Definitivamente no me gusta cómo Michael Bay, un buen director de videos musicales, nos trata a los espectadores con sus películas.

En verdad que no puedo entender cómo películas como "La roca" tuviera tanto éxito de taquilla, cuando en realidad es una verdadera tomadura de pelo al sano juicio y al sentido común de los que visionan el filme.

Con mucho contenido patriotero, Bay encara un filme para las grandes masas, esas típicas cintas de acción donde pensarla mucho es ponerla en evidencia y descubrir una maroma de sin-sentidos que sólo se justifican si lo único que queremos es ver escenas de acción sin ton ni son y darle un gran descanso a las neuronas.

Con un pobre e inverosímil guión, donde las circunstancias que se narran son absurdas e ilógicas desde cualquier perspectiva que se la analice, la película se dedica a mostrar grandes secuencias de dinamismo extremo, donde no hay tiempo para reflexionar, todo es vértigo y adrenalina, una efectiva combinación para las grandes masas.

En el filme hay grandes actores, que de hecho levantan hasta cierto punto tanta majadería reinante, pero sin lugar a dudas que no sirve para disimular las grandes falencias esenciales que la cinta posee a nivel argumental.

Bay no descuida lo que sabe hacer: bombardear con acción desmedida y previsible, otorgar una cuidada estética, proporcionar grandes efectos especiales, y brindar algunas escenas llenas de fanfarronería. Lo cual le imprime a su forma de hacer cine, un toque ligero y superficial en todo momento.
Bay y Jerry Bruckheimer, una dupla que es un fiel exponente del cine de entretenimiento más excesivamente comercial de la gran industria de Hollywood.