que solamente puedes llenar si eres una persona con mucha imaginación (no es mi caso). La cantidad de conveniencias que tiene esta cosa hace ver a los escritores como un par de vagos que pasaron el Bachiller de arte por el pelo de un calvo. Todo está escrito como el culo, no hacen más que darte escenas de acción porque sí, vacías de valor argumental.
Los personajes son una bazofia, son peores que los secundarios de Marvel, madre de mi vida. El protagonista chupa demasiado de nuestro tiempo sin propósito alguno. Ahora solo imaginaros lo que serán los personajes secundarios si el principal es una completa mierda, efectivamente, unas putas mierdas. La tía es insoportable e irritante, carente de trasfondo y con momentos emotivos sin emoción alguna. En los transformers hay una ligera mejora, Optimus Prime es un copia y pega en todas las películas, pero esta vez le tiene manía a los humanos. Los demás son nuevos, no me importan, salvo Bumblebee, que a mi parecer está bastante desaprovechado a lo largo de la película.
El villano es una completa basura, soy malo porque sí y me gusta conquistar mundos porque me lo dice un ser superior muy poderoso, que por cierto, quiere comer mundos. Se resume en villano genérico nº 33033, sin motivaciones, sin trasfondo, sin carisma, sin nada. Los secundarios son una pocilga, son malos malosos porque lo dice el guión y porque el villano tiene que tener súbditos para que no sea un 7 contra 1. Cabe aclarar que la inclusión de Unicron está hecha como la verga, lo ponen porque si no nadie ve el filme.
En fin, Transformers: El Despertar de las Bestias es una película demasiado aburrida, sin alma y con actuaciones lamentables para variar. Siento que con esta película había una esperanza de redimir esta saga pero se pierde por completo en manos de gente inexperta y vaga. Efectos especiales que no alcanzan el nivel de los hechos en las películas de Michael Bay, pocas escenas de acción, mucho relleno, etc... La recomendación es nula, pero si quieren ver una buena película de Transformers, vean la primera y no esta porquería.
29 de febrero de 2024
29 de febrero de 2024
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No cabe duda que la franquicia de Transformers esta ya mas que caducada. Aquellas primeras películas espectaculares e impactantes, a día de hoy, ya ni sorprenden ni impactan.
Esta es un buen ejemplo de ello. Está bien realizada estéticamente, de eso no hay duda, pero no aporta nada nuevo que la haga interesante.
El guion es muy básico y la historia muy manida. Los actores son nuevos, desconocidos y sin carisma. Todo muy simple solo con intención de pasar un par de horas entretenido, de las que le sobra mas de media hora. Los combates como siempre, curiosos, pero poco más.
Muy flojita. Para que se entretenga los críos de 8 o 9 años. Al resto le va aburrir bastante. Además, adolece de ese tributo que están pagando a los latinos y a la gente de color.
Esta es un buen ejemplo de ello. Está bien realizada estéticamente, de eso no hay duda, pero no aporta nada nuevo que la haga interesante.
El guion es muy básico y la historia muy manida. Los actores son nuevos, desconocidos y sin carisma. Todo muy simple solo con intención de pasar un par de horas entretenido, de las que le sobra mas de media hora. Los combates como siempre, curiosos, pero poco más.
Muy flojita. Para que se entretenga los críos de 8 o 9 años. Al resto le va aburrir bastante. Además, adolece de ese tributo que están pagando a los latinos y a la gente de color.
27 de diciembre de 2024
27 de diciembre de 2024
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Como no es mi primera crítica de una película de la saga Transformers, no es la primera vez que cuento que su llegada a la gran pantalla de la mano de Michael Bay en 2007 me pareció un gran espectáculo, del que por entonces no andábamos sobrados (no existían aún las plataformas de streaming ni los Universos Cinematográficos), pero que no respetaba un producto original cuyos cómics eran bastante serios y bien trabajados, presentando unos serie profundos y complejos que vivían aventuras que daban tanta importancia a la acción como al drama, a las personalidades y a la evolución de los protagonistas. En la primera entrega, la cosa me dolió (más o menos) ya que, por motivos personales, tenía cierto cariño a esos cómics de Transformers, pero pude perdonarlo por la factura general de la cinta de Bay, por el impacto de ver en pantalla unas moles robóticas muy bien hechas (que, para ese momento, suponían toda una revolución) y porque, hasta cierto punto, podía reconocer en la película a los personajes de los cómics en una cinta coherente y bien montada en lo que a las peleas se refería.
Lo que vino a continuación era, en gran medida, previsible: el taquillazo desató la vena circense de Bay y la productora le dio rienda suelta para hacer lo que quisiera sin ceñirse a lore alguno por lo que, a partir de ese momento, ningún chiste era lo bastante malo, ninguna pose o mohín de Megan Fox lo bastante chabacana, ningún personaje estaba lo suficientemente muerto como para no resucitarlo a conveniencia y ninguna explosión estaba lo suficientemente fuera de lugar como para no incluirla en un ‘guion’ del que no no me extrañaría que se fuese rodando sobre la marcha. Lo bueno es que Bay es un tío con suficientes tablas como para lograr adormilar la parte racional de tu cerebro y llevarte a un estado mental de placidez y de aceptación de toda la violencia gratuita que te echen a los ojos. ¿Lo malo? No sé qué coño estoy viendo, los Transformers originales no, desde luego.
