Gladiator II
5,7
20.262
Acción. Aventuras. Drama
Dieciséis años después de la muerte de Marco Aurelio, Roma está gobernada por los despiadados emperadores gemelos Geta y Caracalla. El nieto de Aurelio, Lucio Vero, vive bajo el seudónimo de Hanno con su esposa Arishat en el reino norteafricano de Numidia. El ejército romano dirigido por el general Acacio invade y conquista el reino, esclavizando a Lucio junto con otros supervivientes. Los esclavos son llevados a Ostia, donde Lucio es ... [+]
12 de noviembre de 2024
12 de noviembre de 2024
36 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el año 2000, Gladiator se estrenó como una revolución del cine épico e histórico. Ridley Scott llevó a la gran pantalla la historia de Máximo, un general romano traicionado que termina luchando en la arena como gladiador para vengar la muerte de su familia. La cinta no solo consolidó a Russell Crowe como una estrella de primer nivel, sino que también revitalizó el género épico y entregó uno de los finales más icónicos del cine moderno. Este desenlace parecía cerrar de manera definitiva la historia de Máximo, con una conclusión tan catártica como conmovedora, dejando una huella que difícilmente podría superarse.
Sin embargo, dos décadas después, Ridley Scott regresa con Gladiator 2, enfrentándose a una ardua tarea: ampliar un universo que parecía cerrado y a la vez satisfacer las altas expectativas de los fanáticos. Desde su anuncio, la secuela dividió opiniones: algunos anhelaban regresar a la arena de Roma, mientras otros temían que esta nueva entrega solo diluyera la grandeza de la original. Afortunadamente, Scott ha sabido encontrar un equilibrio, entregando una película que, aunque inferior a la primera, resulta ser una secuela digna y entretenida. Gladiator 2 quizás no alcanza la misma altura que su predecesora, pero es una experiencia que merece ser vista, especialmente por los admiradores de la épica romana.
Mención de honor para los actores
Uno de los aspectos más destacados de Gladiator 2 es, sin duda, su elenco. Los actores encumbran el guion con interpretaciones llenas de fuerza y carisma, aportando una dimensión que mantiene viva la esencia del original. Denzel Washington se luce en un rol que recuerda a las intrigas y traiciones de los mejores tiempos de Juego de Tronos, aportando una intensidad dramática que eleva cada escena en la que aparece.
Paul Mescal, quien interpreta al personaje protagonista, demuestra una entrega absoluta, encarnando a un personaje atrapado en el legado de Máximo sin caer en la mera imitación. Por su parte, Connie Nielsen retoma su papel y añade una profundidad que otorga continuidad emocional a la historia.
No puedo olvidarme de Pedro Pascal, Joseph Quinn… Todos los actores saben a qué película están honrando y se nota.
Lo mejor de Gladiator 2
Gladiator 2 apuesta por la acción, la violencia y unos efectos especiales impactantes. La película sacrifica algo de la épica reflexiva de la original, en favor de una narrativa más dinámica y frenética, que permite mantener el ritmo durante sus más de dos horas de duración.
Esto hace que no tengamos momentos tan recordados como el discurso de Maximo en la arena del Coliseo, pero a cambio tenemos escenas de acción sorprendentes y muy entretenidas. Cada uno ya debe decidir que prefiere a la hora de ver una película basada en la antigua Roma.
A pesar de algunas licencias argumentales, se las arreglan para construir una historia creíble que sigue las consecuencias de la muerte de Máximo. Quizás no todo sea completamente sólido, pero logran convencer, recordándonos que en la Antigua Roma el “final feliz” era un concepto tan raro como la paz duradera. En Gladiator 2, la acción y la violencia están al frente, y aunque el guion carezca de la misma profundidad de la original, nos asegura un espectáculo que fluye rápido y con fuerza.
Lo peor de Gladiator 2
Sin embargo, Gladiator 2 también tiene sus limitaciones. La música, por ejemplo, es un aspecto en el que la comparación con la original resulta inevitable. La banda sonora de Hans Zimmer en la primera película es un clásico indiscutible, y la nueva entrega intenta mantenerse fiel al sonido épico, con algunos retoques, pero sin alcanzar la grandeza del original. Las nuevas piezas musicales no logran captar la misma esencia ni se quedan en la memoria del espectador de la misma manera, un detalle que, aunque menor, es notable en una saga cuyo primer capítulo nos dejó momentos auditivos imborrables.
