Increíble, pero cierto. «El Padrino: Parte II» es mejor que la primera parte, mucho más compleja, sobre todo en cuanto a montaje se refiere, con esos saltos en el tiempo y que quedaron estupendamente. Magistral el nivel de actores y actrices, aunque destaco por encima de todos la interpretación de Al Pacino, que refleja de manera sorprendente la transformación de su personaje en un "vampiro" (entre comillas): en muchas escenas su mirada da miedo. Es impresionante la intensidad de este actor. También destaco de esta obra maestra del Cine la bella música de Nino Rota, la fotografía de Gordon Willis, la ambientación (como se muestra la época de los años de juventud de Vito Corleone -Robert De Niro- y como contrasta con la época de los años 50 y 60 de Michael Corleone -Al Pacino-), el guión de Coppola y Puzo, el vestuario, ... En fin, todo en esta película fluye de manera maravillosa. Es una obra de arte que no me canso de ver una y otra vez, descubriendo innumerables detalles en cada visionado. Una delicia de Cine en estado puro.