Se trata de una película tramposa de principio a fin, porque te engaña sin apartarse un ápice de lo que cuenta.
Esa es la trampa.
Cualquiera esperábamos que la protagonista, una escor, tras enrollarse y casarse con el hijo del magnate, o lo que sea, ruso (lo que ya se sabe por la sipnosis de la película) iban a pasar cosas por la oposición paterna. Y pasan, pero falta el bucle que no haga de la historia algo lineal.
Las escenas de sexo están bien rodadas, con delicadeza pero con naturalidad.
La interpretación de Mikey Madison es correcta, sin embargo, no me parece sublime, o sea, de Oscar. Su actuación es creíble y ella tiene gancho, pero tampoco necesita grandes dosis de preparación más allá de lo que el papel la exige, que no es mucho.
Para mí el fallo radica en el guion, en su falta de complejidad argumental. Se queda corto sin salir de lo propuesto en sus escenas iniciales
En cuanto a exteriores, personajes, acción... correctos, sin un giro que envuelva la espera de lo que va a ocurrir con la sorpresa de lo que finalmente ocurre.
Y no es spoiler, sencillamente es la historia extendida de la sinopsis apuntada.
Película fresca y, para mí, olvidable.
Un ejercicio cinematográfico con buenos bosquejos faltos de desarrollo más allá de los momentos emocionales, lo mejor.
Por cierto, el final sí es estupendo (coherente).
En definitiva, le falta recorrido para ser el Oscar a la mejor película.