Otro punto débil es la falta de escenas tan memorables como las de la primera. Gladiator nos regaló momentos icónicos que han perdurado en la cultura popular, mientras que esta secuela, aunque técnicamente impresionante, se enfoca más en la acción y pierde algo de la mística de su predecesora. Aunque este enfoque no desentona del todo, la película carece de la profundidad emocional de la original. Y aunque las referencias a la primera parte añaden cohesión, el uso excesivo de ellas puede dar la sensación de que la secuela depende en exceso de los grandes momentos que se crearon en la primera película.
El desenlace es otro aspecto a tener en cuenta. Scott ha optado por un final distinto al de la primera, consciente de que no podía replicar la emotividad que nos dejó la muerte de Maximo. Gladiator 2 opta por un cierre más convencional y, aunque efectivo, es también predecible. A lo largo de la película, la trama conduce de manera clara hacia un desenlace que más o menos ya nos hemos imaginado, con alguna pequeña sorpresa y eso le resta mucho valor.
Al menos la trama si logra sorprendernos en el ecuador de la historia, con algunos momentos que nos recuerdan irremediablemente a la primera película, pero lo suficientemente distintos para que mientras disfrutamos de ella no pensemos en que esto ya lo hemos visto.
Te gustará Gladiator 2 si
Si disfrutaste de la primera película y quieres seguir viendo a gladiadores luchando por su vida, esta historia no te va a defraudar.
También te gustará si disfrutas del cine épico, lleno de batallas espectaculares y tramas complejas de poder.
Los amantes de las películas históricas encontrarán en esta secuela una aventura visualmente impactante, con una dosis de violencia que no escatima en detalles. Aunque no tiene la misma profundidad que la original, es un espectáculo que cumple con el objetivo de entretener y pasar un rato divertido en el cine.
Sin embargo, dos décadas después, Ridley Scott regresa con Gladiator 2, enfrentándose a una ardua tarea: ampliar un universo que parecía cerrado y a la vez satisfacer las altas expectativas de los fanáticos. Desde su anuncio, la secuela dividió opiniones: algunos anhelaban regresar a la arena de Roma, mientras otros temían que esta nueva entrega solo diluyera la grandeza de la original. Afortunadamente, Scott ha sabido encontrar un equilibrio, entregando una película que, aunque inferior a la primera, resulta ser una secuela digna y entretenida. Gladiator 2 quizás no alcanza la misma altura que su predecesora, pero es una experiencia que merece ser vista, especialmente por los admiradores de la épica romana.
Mención de honor para los actores
Uno de los aspectos más destacados de Gladiator 2 es, sin duda, su elenco. Los actores encumbran el guion con interpretaciones llenas de fuerza y carisma, aportando una dimensión que mantiene viva la esencia del original. Denzel Washington se luce en un rol que recuerda a las intrigas y traiciones de los mejores tiempos de Juego de Tronos, aportando una intensidad dramática que eleva cada escena en la que aparece.
Paul Mescal, quien interpreta al personaje protagonista, demuestra una entrega absoluta, encarnando a un personaje atrapado en el legado de Máximo sin caer en la mera imitación. Por su parte, Connie Nielsen retoma su papel y añade una profundidad que otorga continuidad emocional a la historia.
No puedo olvidarme de Pedro Pascal, Joseph Quinn… Todos los actores saben a qué película están honrando y se nota.
Lo mejor de Gladiator 2
Gladiator 2 apuesta por la acción, la violencia y unos efectos especiales impactantes. La película sacrifica algo de la épica reflexiva de la original, en favor de una narrativa más dinámica y frenética, que permite mantener el ritmo durante sus más de dos horas de duración.
Esto hace que no tengamos momentos tan recordados como el discurso de Maximo en la arena del Coliseo, pero a cambio tenemos escenas de acción sorprendentes y muy entretenidas. Cada uno ya debe decidir que prefiere a la hora de ver una película basada en la antigua Roma.
A pesar de algunas licencias argumentales, se las arreglan para construir una historia creíble que sigue las consecuencias de la muerte de Máximo. Quizás no todo sea completamente sólido, pero logran convencer, recordándonos que en la Antigua Roma el “final feliz” era un concepto tan raro como la paz duradera. En Gladiator 2, la acción y la violencia están al frente, y aunque el guion carezca de la misma profundidad de la original, nos asegura un espectáculo que fluye rápido y con fuerza.
Lo peor de Gladiator 2
Sin embargo, Gladiator 2 también tiene sus limitaciones. La música, por ejemplo, es un aspecto en el que la comparación con la original resulta inevitable. La banda sonora de Hans Zimmer en la primera película es un clásico indiscutible, y la nueva entrega intenta mantenerse fiel al sonido épico, con algunos retoques, pero sin alcanzar la grandeza del original. Las nuevas piezas musicales no logran captar la misma esencia ni se quedan en la memoria del espectador de la misma manera, un detalle que, aunque menor, es notable en una saga cuyo primer capítulo nos dejó momentos auditivos imborrables.
