Bueno, pues una hora larga perdida con cara de asombro ante este esperpento de "terror". ¿Terror? Nada de nada, solo el típico sustito (de asco) al ver que los muertos se descomponen en la otra vida pero se quedan a medio pudrir. Ahora resulta que si vivimos en un valle de lágrimas, pues ya veréis cuando la palmemos, nos queda una eternidad de Operación Triunfo y La Voz todos los días a todas horas. La peli es inconexa, el guion es para adolescentes y se la ve venir por todos lados. Los actores son desconocidos en su mayoría, pero os adelanto que la madre de la prota (que está anoréxica, no ha visto garbanzos en su vida) es Joan Baez con ojos de pescado al horno y el padre es Billy Ocean, ambos en sus años mozos (han vuelto de la tumba para hacer unas complementarias en Hacienda). Por lo demás, la que más mola es la madre de la amiguita que repartió leña como Éowyn junto a Frodo y Aragorn y gasta tela de mala uva en esta peli, me recuerda un muchito a mi ex. Por lo demás, ¡están preparando la secuela! Eso sí que da miedo.
Huid insensatos.