Cuesta abajo y sin frenos, mi relación desde entonces con la saga no ha seguido precisamente de entusiasmo. De antemano sé que lo que voy a ver a ser unos robots macarras del espacio haciendo humor fácil y matándose sin más y porque sí y si al final las termino viendo es porque son socorridas para verlas con gente en Navidad o reuniones familiares o porque no me queda otra. La cosa suele seguir este bucle: empiezo a verla sabiendo que me va a decepcionar y con la curiosidad por saber cómo retomarán el hilo (a nivel organizativo la saga es una completa chapuza que no se preocupa de acabar una entrega allanando el camino a la siguiente, por lo que hay que resucitar enemigos o inventar cosas mediante agujeros de guion para mantener viva la llama). Sorprendentemente, por lo general, esa parte es la que mejor se les da y consiguen generar un escenario de partida interesante aunque ensombrecido por las ocurrencias del momento (que si una autobot chica, que si un transformer samurai, que si un robot con inclinaciones ecologistas y género fluido… ) y los topicazos acumulados entre una entrega y la siguiente (que si un robot que pierde aceite, que si un babybot…). Y luego llega la gymkana de robar cualquier macguffin o seguir pistas causando estropicios con los humanos, para terminar con la masacre final en la que SPOILER1. Así que acabo decepcionado hasta la siguiente entrega.
Esta “Transformers: el despertar de las bestias” no es una excepción. Consigo conectar con su delirante historia y su rollo afrofunky sin hacerme demasiadas preguntas ni ofenderme por sus momentos woke (que son bastantes, pero poco relevantes), sólo para terminar encontrarme absolutamente lo puto mismo de siempre: igual de bien hecho que siempre, igual de estúpidamente aceptable de siempre, igual de divertidamente ridículo que siempre… simplemente para acabar igual de decepcionado que siempre. ¿Transformers animales? Bueno, por qué coño no, mientras no escatimen en hostias… Pues eso, lo típico. Reiniciar el bucle y listo, hasta la siguiente entrega que no me llamará la atención pero que terminaré viendo aunque caiga un poco más bajo. Porque sí, no se puede caer más bajo… hasta que encuentras el camino.
Lo que vino a continuación era, en gran medida, previsible: el taquillazo desató la vena circense de Bay y la productora le dio rienda suelta para hacer lo que quisiera sin ceñirse a lore alguno por lo que, a partir de ese momento, ningún chiste era lo bastante malo, ninguna pose o mohín de Megan Fox lo bastante chabacana, ningún personaje estaba lo suficientemente muerto como para no resucitarlo a conveniencia y ninguna explosión estaba lo suficientemente fuera de lugar como para no incluirla en un ‘guion’ del que no no me extrañaría que se fuese rodando sobre la marcha. Lo bueno es que Bay es un tío con suficientes tablas como para lograr adormilar la parte racional de tu cerebro y llevarte a un estado mental de placidez y de aceptación de toda la violencia gratuita que te echen a los ojos. ¿Lo malo? No sé qué coño estoy viendo, los Transformers originales no, desde luego.
Cuesta abajo y sin frenos, mi relación desde entonces con la saga no ha seguido precisamente de entusiasmo. De antemano sé que lo que voy a ver a ser unos robots macarras del espacio haciendo humor fácil y matándose sin más y porque sí y si al final las termino viendo es porque son socorridas para verlas con gente en Navidad o reuniones familiares o porque no me queda otra. La cosa suele seguir este bucle: empiezo a verla sabiendo que me va a decepcionar y con la curiosidad por saber cómo retomarán el hilo (a nivel organizativo la saga es una completa chapuza que no se preocupa de acabar una entrega allanando el camino a la siguiente, por lo que hay que resucitar enemigos o inventar cosas mediante agujeros de guion para mantener viva la llama). Sorprendentemente, por lo general, esa parte es la que mejor se les da y consiguen generar un escenario de partida interesante aunque ensombrecido por las ocurrencias del momento (que si una autobot chica, que si un transformer samurai, que si un robot con inclinaciones ecologistas y género fluido… ) y los topicazos acumulados entre una entrega y la siguiente (que si un robot que pierde aceite, que si un babybot…). Y luego llega la gymkana de robar cualquier macguffin o seguir pistas causando estropicios con los humanos, para terminar con la masacre final en la que SPOILER1. Así que acabo decepcionado hasta la siguiente entrega.