Otro punto débil es la falta de escenas tan memorables como las de la primera. Gladiator nos regaló momentos icónicos que han perdurado en la cultura popular, mientras que esta secuela, aunque técnicamente impresionante, se enfoca más en la acción y pierde algo de la mística de su predecesora. Aunque este enfoque no desentona del todo, la película carece de la profundidad emocional de la original. Y aunque las referencias a la primera parte añaden cohesión, el uso excesivo de ellas puede dar la sensación de que la secuela depende en exceso de los grandes momentos que se crearon en la primera película.
El desenlace es otro aspecto a tener en cuenta. Scott ha optado por un final distinto al de la primera, consciente de que no podía replicar la emotividad que nos dejó la muerte de Maximo. Gladiator 2 opta por un cierre más convencional y, aunque efectivo, es también predecible. A lo largo de la película, la trama conduce de manera clara hacia un desenlace que más o menos ya nos hemos imaginado, con alguna pequeña sorpresa y eso le resta mucho valor.
Al menos la trama si logra sorprendernos en el ecuador de la historia, con algunos momentos que nos recuerdan irremediablemente a la primera película, pero lo suficientemente distintos para que mientras disfrutamos de ella no pensemos en que esto ya lo hemos visto.
Te gustará Gladiator 2 si
Si disfrutaste de la primera película y quieres seguir viendo a gladiadores luchando por su vida, esta historia no te va a defraudar.
También te gustará si disfrutas del cine épico, lleno de batallas espectaculares y tramas complejas de poder.
Los amantes de las películas históricas encontrarán en esta secuela una aventura visualmente impactante, con una dosis de violencia que no escatima en detalles. Aunque no tiene la misma profundidad que la original, es un espectáculo que cumple con el objetivo de entretener y pasar un rato divertido en el cine.
15 de noviembre de 2024
15 de noviembre de 2024
23 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gladiador II es cine muy de nuestros tiempos: posmoderno (el fracaso de la modernidad).
Porque dan igual los anacronismos y la verosimilitud (¿tiburones en el Coliseo? ¿batallas y luchas más allá de los límites físicos? ¿un hombre leyendo un diario impreso?) ni tampoco le interesa exponer o recordar el ethos de la época del Imperio Romano (¿alguien leyó La Iliada? por ejemplo).
Ok.: La idea no es solo recuperar los costos de esta megaproducción, sino ganar plata, ojalá harta plata, aunque dé lo mismo con qué calidad de producto.
Pero sería bueno que en adelante fueran más explícitos sobre esto el director o el estudio, en vez de adornar con ínfulas grandilocuentes, épicas, y de lirismo barato, un film que es solo, como dirían los viejos, "de matiné", para pasar la tarde.
Esta cinta es solo un show/película (pan y circo) para divertimento vacuo, y con un tratamiento más que de película de acción, como de película de acción de superhéroes de Marvel. Apunta a ese tipo de espectadores.
No es una película histórica.
Gladiador II tal vez pueda ser entretenida para una parte del público, pero en ningún caso es una buena película.
Porque dan igual los anacronismos y la verosimilitud (¿tiburones en el Coliseo? ¿batallas y luchas más allá de los límites físicos? ¿un hombre leyendo un diario impreso?) ni tampoco le interesa exponer o recordar el ethos de la época del Imperio Romano (¿alguien leyó La Iliada? por ejemplo).
Ok.: La idea no es solo recuperar los costos de esta megaproducción, sino ganar plata, ojalá harta plata, aunque dé lo mismo con qué calidad de producto.
Pero sería bueno que en adelante fueran más explícitos sobre esto el director o el estudio, en vez de adornar con ínfulas grandilocuentes, épicas, y de lirismo barato, un film que es solo, como dirían los viejos, "de matiné", para pasar la tarde.
Esta cinta es solo un show/película (pan y circo) para divertimento vacuo, y con un tratamiento más que de película de acción, como de película de acción de superhéroes de Marvel. Apunta a ese tipo de espectadores.
No es una película histórica.
Gladiador II tal vez pueda ser entretenida para una parte del público, pero en ningún caso es una buena película.
16 de noviembre de 2024
16 de noviembre de 2024
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vista en los Cines Príncipe Pío
La maquinaria de prensa, marketing y promoción del gran Hollywood, es la verdadera IA. Pues nos han venido de una manera el producto que a la gran mayoría, incrédulos de nosotros, creía que veríamos un gran producto de masas, y sí es un producto de masas, obvio, pero de grande no tiene absolutamente nada.
