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7,1
76.064
Comedia. Acción. Fantástico. Terror
Un sacerdote cree haber descifrado el mensaje secreto del Apocalipsis según San Juan: el Anticristo nacerá el 25 de diciembre de 1995 en Madrid. Para impedir el nacimiento del hijo de Satanás, el cura se alía con José María, un joven aficionado al death metal. Ambos intentan averiguar en qué parte de Madrid tendrá lugar el apocalíptico acontecimiento. Con la ayuda del profesor Cavan, presentador de un programa de televisión de carácter ... [+]
14 de abril de 2012
14 de abril de 2012
26 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aclaremos primero, un pequeño detalle: El Anticristo es el hijo del Diablo, enviado a la Tierra por éste, para acabar con el mundo. En imitación-oposición directa del Hijo de Dios, el Cristo, enviado a la Tierra para redimir a los hombres.
La aclaración se debe a que he leído con asombro en ciertos foros sobre cine de terror, que muchos aficionados al género no saben distinguir entre "Anticristo" y "Diablo", y tratan de explicar el final de el día de la bestia con una rara transformación de un diablo en anticristo o viceversa, o con la simple respuesta al ácido lisérgico que han ingerido los protagonistas en la misa satánica celebrada por el cura. Eso quiere decir que de modo inconsciente buscan la explicación a un final que les resulta ilógico.
Y es que, en el día de la bestia se da una contradicción narrativa que destroza toda la cinta, y en la que muy pocos parecen caer (curiosamente, los que se dan cuenta están fuera de España):
La aclaración se debe a que he leído con asombro en ciertos foros sobre cine de terror, que muchos aficionados al género no saben distinguir entre "Anticristo" y "Diablo", y tratan de explicar el final de el día de la bestia con una rara transformación de un diablo en anticristo o viceversa, o con la simple respuesta al ácido lisérgico que han ingerido los protagonistas en la misa satánica celebrada por el cura. Eso quiere decir que de modo inconsciente buscan la explicación a un final que les resulta ilógico.
Y es que, en el día de la bestia se da una contradicción narrativa que destroza toda la cinta, y en la que muy pocos parecen caer (curiosamente, los que se dan cuenta están fuera de España):
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un diablo mata al supuesto Anticristo, que está llorando bajo cartones. Esto chirría como un gozne mal engrasado en la tradición satánica. Y es, precisamente, el enigma que tratan de aclarar los jóvenes aficionados al tema, cuando le buscan las explicaciones que se apuntan en el párrafo anterior.
De cualquier modo, la escena de el día de la bestia en que el Diablo mata al Anticristo, sólo puede comunicar una cosa, que el llanto que sale bajo los cartones no es del Hijo del Diablo. Es, simplemente, el del hijo de unos gitanos. Y de esta certidumbre se desprende que el cura se ha equivocado. No ha descubierto el lugar del nacimiento de su enemigo a pesar de las señales. Por lo tanto, todo el rollo que nos ha contado previamente, y los esfuerzos de los protagonistas, se quedan en nada, porque aunque no hubieran movido un dedo, el propio Diablo mataría a su hijo. Algo ridículo. De un plumazo, convierte la historia en los delirios de un cura loco. Es decir, que desvirtúa y pulveriza todo el entramado satánico de la cinta que justificaba nuestra atención sobre el religioso protagonista. Narrativamente hablando, el realizador ha jugado sucio con el espectador. Te has pasado una hora y pico pensando que los tres héroes van a salvar el mundo, y luego resulta que no hacía falta, que los propios diablos iban a encargarse de ello.
Si como defienden los admiradores de esta cinta, todo es fruto de las alucinaciones provocadas por la droga, caemos en el mismo asunto. Pasa lo mismo, desaparece el rollo satánico y deja un argumento lisérgico que torea al espectador, pobre infeliz, que pensaba encontrarse con una batalla entre el bien y el mal, como Dios manda, y se encuentra con una historia de skins-heads "trajeados" y con pelo, pero entonces, ¿en la cocina, los 3 tienen la misma alucinación, o es un skin que se ha colado por la ventana? o más conciso aún, la cruz se cae por aluminosis.
