En principio la temática de la serie podría echarnos un poco para atrás: los japoneses tratando de reconquistar su madre patria que les ha sido arrebatada a manos de la poderosa Britannia mediante una guerra de mechas. Pero esto no es sino uno de los motivos que hacen la serie aún más grande de lo que podría ser.
Aunque las comparaciones son odiosas, la serie que a todos se nos viene a la mente tras ver los primeros episodios de Code Geass es la "inalcanzable" Death Note. En ambas nos encontramos a un personaje principal que actúa como el elegido y cuyo objetivo se presenta como inalcanzable a la mayoría de los humanos que no poseen su inigualable poder. Sin embargo, donde Light falla Lelouch destaca con creces. Pasamos de un personaje carente completamente de sentimientos a otro que, sin dejar de lado esa sangre fría y una mente calculadora, está movido por ellos; nos olvidamos de la idea de unos planes perfectos sin fallos aparentes en los que todo está controlado para pasar a un anime en el que reina la estrategia en tiempo real.
En defensa de una obra maestra como Death Note cabe destacar que aquí no encontraremos un duelo de cerebros que luchan defendiendo sus ideales, sino que, al más puro estilo ajedrecístico, veremos como las piezas negras llevan la iniciativa y logran poner en verdaderos apuros a la reina blanca pese a la evidente falta de material.
En resumen, esta primera parte de la serie con Lelouch a la cabeza deja atónitos a todos los fans que en su día colocamos a Death Note en la leja más alta de la estantería de los anime para susurrarnos al oído: Lelocuh 1 - Kira "Zero".