Cuanto antes aceptemos que Ridley Scott jamás volveré a ser el de Alien y Blane Runner, menos frustraciones nos llevaremos.
Pero lo hacen de una manera para que sintamos en nuestra subconsciente que la gente habrá maravillada de la película, y el largometraje es un constante despropósito una tras otros, sin descanso.
Ecos de sirena habían dicho de tal actor que era favorito para el Oscar por esta película, que bien hacen que podamos creer esto, es más, es posible que lo sea, lo que representa a la perfección en lo que también se ha convertido la ceremonia de los Oscars.
Lo mejor de la película: su Marketing, nos engañan y los creemos firmemente.
Lo peor: Podría ser una película más del cajón exceso de Netflix, sin interés en el guión, ni en la dirección, ni en la interpretación, alguna jefatura técnica se puede salvar.
Recomendación: allá tú lo que haces con tu dinero, pero mira otra opción de la cartelera.
La maquinaria de prensa, marketing y promoción del gran Hollywood, es la verdadera IA. Pues nos han venido de una manera el producto que a la gran mayoría, incrédulos de nosotros, creía que veríamos un gran producto de masas, y sí es un producto de masas, obvio, pero de grande no tiene absolutamente nada.
Cuanto antes aceptemos que Ridley Scott jamás volveré a ser el de Alien y Blane Runner, menos frustraciones nos llevaremos.
Pero lo hacen de una manera para que sintamos en nuestra subconsciente que la gente habrá maravillada de la película, y el largometraje es un constante despropósito una tras otros, sin descanso.
Ecos de sirena habían dicho de tal actor que era favorito para el Oscar por esta película, que bien hacen que podamos creer esto, es más, es posible que lo sea, lo que representa a la perfección en lo que también se ha convertido la ceremonia de los Oscars.
Lo mejor de la película: su Marketing, nos engañan y los creemos firmemente.
Lo peor: Podría ser una película más del cajón exceso de Netflix, sin interés en el guión, ni en la dirección, ni en la interpretación, alguna jefatura técnica se puede salvar.
Recomendación: allá tú lo que haces con tu dinero, pero mira otra opción de la cartelera.
19 de diciembre de 2024
19 de diciembre de 2024
21 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo sé, todos vamos a morir. Pero después de ver Gladiator II, creo que he muerto, resucitado, y vuelto a morir de vergüenza ajena. El guion de esta película parece haber sido pescado de las cloacas de Roma y reescrito por un grupo de senadores borrachos. Honestamente, tenía las expectativas más bajas que el ego de un gladiador después de ser derrotado por un pollo. Y aun así, salgo del cine sintiéndome más violado que las fronteras del Imperio Romano por los bárbaros. Esto ya no es una falta de rigor histórico, es un atentado contra las bases más elementales de contar una historia. Da igual que se trate de un libro, un poema, una canción o una película: aquí no se cuenta NADA.
El abofeteo al que se somete a cualquiera con un mínimo de cariño por la gran Gladiator de Máximo Décimo Meridio es tan brutal que ni las máximas de Marco Aurelio pueden consolarme. ¡Y mira que el buen Marco sabía de estoicismo! Es como si Ridley Scott hubiera decidido hacer un harakiri a su propia obra maestra y dejar una legión de admiradores traumatizados hasta el día en que deban reunirse con Máximo en los Campos Elíseos.
No sé ni por dónde empezar, amigos. No suelo escribir reseñas aquí; de hecho, esta es solo la segunda en más de 15 años. Así que vaya por delante mi disculpa por lo caótico de esta reseña, pero necesito desfogarme. Esto es un despropósito tan absoluto que mis amigos y yo no podíamos dejar de reírnos en el cine, una risa nerviosa empapada de asco, vergüenza e incredulidad. De todas las películas que he visto en mi vida jamás he presenciado algo peor que Gladiator II. Hay películas malas y con bajo presupuesto, como esas joyas de Serie Z que al menos te hacen reír. Hay películas malas que pasan ni pena ni gloria y se olvidan pronto. Y luego está este insulto cinematográfico que no solo escupe al espectador, sino que profana el legado de una película que, a partir de hoy, quedará manchada por esta aberración.
