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Voto de jpsaenz:
8

Voto de jpsaenz:
8
6,6
64.135
Drama. Terror
En un mundo moralmente plano en el que la ropa tiene más sentido que la piel, Patrick Bateman es un espécimen soberbiamente elaborado que cumple todos los requisitos de Master del Universo, desde el diseño de su vestuario hasta el de sus productos químicos. Es prácticamente perfecto, como casi todos en su mundo e intenta desesperadamente encajar en él. Cuando más intenta ser como cualquier otro hombre adinerado de Wall Street, más ... [+]
21 de octubre de 2009
21 de octubre de 2009
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película fue una de las equivocaciones más grandes en las que he incurrido. No por haberla visto, sino más bien por no haberla visto durante tantos años. Y aunque no existan disculpas válidas para los prejuicios, voy a intentar una: la estética de marketing que eligieron los productores para promocionar la película, comenzando por el título [...] hasta el último avance [...] estuvieron, sin excepción, dirijidos a un público con quien no comparto ninguna de mis inclinaciones cinematográficas. Entiendo las razones comerciales del porqué haya sido así, y repito que ello no disculpa mi ignorancia, no solo sobre la calidad de la película, sino también sobre la controversia que desató el libro que le dió origen [...]
Hasta aquí es bastante evidente lo impresionado que estoy. Puede que sea la sorpresa; nunca una película decepcionó positivamente mis espectativas de la forma en la que lo hizo “American Psycho”, comencé a verla con desgano, en uno de esos raros momentos en los que usamos al cine para dormir o porque no tenemos drogas a mano, o sea: para no pensar. Tuve que salir rápidamente de mi sopor; con los títulos de apertura comenzó mi sorpresa. La secuencia inicial es delicadísima, y aunque en ese momento no tuve la lucidez para admitirlo, un segundo visionado me hizo reconocer paralelismos con otra introducción genial: la de “The Royal Tenenbaums”, (para mí uno de los mejores “openings” en la historia del cine) [...]
Y en seguida, la introducción de Patrick Bateman, pulcra, impecable, un monólogo interior brillante, una cámara plástica y dócil y la introducción de un tema de John Cale, que bien podría haber sido Philipp Glass y que, a excepción de un tema de David Bowie en los títulos de cierre, es el único contraste con una banda sonora de contenido francamente insoportable, que bien podría ser una recopilación de “Greatest Hits of the 80’s”, pero que tiene una carga semántica tan importante para la historia que se torna imprescindible y precisa. Justamente es en el análisis de la banda sonora en donde se encuentra un indicio de la prolijidad con la que trabajó Mary Harron, enmarcando una larga lista de intrascendencias musicales con dos temas bastante más “arísticos” e “intelectuales”, adjetivos que utiliza el mismo Patrick Bateman (el protagonista de nuestra historia), casi al pasar, para describir a los “Genesis” de la primera época, antes que la marca de Phill Collins se hiciera más notable dentro del grupo y éste se volviera “más comercial”… y más accesible al propio Bateman, quien durante toda la película hace alarde de sus conocimientos musicales, confundiendo sistemáticamente “consumo de cultura pop” con “erudición cultural”.
Cuando pasada la introducción pero aún en los primeros 20 minutos de la película llegamos a la escena de las tarjetas de presentación y la película se torna decidida e irremediablemente surrealista...
Texto completo en http://www.clubdelsilencio.com.ar/2009/10/20/tengo-que-devolver-unos-videos-2000
Hasta aquí es bastante evidente lo impresionado que estoy. Puede que sea la sorpresa; nunca una película decepcionó positivamente mis espectativas de la forma en la que lo hizo “American Psycho”, comencé a verla con desgano, en uno de esos raros momentos en los que usamos al cine para dormir o porque no tenemos drogas a mano, o sea: para no pensar. Tuve que salir rápidamente de mi sopor; con los títulos de apertura comenzó mi sorpresa. La secuencia inicial es delicadísima, y aunque en ese momento no tuve la lucidez para admitirlo, un segundo visionado me hizo reconocer paralelismos con otra introducción genial: la de “The Royal Tenenbaums”, (para mí uno de los mejores “openings” en la historia del cine) [...]
Y en seguida, la introducción de Patrick Bateman, pulcra, impecable, un monólogo interior brillante, una cámara plástica y dócil y la introducción de un tema de John Cale, que bien podría haber sido Philipp Glass y que, a excepción de un tema de David Bowie en los títulos de cierre, es el único contraste con una banda sonora de contenido francamente insoportable, que bien podría ser una recopilación de “Greatest Hits of the 80’s”, pero que tiene una carga semántica tan importante para la historia que se torna imprescindible y precisa. Justamente es en el análisis de la banda sonora en donde se encuentra un indicio de la prolijidad con la que trabajó Mary Harron, enmarcando una larga lista de intrascendencias musicales con dos temas bastante más “arísticos” e “intelectuales”, adjetivos que utiliza el mismo Patrick Bateman (el protagonista de nuestra historia), casi al pasar, para describir a los “Genesis” de la primera época, antes que la marca de Phill Collins se hiciera más notable dentro del grupo y éste se volviera “más comercial”… y más accesible al propio Bateman, quien durante toda la película hace alarde de sus conocimientos musicales, confundiendo sistemáticamente “consumo de cultura pop” con “erudición cultural”.
Cuando pasada la introducción pero aún en los primeros 20 minutos de la película llegamos a la escena de las tarjetas de presentación y la película se torna decidida e irremediablemente surrealista...
Texto completo en http://www.clubdelsilencio.com.ar/2009/10/20/tengo-que-devolver-unos-videos-2000