Me encantó, y reconozco que el argumento y el guión son simplísimos. Es la película ideal para una tarde de lluvia con nuestra manta, sofá y chocolate caliente porque algo tiene esta película... no se sienten con la intención de verla, sino de sentirla.
Paris, en una época en la que el amor se expresaba por formas, colores, poesía... En una época en las que las que hay muchas dificultades para sobrevivir... y no solo hay tiempo para el amor.
No es el típico musical donde los actores tienen un diálogo y de repente se ponen a cantar sin más, en este musical su canción es puro diálogo con una buena por no decir buenísima mezcla de letras y música para expresar en cada momento lo que quieren decir.
Un musical perfecto y con un reparto increíble, donde se muestran el amor con todo su esplendor. Miradas, canciones y dos personas dispuestas a darlo todo el uno por el otro…
Toda la película está llena de momentos espectaculares, pero solo voy a resaltar dos. La declaración de amor de los dos protagonistas sobre el Elefante donde vive ella, con un tema de Elton John y el tango con la canción de “Roxanne” de Police que consigue ponerme los pelos de punta. Toda la película está llena de momentos mágicos que hacen que nos dé un vuelco al corazón y que nos subamos de la tierra al cielo en un segundo.
Mientras se va desarrollando más, aprendo que todo lo que necesito en esta vida se reduce a una cosa y eso es el amor, me hace soñar con el amor verdadero, reír, ilusionarme y aunque el final no es el esperado muestra hasta donde llega la avaricia, el orgullo y hasta donde puede soportar el amor de dos personas. El amor todo lo puede, aunque no siempre triunfe....