Voy a descargarme a gusto en la zona de spoilers, pero aquí os adelanto que el guion es un refrito de la primera, con un arco argumentativo similar, pero consigue estropear en cada fase lo que se hizo bien hace casi un cuarto de siglo, como si hubieran encontrado el manual "Cómo arruinar una secuela en 10 fáciles pasos" y lo hubieran seguido al pie de la letra. ¿Empatizar con los personajes? Imposible. ¿Disfrutar de los efectos especiales? Todos los animales son CGI tan malo que hasta aparece un tigre tan deforme que parece el hijo bastardo de un gato callejero y un jabalí con problemas de tiroides.
Y los diálogos... ay, los diálogos. Son una combinación tan nefasta entre ChatGPT-3 (sí, el 3, porque ni para el 4 daba) y los peores guionistas de la industria, que hace que las conversaciones de "Los anillos de poder" parezcan obra de Shakespeare.
El abofeteo al que se somete a cualquiera con un mínimo de cariño por la gran Gladiator de Máximo Décimo Meridio es tan brutal que ni las máximas de Marco Aurelio pueden consolarme. ¡Y mira que el buen Marco sabía de estoicismo! Es como si Ridley Scott hubiera decidido hacer un harakiri a su propia obra maestra y dejar una legión de admiradores traumatizados hasta el día en que deban reunirse con Máximo en los Campos Elíseos.
No sé ni por dónde empezar, amigos. No suelo escribir reseñas aquí; de hecho, esta es solo la segunda en más de 15 años. Así que vaya por delante mi disculpa por lo caótico de esta reseña, pero necesito desfogarme. Esto es un despropósito tan absoluto que mis amigos y yo no podíamos dejar de reírnos en el cine, una risa nerviosa empapada de asco, vergüenza e incredulidad. De todas las películas que he visto en mi vida jamás he presenciado algo peor que Gladiator II. Hay películas malas y con bajo presupuesto, como esas joyas de Serie Z que al menos te hacen reír. Hay películas malas que pasan ni pena ni gloria y se olvidan pronto. Y luego está este insulto cinematográfico que no solo escupe al espectador, sino que profana el legado de una película que, a partir de hoy, quedará manchada por esta aberración.
Voy a descargarme a gusto en la zona de spoilers, pero aquí os adelanto que el guion es un refrito de la primera, con un arco argumentativo similar, pero consigue estropear en cada fase lo que se hizo bien hace casi un cuarto de siglo, como si hubieran encontrado el manual "Cómo arruinar una secuela en 10 fáciles pasos" y lo hubieran seguido al pie de la letra. ¿Empatizar con los personajes? Imposible. ¿Disfrutar de los efectos especiales? Todos los animales son CGI tan malo que hasta aparece un tigre tan deforme que parece el hijo bastardo de un gato callejero y un jabalí con problemas de tiroides.
Y los diálogos... ay, los diálogos. Son una combinación tan nefasta entre ChatGPT-3 (sí, el 3, porque ni para el 4 daba) y los peores guionistas de la industria, que hace que las conversaciones de "Los anillos de poder" parezcan obra de Shakespeare.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- Gladiator II arranca con una batalla CGI en una "Numidia" que queda muy cool pero de la que no se nos explica nada. Nuestro prota y su mujer (una Xena numidiana, porque la igualdad llegó antes a África que a Roma) luchan codo con codo. ¿Estrategia militar de los romanos? Prender fuego a bordo de los barcos (altamente inflamables) para atacar muros de piedra. BRAVO. En fin, esto es Hollywood y nos la pela, queda molón y el rigor histórico o el sentido común más elemental han de ser sacrificados en favor de explosiones dignas de misiles y obuses.
- Pero espera, que esto era solo el aperitivo. Pronto nos presentan a unos babuinos-perros-cancerberos salidos de las pesadillas de un diseñador gráfico con delirium tremens. Y como guinda del pastel, los gladiadores imitan después de esa pelea los sonidos de los babuinos porque el prota ha mordido a uno. ¡Qué jolgorio! ¡Qué alegría! En ese preciso instante mi alma ha decidido abandonar la sala de cine por puro instinto de conservación.
- Las escenas calcadas del original son tan abundantes que parece un "best of" en versión cutre. ¿Decapitaciones con espadas cruzadas? Check. ¿Frases repetidas hasta la náusea? Double check. ¿"Lo que hacemos en esta vida tiene su eco en la eternidad" inscrito EN INGLÉS en los sótanos del Coliseo? ¡Bingo!
- Connie Nielsen aparece con un rostro tan estirado, infiltrado y retocado que me resulta imposible conectar con ella. Su interpretación, otrora maravillosa, ahora provoca más repulsa que las sobras de un banquete de Nerón. Cada close-up es un recordatorio doloroso de que ni siquiera los dioses del Olimpo pueden detener el paso del tiempo y, ya de paso, borrar toda virtud actoral.
