Altamente disfrutable en pantalla grande ─imagino─, por la calidad y esmero con que trataron todo lo relacionado con el aspecto visual/sonoro. Por el camino, sin embargo, entre tanta arena y especia, se olvidaron de insuflar algo de carisma a sus personajes. Paul Atreides, sin ir más lejos, se ve demasiado apocado y desorientado, como que pasaba por allí y se unió al plantel sin saber muy bien de qué va el asunto.

Una vez vista por primera vez, no es una película a la que se vuelve con entusiasmo. Aunque esto último, claro está, solo el tiempo lo dirá.

Dune: Parte uno

El inicio de lo que parecerá funcionar como una trilogía del cineasta Denis Villeneuve actúa de manera introductoria hacia ese universo y bien que lo realiza con buena efectividad, dejando las bases plantadas para el rumbo de lo que será su secuela.

Bajo los géneros de ciencia ficción y de fantasía, que son por los que generalmente suele incursionar el director, nos planteará esta historia de poder y ambiciones entre diferentes comunidades interplanetarias que aquí llamaremos "casas", desatando batallas encarnizadas entre nobles y ruines en una lucha llena de épica y con concepción de legendaria.

El desarrollo se va moviendo sobre la Casa Atreides, que en ellos engloba a los personajes de Timothée Chalamet, Oscar Isaac y Rebecca Ferguson, sobre esta familia iremos desestructurando al resto de los planetas así como sus distintas sociedades, haciendo énfasis rápidamente en diferenciarlos entre "héroes" y "villanos" para dejarlos identificados.

El ritmo lento que suele ejercer Villeneuve en sus películas en este caso le sirve de manera magistral, ya que lo pausado cumple la función de poder iniciar bajo contextos y conceptos claros al espectador rumbo a el universo Dune, convirtiendo de esta manera un film muy didáctico e instructivo en el que el público puede sentirse cómodo y entretenido.

Es interesante además como se le da realce al ámbito geográfico en el que transcurre la narración, ya que se considerará importante la hostilidad y lo destructivo que puede llegar a ser la naturaleza contra nuestros protagonistas; implicando como fundamentales los apartados fotográficos y en cuanto a sonido se refiera, todo para trasladarlo a una posición de proyecto totalmente imponente y extraordinario tanto visual como en su sonido.

Complementando un largometraje que cumple con creces al proponerse ser una cinta de origen, bien que al ser tan compleja podría haber resultado bastante mal, pero el director apoyado de todos sus elementos sortea con mucha eficiencia ese desafío.

Calificación: 7.3

Cómo engancha esta peli. Segunda vez que la veo. Todos los actores reflejan lo que quieren ser. El Barón lo borda, con ese rictus de gran comedor, es realmente repulsivo. Zendaya, espectacular. Hasta Bardem logra ser creíble. Paul gana según avanza la peli. Las familias, y su valores, reflejados en los ejércitos. La ambientación, esa arena del desierto, la genial música, siempre presente, y siempre de manera acertada, acompaña a la imagen de manera perfecta. Los nativos, esos ojos. Es todo misterioso, inquietante, permite reflexionar, mientras las secuencias avanzan con calma, sin prisa, recreémonos.

El cine de ciencia ficción tiene un punto de visualidad y Dune cumple a la perfección. Buena dirección, buen montaje, buenas interpretaciones, todo eso muy bien. Pero a mi me falta, no sé qué, pero me falta algo. Aunque reconozco en Dune una buena película, no aporta nada nuevo, sorprendente, que te atrape...seguramente es que me estoy haciendo viejo y todo lo que veo en Dune tengo la sensación de haberlo visto ya.

Dune es una buena adaptación de una buena aunque pretenciosa novela, con cuenta con un universo propio como lo tienen "la guerra de las galaxias", "el señor de los anillos" o el universo Marvel. La historia es la lucha entre los buenos y los malos. Para mí, mejor que su antecesora, de visión obligada pero fácilmente olvidable, al menos hasta que estrenen Dune 2.

Preciosa, entretenida, absorbente, bien estructurada y sorprendentemente profunda y delicada. Una no se esperaba la filososofía, política, religión y tremenda oda a la naturaleza que se encontró al entrar al cine completamente in albis con sus dos primos adolescentes. Ya, ya; no es la peli, es el libro de los 60 de Frank Herbert que no he leído. Ahora quiero leerlo. Si no habéis leído el libro y sois gente curiosona como yo, id corriendo a ver la peli y luego leeos el libro. O al revés.

Aquí la materia más valiosa del universo es una sustancia psicotrópica, el miedo mata el alma, la especie superviviente es la que mejor se adapta al cambio (no la más fuerte) y andar por las dunas del desierto es como escribir poesía.

Se nota el toque Frenchy, y menos mal. Me habría dolido ver una historia como esta convertida en americanada. La Dune de Villeneuve derrocha belleza a todos los niveles. Está hecha por estetas, para estetas.
Y es una forma maravillosa de dar una nueva vida al fascinante clásico que ciencia ficción-anticipación que fue, y que lo es más que nunca, Dune.