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Voto de Antón03:
5

Voto de Antón03:
5
6,1
16.890
Thriller. Drama. Acción
Christian Wolff (Ben Affleck) tiene desde niño un leve autismo que le hace ser muy meticuloso con el orden y poco comunicativo, pero al mismo tiempo resulta ser un genio de las matemáticas. Hombre extremadamente tranquilo, obsesivo y con mucha más afinidad con los números que con las personas, lleva sin embargo una doble vida: como contable local con una pequeña oficina, y como contable 'freelance' de algunas de las organizaciones ... [+]
2 de abril de 2025
2 de abril de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ante el inminente estreno de su segunda entrega, me veo en la "obligación" de revisionar la cinta dirigida por Gavin O'Connor. Un director que fue capaz de llevar a cabo la notable Warrior (2011), pero que, años más tarde, bajaría su nivel para asentarse en ciertas convencionalidades con esta El contable (2016).
Se nos presenta a Christian Wolff, un contable con autismo que lleva una doble vida entre la austeridad de un trabajo en una pequeña oficina y el manejo de finanzas de grandes organizaciones criminales. Uno de los pocos puntos a rescatar de una película que inexplicablemente cae en el tedio es un tratamiento de la neurodivergencia como algo más que un mero estereotipo, aunque es cierto que hay momentos en los que existe una falta de equilibrio entre la espectacularidad de sus habilidades y su propia humanidad.
La acción que maneja la cinta es correcta; sin demasiados excesos, se limita a una sobriedad que la mantiene efectiva en su ánimo de no fallar. Todas estas coreografías se unen a un thriller financiero mediocre que hace del guión un apartado irregular, con subtramas que no acaban de encajar o que simplemente enredan el ritmo y la acción del filme.
Un buen Ben Affleck a la cabeza salva los muebles de un elenco donde destaca el siempre confiable J.K. Simmons y donde suspende un desdibujado Jon Bernthal, que no ha logrado generarme ni una sola sensación.
El gran problema de El contable (2016) es su imperiosa necesidad de abarcar más de lo que le permite su limitada trama. Entre el thriller de acción, el drama sobre la neurodivergencia, la historia de redención y la corrupción financiera se forma un batiburrillo difícil de digerir.
Más allá de mi experiencia y opinión, puedo entender que la cinta entretenga por el carisma de un correcto Ben Affleck y por unas coreografías que cumplen. Pero, a nivel personal, espero que su segunda entrega posea algo más de sustancia y no quede en el olvido de mi psique, como es este caso.
Se nos presenta a Christian Wolff, un contable con autismo que lleva una doble vida entre la austeridad de un trabajo en una pequeña oficina y el manejo de finanzas de grandes organizaciones criminales. Uno de los pocos puntos a rescatar de una película que inexplicablemente cae en el tedio es un tratamiento de la neurodivergencia como algo más que un mero estereotipo, aunque es cierto que hay momentos en los que existe una falta de equilibrio entre la espectacularidad de sus habilidades y su propia humanidad.
La acción que maneja la cinta es correcta; sin demasiados excesos, se limita a una sobriedad que la mantiene efectiva en su ánimo de no fallar. Todas estas coreografías se unen a un thriller financiero mediocre que hace del guión un apartado irregular, con subtramas que no acaban de encajar o que simplemente enredan el ritmo y la acción del filme.
Un buen Ben Affleck a la cabeza salva los muebles de un elenco donde destaca el siempre confiable J.K. Simmons y donde suspende un desdibujado Jon Bernthal, que no ha logrado generarme ni una sola sensación.
El gran problema de El contable (2016) es su imperiosa necesidad de abarcar más de lo que le permite su limitada trama. Entre el thriller de acción, el drama sobre la neurodivergencia, la historia de redención y la corrupción financiera se forma un batiburrillo difícil de digerir.
Más allá de mi experiencia y opinión, puedo entender que la cinta entretenga por el carisma de un correcto Ben Affleck y por unas coreografías que cumplen. Pero, a nivel personal, espero que su segunda entrega posea algo más de sustancia y no quede en el olvido de mi psique, como es este caso.