- El rinoceronte: responde como el mejor de los caballos a los comandos de su jinete... pero acaba estampándose contra un muro por unas partículas de polvo. Venga, compremos que el rinoceronte es tonto e impulsivo, ¿pero por qué no decide pararle el jinete cuando ve a leguas lo que trama el prota? Ave, Caesar, morituri te salutant.
- No olvidemos a un Geta y un Caracalla más propios de un desfile del Orgullo que del Imperio Romano, a los tiburones en el Coliseo, y a los pájaros-fake que parecen sacados de un videojuego de los 90 en una escena que transcurre en la domus de la amiga Connie-Leticia Sabater.
- El arco del protagonista es una montaña rusa de incoherencias que haría marearse a nuestros políticos actuales. Pasa de querer destruir Roma a ser su salvador. Y de alguna manera, todos le creen. Los otros gladiadores, el pueblo, el ejército romano: todos se rinden en masa ante su relato (cuatro frases hechas sobre la grandeza perdida de Roma). De repudiar a su madre a amarla, de odiar a Roma a ser el orgulloso nieto de Marco Aurelio, el hijo de Máximo Décimo Meridio, y desear el regreso de LA ROMA SOÑADA. ¿Le seguirán todos por su irresistible encanto de gladiador recién bañado en sangre de babuino?
- EL SUEÑO de Marco Aurelio: MAKE ROMAN GREAT AGAIN. ¡Claro que sí, joder! FUCK YEAH!!! Cada vez que alguien abre la boca en esta película, la verborrea es tan estrepitosamente vomitiva que me hace añorar el cine mudo. Qué insoportables concatenaciones de palabras sin sustancia y sin sentido.
- La armadura de Máximo parece estar hecha de una aleación de adamantium y mithril. Imperforable, oiga. Talla universal y unisex, por cierto: le queda tan ajustadita al hijo como al padre.
- Cuando creías que la película no podía ser más predecible, va la madre y recibe un flechazo en el MISMO PUTO SITIO que la Xena numidiana. ¿Casualidad? No, amigos, esto es el colmo del "ctrl+C, ctrl+V" cinematográfico.
En resumen, Gladiator II es a la primera parte lo que una ensalada de lechuga pasada es a un banquete romano: una pálida, triste y nauseabunda imitación que te deja con mal sabor de boca y ganas de vomitar.
Termino la peli con la sensación de que me han atravesado más flechas que a Leónidas en las Termópilas y a Pedro Pascal juntos.Ridley, por favor, ten piedad y retírate.
- Pero espera, que esto era solo el aperitivo. Pronto nos presentan a unos babuinos-perros-cancerberos salidos de las pesadillas de un diseñador gráfico con delirium tremens. Y como guinda del pastel, los gladiadores imitan después de esa pelea los sonidos de los babuinos porque el prota ha mordido a uno. ¡Qué jolgorio! ¡Qué alegría! En ese preciso instante mi alma ha decidido abandonar la sala de cine por puro instinto de conservación.
- Las escenas calcadas del original son tan abundantes que parece un "best of" en versión cutre. ¿Decapitaciones con espadas cruzadas? Check. ¿Frases repetidas hasta la náusea? Double check. ¿"Lo que hacemos en esta vida tiene su eco en la eternidad" inscrito EN INGLÉS en los sótanos del Coliseo? ¡Bingo!
- Connie Nielsen aparece con un rostro tan estirado, infiltrado y retocado que me resulta imposible conectar con ella. Su interpretación, otrora maravillosa, ahora provoca más repulsa que las sobras de un banquete de Nerón. Cada close-up es un recordatorio doloroso de que ni siquiera los dioses del Olimpo pueden detener el paso del tiempo y, ya de paso, borrar toda virtud actoral.
- El rinoceronte: responde como el mejor de los caballos a los comandos de su jinete... pero acaba estampándose contra un muro por unas partículas de polvo. Venga, compremos que el rinoceronte es tonto e impulsivo, ¿pero por qué no decide pararle el jinete cuando ve a leguas lo que trama el prota? Ave, Caesar, morituri te salutant.
- No olvidemos a un Geta y un Caracalla más propios de un desfile del Orgullo que del Imperio Romano, a los tiburones en el Coliseo, y a los pájaros-fake que parecen sacados de un videojuego de los 90 en una escena que transcurre en la domus de la amiga Connie-Leticia Sabater.
