“In Bruges” funciona desde los excelentes posters promocionales, uno simulando una estampilla/postal que mejor representa el concepto de la película: una visita a los fantásticos paisajes de Brujas, absoluta protagonista de la película.

Y es en ésta hermosa ciudad dónde se desarrolla una trama que mezcla el mejor thriller de asesinos a sueldo con el más brillante humor negro británico logrando escenas y secuencias para el recuerdo que en conjunto constituyen un peliculón imperdible.

El elenco es bastante interesante, Brendan Glesson y Ralph Fiennes bordan sus respectivos papeles y Colin Farrell sorprende con una gran interpretación; los secundarios están muy bien definidos y aportan a la peculiar galería de personajes con muy buenas caracterizaciones (atención a Jordan Prentice).

“In Bruges” supone una de las más gratas sorpresas del 2008, divertida y violenta.