Es "Chaplin" la típica película resultona y eficaz que entretiene y destila obvia corrección por los cuatro costados. Y está claro que pudo ser "Chaplin" una obra mayor si se hubieran adoptado posturas más arriesgadas, pero es claro también que pudo haber sido un desastre insostenible de haberse tomado esa misma postura. Total, que Attenborough tira por su habitual calle de en medio y logra un trabajo de oficio, equilibrado, nada entusiasmante pero tampoco aburrido. Y es que el material fílmico que puede aportar la vida del inigualable genio del humor, de la risa y el llanto, del folletín y el melodrama, del cómico por antonomasia, es de una riqueza simplemente gigantesca. Attenborough logra una obra muy sintética sin hagiografías de por medio buscando el "lado simple" del genio: sus intentos, al fin y al cabo, por entretener, sin más, a la gente. Y se queda a medias, como en todo: sin decepcionar pero sin lograrlo convincentemente.
Eso sí, en medio de tal cantidad de medianía, de cosas simplemente buenas y otras simplemente aceptables, destaca la elección/caracterización de un gran reparto, dónde Robert Downey Jr. logra una esforzada y muy convincente interpretación del inolvidable Charlie.