- El arco del protagonista es una montaña rusa de incoherencias que haría marearse a nuestros políticos actuales. Pasa de querer destruir Roma a ser su salvador. Y de alguna manera, todos le creen. Los otros gladiadores, el pueblo, el ejército romano: todos se rinden en masa ante su relato (cuatro frases hechas sobre la grandeza perdida de Roma). De repudiar a su madre a amarla, de odiar a Roma a ser el orgulloso nieto de Marco Aurelio, el hijo de Máximo Décimo Meridio, y desear el regreso de LA ROMA SOÑADA. ¿Le seguirán todos por su irresistible encanto de gladiador recién bañado en sangre de babuino?
- EL SUEÑO de Marco Aurelio: MAKE ROMAN GREAT AGAIN. ¡Claro que sí, joder! FUCK YEAH!!! Cada vez que alguien abre la boca en esta película, la verborrea es tan estrepitosamente vomitiva que me hace añorar el cine mudo. Qué insoportables concatenaciones de palabras sin sustancia y sin sentido.
- La armadura de Máximo parece estar hecha de una aleación de adamantium y mithril. Imperforable, oiga. Talla universal y unisex, por cierto: le queda tan ajustadita al hijo como al padre.
- Cuando creías que la película no podía ser más predecible, va la madre y recibe un flechazo en el MISMO PUTO SITIO que la Xena numidiana. ¿Casualidad? No, amigos, esto es el colmo del "ctrl+C, ctrl+V" cinematográfico.
En resumen, Gladiator II es a la primera parte lo que una ensalada de lechuga pasada es a un banquete romano: una pálida, triste y nauseabunda imitación que te deja con mal sabor de boca y ganas de vomitar.
Termino la peli con la sensación de que me han atravesado más flechas que a Leónidas en las Termópilas y a Pedro Pascal juntos.Ridley, por favor, ten piedad y retírate.
8 de diciembre de 2024
8 de diciembre de 2024
16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Iba con las expectativas bajas pero no podía imaginar semejante bodrio de un director como Ridley Scott. Porque de verdad, que es muy mala. Ni siquiera se han currado una batalla algo épica, a ratos parece una telenovela turca, algunas escenas parecen de un telefilme, el protagonista no tiene carisma ninguno (¿por qué el reparto lo encabezan dos actores que hacen de secundarios y nos plantan de protagonista al primo de zumosol descafeinado?), disparates de guión constantes, batallas que ya que se pone a meter tiburones en el coliseo podrían haber hecho algo más (y lo mismo digo del rinoceronte y los babuinos hormonados), esos momentos en el que nos explican la conspiración por si somos tan tontos que no lo habíamos pillado con diálogos muy pero que muy ridículos.... Es que no se salva nada!!
Y la gente que le da un 10? De verdad esta pelicula os parece que está a la altura de Gladiator, Blade Runner, el Ultimo Duelo, Telma y Louise...? Sed un poco serios.
La única incógnita que tengo es por qué, por qué un director se presta a manchar así su filmografía.
Sigo en spoiler comentando la larga lista de disparates (y sin meternos ya con el tema del rigor histórico que es completamente nulo).
Y la gente que le da un 10? De verdad esta pelicula os parece que está a la altura de Gladiator, Blade Runner, el Ultimo Duelo, Telma y Louise...? Sed un poco serios.
La única incógnita que tengo es por qué, por qué un director se presta a manchar así su filmografía.
Sigo en spoiler comentando la larga lista de disparates (y sin meternos ya con el tema del rigor histórico que es completamente nulo).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
1. La batalla de Numicia parecía que iba a ser algo y el momento más heroico que nos regala es al general Acacio bajando a cortar una cuerda porque la pasarela se ha atascado y debe ser que no puede cortar la cuerda otro.
2. Luego viene lo de los monos hormonados y nuestro protagonista (cuyo nombre ya ni recuerdo de lo superfluo que es) mordiendo a uno de ellos... en fin.
3. Pues llega el protagonista bluf al momento de la batalla con el rinoceronte, ahí si vamos a ver una batalla aunque absurda entretenida!! Pues no! El rinoceronte se carga a uno que no es más tonto porque no se entrena (mira que le estaban gritando todos que se apartase) y tras pegarse una buena leche contra un muro se queda tranquilamente pastando por la arena.
4. A ratos nos van intercalando a Lucila, la madre del protagonista bluf, con conversaciones francamente olvidables de telenovela turca, destaca esa que le dice que es su madre aunque no se acuerde (¿porque con 12 años como se va a acordar de su madre? Si solo era un niño!) el otro que no (aunque en el fondo sabe que sí, pero se quiere hacer el orgulloso), la otra le pregunta si tiene familia, le dice que mujer, la madre pone cara de suegra orgullosa que pronto le van a dar nietos, pero seguidamente le confiesa que su marido (o sea, su padrastro) fue quien mato a su esposa... y todo esto te lo imaginas con acento sudamericano.
