Unos cuantos años antes de que James Cameron diera el campanazo del siglo con la superproducción de "Titanic" y antes de que revolucionara a medio mundo con su "Avatar", este director aficionado a los rodajes complicados se sacaba de la manga una película que, a pesar de su duración exagerada, merece muy mucho la pena. "Abyss" es una maravilla, una película que no puedo dejar de recomendar a los amantes del buen cine. Siempre me han atraído las películas que tienen que ver de una forma u otra con el mar, los barcos me apasionan, he estado casi un año embarcada y comprendo perfectamente el sentimiento del grupo de personajes que se ven implicados en toda la trama, el sentimiento de claustrofobia que existe en estas situaciones está perfectamente retratado en la película y me encanta por ello. A todo esto debemos sumarle el acierto que tuvo Cameron a la hora de elegir a su grupo de actores y ya tenemos otro motivo para poder disfrutar de la película. Mary Elizabeth Mastrantonio es una actriz discreta, alejada del star system, pero a mí siempre me ha gustado. Su sencillez precisamente es lo que me hace creérmela tanto. A mí me gusta especialmente aquí. Y está acompañada por un pedazo de actor como es Ed Harris, al que yo todavía no he visto una mala actuación. Los dos, al igual que el resto del reparto, se implicaron plenamente en la realización de la película, llegando a pasar momentos de auténtico agobio. Todo el equipo de rodaje, Cameron el primero, necesitó sacarse el título de buzo para poder trabajar en el rodaje. Cameron contaría, una vez más, con uno de sus actores fetiches, Michael Biehn, para completar el trío protagonista, un actor que no deja una mala actuación pero que tampoco me ha impactado, me quedo con el tándem Mastrantonio-Harris. Si no le pongo el diez a la película es por su para mí nefasta parte fantástica. Creo que la película habría ganado muchísimo si Cameron hubiera desechado todo el metraje relacionado con la ciencia ficción, creo que no viene a cuento y que hace que la película se haga eternamente larga. Por lo demás, una maravilla.