En cualquiera de los 2 casos, el argumento satánico sale perdiendo. Pero sólo son las teorías que defienden los aficionados a un final ilógico. En el guión con fecha 28/11/1994 hay un final alternativo en que el cura es quien mata al Anticristo, pero al parecer lo desecharon porque les parecía fuerte. Fuerte, no sé, pero si se lo hubiera currado en ese sentido, por lo menos, ese final habría tenido lógica. Tuvo en sus manos un final con sentido, un final lógico, y a última hora va y lo cambia por uno sin sentido, que encima, desvirtúa todo lo narrado en el film hasta ese funesto momento. ¿Por qué? ¿Hubo algo que les puso nerviosos?
Otro de los misterios de esta película.
El día de la bestia, es, a pesar de su buena factura, y por encima de todo, un desastroso final sin sentido. Torpe y absurdo. Es el arte de un final ilógico, y no obstante, aplaudido por todos. Hacer comulgar al espectador con ruedas de molino, también es un arte; dudoso, pero arte, al fin y al cabo.
De cualquier modo, la escena de el día de la bestia en que el Diablo mata al Anticristo, sólo puede comunicar una cosa, que el llanto que sale bajo los cartones no es del Hijo del Diablo. Es, simplemente, el del hijo de unos gitanos. Y de esta certidumbre se desprende que el cura se ha equivocado. No ha descubierto el lugar del nacimiento de su enemigo a pesar de las señales. Por lo tanto, todo el rollo que nos ha contado previamente, y los esfuerzos de los protagonistas, se quedan en nada, porque aunque no hubieran movido un dedo, el propio Diablo mataría a su hijo. Algo ridículo. De un plumazo, convierte la historia en los delirios de un cura loco. Es decir, que desvirtúa y pulveriza todo el entramado satánico de la cinta que justificaba nuestra atención sobre el religioso protagonista. Narrativamente hablando, el realizador ha jugado sucio con el espectador. Te has pasado una hora y pico pensando que los tres héroes van a salvar el mundo, y luego resulta que no hacía falta, que los propios diablos iban a encargarse de ello.
Si como defienden los admiradores de esta cinta, todo es fruto de las alucinaciones provocadas por la droga, caemos en el mismo asunto. Pasa lo mismo, desaparece el rollo satánico y deja un argumento lisérgico que torea al espectador, pobre infeliz, que pensaba encontrarse con una batalla entre el bien y el mal, como Dios manda, y se encuentra con una historia de skins-heads "trajeados" y con pelo, pero entonces, ¿en la cocina, los 3 tienen la misma alucinación, o es un skin que se ha colado por la ventana? o más conciso aún, la cruz se cae por aluminosis.
En cualquiera de los 2 casos, el argumento satánico sale perdiendo. Pero sólo son las teorías que defienden los aficionados a un final ilógico. En el guión con fecha 28/11/1994 hay un final alternativo en que el cura es quien mata al Anticristo, pero al parecer lo desecharon porque les parecía fuerte. Fuerte, no sé, pero si se lo hubiera currado en ese sentido, por lo menos, ese final habría tenido lógica. Tuvo en sus manos un final con sentido, un final lógico, y a última hora va y lo cambia por uno sin sentido, que encima, desvirtúa todo lo narrado en el film hasta ese funesto momento. ¿Por qué? ¿Hubo algo que les puso nerviosos?
Otro de los misterios de esta película.
El día de la bestia, es, a pesar de su buena factura, y por encima de todo, un desastroso final sin sentido. Torpe y absurdo. Es el arte de un final ilógico, y no obstante, aplaudido por todos. Hacer comulgar al espectador con ruedas de molino, también es un arte; dudoso, pero arte, al fin y al cabo.