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Voto de CuchiCuchi:
7

Voto de CuchiCuchi:
7
7,5
50.876
Romance. Drama
Benjamin Braddock (Dustin Hoffman) vuelve a casa después de terminar sus estudios universitarios. Es un joven que alberga un gran rencor contra la hipocresía y la corrupción de la sociedad que lo rodea. La señora Robinson (Anne Bancroft), una amiga de la familia, se encapricha de él y lo hace su amante. Pero cuando Benjamin conoce a Elaine (Katharine Ross), la hija de la señora Robinson, todo se complica... (FILMAFFINITY)
18 de mayo de 2011
18 de mayo de 2011
34 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me obsesiona esta cuestión desde que vi por primera vez “El graduado”. Hasta me leí la novela para averiguarlo, pero la novela es igual que la película (o, mejor dicho, al revés). Hay otras cuestiones que también me obsesionan, aunque tienen menor importancia, como por ejemplo por qué corre tan raro Dustin Hoffman (sin mover los brazos, como si tuviera una armadura en la parte de arriba del cuerpo, lo observó agudamente mi mujer).
Paso a spoiler para desgranar algunas explicaciones.
Paso a spoiler para desgranar algunas explicaciones.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
1.- La más obvia es que si se enamora de su hija la dejará a ella y se acabará su ración semanal de “plástico”. Se cae por su propio peso, porque también se predicaría de otras mujeres que conociera Ben y a la Sra. Robinson le importa un rábano eso.
2.- Quizás es lo contrario, lo que no quiere es, en el caso de que entablen relaciones, ponerle los cuernos a su propia hija. Interesante pero discutible, dado que ya le pone los cuernos a su propio marido (por cierto, el marido debe ser imbécil, infiel, homosexual o, como dicen en “Uno de los nuestros”, cornuto contento).
3.- A lo mejor pasa del marido pero se interesa mucho por su hija y le resultaría demasiado delicado meter en su casa como novio de su niña a su propio ex-amante. No. No, porque no se comprende tal grado de inquina contra Ben, hasta el punto de zamparle a su hija el rollo con éste y luego a su marido con tal de apartar a los tortolitos. Uno no hace esas cosas como quien se fuma un pitillo.
4.- La niña no es hija del Sr. Robinson sino del padre de Ben. Ambos visitaron de jóvenes a la Sra. Robinson en el Ford pero fue el último quien hizo diana y el primero quien resultó estafado. Por lo que Ben y la niña son hermanos. Y de ahí que la Sra. Robinson se sienta atraída por el hijo de su antiguo amante. Bueno, no desbarremos.
5.- Ben es rico pero judío. Y la Sra. Robinson quiere un legítimo “wasp” para su niñita. Un Smith, claramente intercambiable por cualquier otro rubio pazguato de su hermandad universitaria, que termine siendo médico o abogado. No hay nada en la película que sugiera tal explicación, aunque es bastante razonable.
Mi mujer y yo nos pasamos toda la noche divagando y no llegamos a ninguna explicación concluyente. Lo pasamos estupendamente discutiendo, incluso hablamos de títulos universitarios (un graduado es lo que ahora manufactura el Plan Bolonia). Y esta mañana desayunamos escuchando el maravilloso concierto en el Central Park de Simon y Garfunkel (mi favorita es April Come She Will, que se escucha en la peli cuando Ben está en Berkeley).
Ah, no hay nada como el matrimonio.
2.- Quizás es lo contrario, lo que no quiere es, en el caso de que entablen relaciones, ponerle los cuernos a su propia hija. Interesante pero discutible, dado que ya le pone los cuernos a su propio marido (por cierto, el marido debe ser imbécil, infiel, homosexual o, como dicen en “Uno de los nuestros”, cornuto contento).
3.- A lo mejor pasa del marido pero se interesa mucho por su hija y le resultaría demasiado delicado meter en su casa como novio de su niña a su propio ex-amante. No. No, porque no se comprende tal grado de inquina contra Ben, hasta el punto de zamparle a su hija el rollo con éste y luego a su marido con tal de apartar a los tortolitos. Uno no hace esas cosas como quien se fuma un pitillo.
4.- La niña no es hija del Sr. Robinson sino del padre de Ben. Ambos visitaron de jóvenes a la Sra. Robinson en el Ford pero fue el último quien hizo diana y el primero quien resultó estafado. Por lo que Ben y la niña son hermanos. Y de ahí que la Sra. Robinson se sienta atraída por el hijo de su antiguo amante. Bueno, no desbarremos.
5.- Ben es rico pero judío. Y la Sra. Robinson quiere un legítimo “wasp” para su niñita. Un Smith, claramente intercambiable por cualquier otro rubio pazguato de su hermandad universitaria, que termine siendo médico o abogado. No hay nada en la película que sugiera tal explicación, aunque es bastante razonable.
Mi mujer y yo nos pasamos toda la noche divagando y no llegamos a ninguna explicación concluyente. Lo pasamos estupendamente discutiendo, incluso hablamos de títulos universitarios (un graduado es lo que ahora manufactura el Plan Bolonia). Y esta mañana desayunamos escuchando el maravilloso concierto en el Central Park de Simon y Garfunkel (mi favorita es April Come She Will, que se escucha en la peli cuando Ben está en Berkeley).
Ah, no hay nada como el matrimonio.