Uno de los principales problemas que tiene la película es el nombre de su director, que permanentemente estará asociado a "El sexto sentido" y a finales sorpresas o giros de 180 grados en las historias.
Aquí nos encontramos con un hermoso cuento, una historia de fantasía dentro de un mundo real, llevada con la magistral mano de M. Night Shyamalan. No hay final sorpresa, pero sí una historia llena de imaginación y cierto grado de terror, excelentemente llevada, que no se hace pesada en absoluto. Pero todo ello es así si entras desde un principio en el juego que nos propone el director con este mundo de fantasía. Quien busque otra cosa se aburrirá.
La música y la fotografía son fieles acompañantes de la historia de estos pintorescos personajes, entre los que destaca sobremanera el interpretado por Paul Giamatti. Quizás lo más flojo de la película sea la actuación de M. Night Shyamalan.