5. Lo de los hermanos Caracalla y Geta, como los han metido ahí con calzador porque realmente eran hijos de Séptimio Severo y Julia Domma (dos personajes históricos muy interesantes y que hubieran servido a un buen guión pero han decidido no hacerlo) no sabemos muy bien cómo han llegado al trono ni de mano de quien, encima son retrasados mentales (literalmente), no dicen más que bobadas con cara de payasos (literalmente les sacan sobremaquillados como payasos) como que uno le intentó a matar al otro en el útero ahorcándole con el cordón umbilical (WTF!!!).
6. Denzel Whasington intenta aportar algo a este dislate pero es que ni con esas. También a ratos rozando la caricatura como el discurso ante los senadores con la cabeza de Geta.
7. Hablando de este personaje, el que hace de listo de la película ante la subnormalidad del resto, ¿por qué no le dispara la flecha al gladiator bluf en vez de a Lucila? aunque luego se la disparase a ella, si total estaba atada. No, le deja vivo y campante para que lo mate más tarde.
8. Y lo mata, claro que lo mata, a pesar de que se pone a intentar clavarle a lo loco la espada a nuestro gladiator bluf y casualmente dar todo el rato en el arbolito de metal del peto.
9. A estas alturas, no me hubiera extrañado que a Denzel se lo hubiera comido un tiburón en el rio, que puestos a contar disparates al menos hubiera dado risa.
10. Y ya ese final con el cielo morado por detrás y cogiendo la arena del coliseo que a ratos recuerda a la señorita Escarlata en lo que el Viento se llevó... sin comentarios.
Solo he dicho las más destacadas, porque es un disparate tras otro de mala calidad.
2. Luego viene lo de los monos hormonados y nuestro protagonista (cuyo nombre ya ni recuerdo de lo superfluo que es) mordiendo a uno de ellos... en fin.
3. Pues llega el protagonista bluf al momento de la batalla con el rinoceronte, ahí si vamos a ver una batalla aunque absurda entretenida!! Pues no! El rinoceronte se carga a uno que no es más tonto porque no se entrena (mira que le estaban gritando todos que se apartase) y tras pegarse una buena leche contra un muro se queda tranquilamente pastando por la arena.
4. A ratos nos van intercalando a Lucila, la madre del protagonista bluf, con conversaciones francamente olvidables de telenovela turca, destaca esa que le dice que es su madre aunque no se acuerde (¿porque con 12 años como se va a acordar de su madre? Si solo era un niño!) el otro que no (aunque en el fondo sabe que sí, pero se quiere hacer el orgulloso), la otra le pregunta si tiene familia, le dice que mujer, la madre pone cara de suegra orgullosa que pronto le van a dar nietos, pero seguidamente le confiesa que su marido (o sea, su padrastro) fue quien mato a su esposa... y todo esto te lo imaginas con acento sudamericano.
5. Lo de los hermanos Caracalla y Geta, como los han metido ahí con calzador porque realmente eran hijos de Séptimio Severo y Julia Domma (dos personajes históricos muy interesantes y que hubieran servido a un buen guión pero han decidido no hacerlo) no sabemos muy bien cómo han llegado al trono ni de mano de quien, encima son retrasados mentales (literalmente), no dicen más que bobadas con cara de payasos (literalmente les sacan sobremaquillados como payasos) como que uno le intentó a matar al otro en el útero ahorcándole con el cordón umbilical (WTF!!!).
6. Denzel Whasington intenta aportar algo a este dislate pero es que ni con esas. También a ratos rozando la caricatura como el discurso ante los senadores con la cabeza de Geta.
7. Hablando de este personaje, el que hace de listo de la película ante la subnormalidad del resto, ¿por qué no le dispara la flecha al gladiator bluf en vez de a Lucila? aunque luego se la disparase a ella, si total estaba atada. No, le deja vivo y campante para que lo mate más tarde.
8. Y lo mata, claro que lo mata, a pesar de que se pone a intentar clavarle a lo loco la espada a nuestro gladiator bluf y casualmente dar todo el rato en el arbolito de metal del peto.
9. A estas alturas, no me hubiera extrañado que a Denzel se lo hubiera comido un tiburón en el rio, que puestos a contar disparates al menos hubiera dado risa.
10. Y ya ese final con el cielo morado por detrás y cogiendo la arena del coliseo que a ratos recuerda a la señorita Escarlata en lo que el Viento se llevó... sin comentarios.
Solo he dicho las más destacadas, porque es un disparate tras otro de mala calidad.
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