Asalto al poder

Tras la extraordinaria tercera parte de las aventuras del policía John McClane, se hicieron otras dos insulsas partes de "Jungla de Cristal (Die Hart)" que hicieron que los seguidores del genial policía se sintieran estafados. Por suerte, en el cine no todo se puede reducir a un nombre. Sí, "Asanlto al Poder" bebe directamente de las tres primeras partes de "Jungla de Cristal" hasta tal punto de tener sospechosas similitudes. Pero también nos ha devuelto una saga que muchos de nosotros añoramos.

En un día aparentemente apacible, un grupo de paramilitares toma la casa blanca. Sin embargo, cuando aprecía que los asaltantes habían cogido al presidente estadounidense, un valiente visitante consigue rescatarle. A partir de entonces, ambos recorreran los escodrijos más ocultos de la mansión presidencial tratando de sobrevivir y de estropear las intenciones de los asaltantes.

El largometraje nos presenta un estilo muy parecido al que hizo famoso a John McClane: un tipo atrapado en un edificio plantándole cara a unos asaltantes que tienen entre sus rehenes a un familiar. En este caso, además, se nos presenta una intriga política de forma ligera, pero con un interesante espíritu de autocrítica hacía el sistema político norteamericano.

Sus virtudes. Las mismas que "Jungla de Cristal" y sus retazos de espíritu crítico. Sus defectos. Todas aquellas personas que no valoran una película por lo que es.

En cuanto a los intérpretes, destacar a un Jamie Foxx que humaniza perfectamente al llamado hombre más poderoso del mundo. También el trabajo de Maggie Gyllenhaal y de los antagonistas. Sin embargo, la sombra de Bruce Willis es demasiado alargada para un Channing Tatum que no termina de dar la talla.

Dame un personaje amargado y con historia triste o sufrida al que convertir en héroe de manera casual para que se revindique como tal. Dame una sarta de gerifaltes variados donde hay siempre uno bueno, buenísimo y, otro del que recelar desde el minuto 1. Dame un par de personajes chistosos y, otro par de malos, malotes; pa compensar... Dame efectos especiales de relleno porque hay que estirar al menos hasta la hora y cuarto. Dame un par de escenas de lagrimilla patriótica y/o sentimentaloide. Dame una niña o niño para que, se sazone con ternura la ensalada. RESULTADO: una de Emmerich. Ni buena ni mala. Para ver mientras, a la vez, ojeas tu facebook o te whasapeas con amigos. Si te pierdes alguna escena... do not worry! Enseguida le coges el hilo de nuevo. Tranquilo.

O sea, como la mayor parte de la películas de acción que se ruedan ahora: tantos disparos, carreras y explosiones ocultan cualquier sombra de argumento o de personajes. Si quieren ver la intriga de un golpe de estado, mejor opten por "Siete días de mayo" (1964) o la película homónima (sin ninguna relación) de 1978

Otra película más ensalzando el patriotismo, ese tópico tan manido entre los norteamericanos. Una vez más, el servicio secreto que tanto falló en el pasado con los magnicidios de varios presidentes en la vida real, incluso con la intrusión no hace mucho de algún periodista y algún curioso durante el mandato de Obama.

Mucha acción, muchas balas gastadas, y muy poca sustancia gris en este thriller de acción, que por el espectáculo visual se merece el aprobado, un 5 en mi opinión.

Evidentemente cuando ves una peli como esta, un telefilm aquilatado, sabes a lo que estás. Soy sincero. Aún así, es mala, con esos fallos absurdos que dan vergüenza ajena simplemente para que encaje la escena siguiente.
Una copia mala, pero que muy mala, de la Jungla de Cristal, empoderada con exaltación de "América, ese gran país".

(Spoiler)