Esta “Transformers: el despertar de las bestias” no es una excepción. Consigo conectar con su delirante historia y su rollo afrofunky sin hacerme demasiadas preguntas ni ofenderme por sus momentos woke (que son bastantes, pero poco relevantes), sólo para terminar encontrarme absolutamente lo puto mismo de siempre: igual de bien hecho que siempre, igual de estúpidamente aceptable de siempre, igual de divertidamente ridículo que siempre… simplemente para acabar igual de decepcionado que siempre. ¿Transformers animales? Bueno, por qué coño no, mientras no escatimen en hostias… Pues eso, lo típico. Reiniciar el bucle y listo, hasta la siguiente entrega que no me llamará la atención pero que terminaré viendo aunque caiga un poco más bajo. Porque sí, no se puede caer más bajo… hasta que encuentras el camino.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
SPOILER1: Ni Bay ni sus secuaces saben rodar escenas creíbles de acción. Da igual lo poderosos que sean los malos ni su superioridad numéricas porque a diez minutos del final, de repente, a los autobots el armamento se les vuelve ultraperforante y la armadura se les hace indestructible, de modo que tras horas y horas de intercambio de golpes y navajazos láser, todos los autobots acaban con sus oponentes sin sufrir baja alguna. Puede que sea lo que quiere el público, pero es un enfoque al que su previsibilidad le quita toda la tensión.
23 de febrero de 2025
23 de febrero de 2025
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En teoría esta es la película base que da lugar a toda la saga de Transformers.
La película es bastante buena a nivel gráfico, las peleas son alucinantes y durante todo el film hay mucha acción y algo que fallaba en las otras películas y han mejorado es que se puede vislumbrar mejor las peleas de los transformers y así se puede disfrutar más.
Si hablamos de la narrativa, cojea un poco... Es un cúmulo de casualidades y ''suerte'' que acaba en una culminación y la mayoría de personajes carecen de personalidad, pasan por la película sin más... El único salvable es el inigualable Optimus Prime y Bumblebee.
Es una película de acción para echar una tarde y que te gustará pero no será lo mejor que has visto.
Me quedo con los últimos 30 minutos de la película que ha sido lo mejor.
La película es bastante buena a nivel gráfico, las peleas son alucinantes y durante todo el film hay mucha acción y algo que fallaba en las otras películas y han mejorado es que se puede vislumbrar mejor las peleas de los transformers y así se puede disfrutar más.
Si hablamos de la narrativa, cojea un poco... Es un cúmulo de casualidades y ''suerte'' que acaba en una culminación y la mayoría de personajes carecen de personalidad, pasan por la película sin más... El único salvable es el inigualable Optimus Prime y Bumblebee.
Es una película de acción para echar una tarde y que te gustará pero no será lo mejor que has visto.
Me quedo con los últimos 30 minutos de la película que ha sido lo mejor.
27 de marzo de 2025
27 de marzo de 2025
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No reinventa nada, pero sí consigue lo que muchas películas del género ni se molestan en intentar: entretener de principio a fin. Transformers: El despertar de las bestias se mueve al ritmo de la acción casi sin pausa, con una energía que no decae y que consigue que las dos horas se pasen volando. Es puro blockbuster, sin complejos.
A diferencia de entregas anteriores, aquí se nota cierta intención de dar algo más de peso emocional. No es que sea una película dramática, ni mucho menos, pero sí tiene algunos momentos tristes que sorprenden por lo bien colocados que están en medio del caos. Y eso, en una saga acostumbrada al ruido por el ruido, se agradece.
Visualmente está al nivel que se espera de una superproducción de este calibre: efectos espectaculares, batallas enormes y una puesta en escena que saca todo el partido a los Transformers. Además, la ambientación noventera y la banda sonora con toques de hip hop añaden personalidad y un punto nostálgico que funciona bastante bien.
¿Es predecible? Por supuesto. ¿Está llena de clichés? También. Pero lo cierto es que funciona. Y parte de eso se debe a un reparto que cumple con creces, con Anthony Ramos y Dominique Fishback aportando humanidad a una historia dominada por máquinas.
Puede que no sea la mejor de la franquicia, pero sí es una de las más equilibradas. Sabe lo que quiere ser y no se anda con rodeos. Acción, espectáculo, y un par de detalles emocionales bien colocados. A veces, eso basta.
A diferencia de entregas anteriores, aquí se nota cierta intención de dar algo más de peso emocional. No es que sea una película dramática, ni mucho menos, pero sí tiene algunos momentos tristes que sorprenden por lo bien colocados que están en medio del caos. Y eso, en una saga acostumbrada al ruido por el ruido, se agradece.
Visualmente está al nivel que se espera de una superproducción de este calibre: efectos espectaculares, batallas enormes y una puesta en escena que saca todo el partido a los Transformers. Además, la ambientación noventera y la banda sonora con toques de hip hop añaden personalidad y un punto nostálgico que funciona bastante bien.
¿Es predecible? Por supuesto. ¿Está llena de clichés? También. Pero lo cierto es que funciona. Y parte de eso se debe a un reparto que cumple con creces, con Anthony Ramos y Dominique Fishback aportando humanidad a una historia dominada por máquinas.
Puede que no sea la mejor de la franquicia, pero sí es una de las más equilibradas. Sabe lo que quiere ser y no se anda con rodeos. Acción, espectáculo, y un par de detalles emocionales bien colocados. A veces, eso basta.
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