Cinco amigos, Paul (Rider Strong), Karen (Jordan Ladd), Jeff (Joey Kern), Bert (James DeBello) y Marcy (Cerina Vincent), deciden pasar las vacaciones en una alejada cabaña, pero lo que comenzaba como un divertido retiro pronto se transforma en horror tras la aparición de un virus letal que destruye la carne (lo que asegura un buen puñado de escenas repulsivas), convirtiendo a sus víctimas en horripilantes seres sedientos de sangre.

Cabin Fever bebe directamente de antiguos subproductos de serie B, pero también se asemeja a otras películas de culto, por ejemplo, si cambiamos el virus que asola a nuestros protagonistas por posesiones demoníacas podremos ver que guarda ciertas similitudes con Posesión infernal (The Evil Dead), de Sam Raimi.

A pesar de algunas incongruencias en la trama, la película se disfruta con agrado gracias a su aire retro, su lograda mezcla entre humor (negro) y horror, sus grotescas escenas y el magnífico trabajo de maquillaje (sin duda la gran baza de la película).