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7,9
106.238
Ciencia ficción. Drama. Aventuras
Al ver que la vida en la Tierra está llegando a su fin, un grupo de exploradores dirigidos por el piloto Cooper (McConaughey) y la científica Amelia (Hathaway) emprende una misión que puede ser la más importante de la historia de la humanidad: viajar más allá de nuestra galaxia para descubrir algún planeta en otra que pueda garantizar el futuro de la raza humana. (FILMAFFINITY)
18 de noviembre de 2014
18 de noviembre de 2014
273 de 470 usuarios han encontrado esta crítica útil
El que esto escribe no sólo es un gran aficionado a la "ciencia ficción dura" y a la divulgación científica, sino que estaba esperando como agua de mayo el estreno de esta producción. Y la decepción no ha podido ser mayor. En mi opinión, INTERSTELLAR (2014) es una de las peores películas de ciencia ficción rodadas en los últimos años. Sólo se salva la recreación cinematográfica de un agujero de gusano y de un agujero negro. El resto no es más que basura interestelar llena de errores y desatinos pasmosos.
Si ya fuimos muchos los que nos subimos por las paredes con los disparates científicos de esa otra presunta "obra maestra" (por fortuna ya casi olvidada por todo el mundo) que fue GRAVITY (2013), esta nueva "obra cumbre" del cine de la c/f que se supone que es INTERSTELLAR no le va a la zaga. Su director, Cristopher Nolan, se nos pone en plan trascendente y pedante tratando de imitar a Kubrick y a su aclamada 2001 ODISEA EN EL ESPACIO (1968) película que, reconozcámoslo, es una gran obra, pero también un ladrillo de padre y muy señor mío. Y claro, el amigo Nolan, como suele ocurrirle a todos los pedantes, la caga pero a base de bien. Eso sí, la campaña de marketing que ha tratado de presentar esta película como el no va más de la c/f les ha quedado redonda.
Vamos a dejar de lado el aspecto melodramático de la primera parte, lacrimógena a más no poder, aunque muy vinculada a la resolución de la película (que, a mi modo de ver, no tiene ni pies ni cabeza, pero esa es otra cuestión). Centrémonos en los agujeros del guión. Ojo, que lo que sigue es un puro spoiler.
Uno de los más clamorosos ha sido señalado por muchos aficionados a las cosas del espacio: ¿Por qué el avión espacial ("ranger") en el que viajan Cooper y sus compañeros tiene que ser lanzado desde la Tierra por una cohete pesado tipo SLV o Saturno 5 cuando resulta que ese avión es perfectamente capaz de aterrizar y despegar no un sino dos veces de planetas de gravedad similar o superior a la de nuestro mundo? Su sistema de propulsión parece fabuloso, máxime cuando no se ven por ningún sitio los depósitos de combustible y tanto el motor como las toberas parecen reducidos a la mínima expresión.
Pero sigamos. La "Endurance" entra en un agujero de gusano y ¡SE VA A OTRA GALAXIA!.
Ahí es nada. No se van a otro sistema solar en la Vía Láctea, no (total, sólo hay 100.000 millones de estrellas con billones de planetas): puestos a hacer viajes, hagámoslos a lo grande, parecen pensar los guionistas. Vamos, que lo que a los protagonistas de la serie "Stargate Universe" les hacía temblar, para Cooper y sus colegas es como irse de fin de semana a Andorra. Y encima, los planetas de destino no orbitan una estrella o un sistema binario, sino ¡un agujero negro supermasivo!
Mira que habrá estrellas con planetas en el universo, pero se ve que el asesor científico Kim Thorne tenía ganas de rizar el rizo.
Y por cierto, hablando de agujeros de gusano, minutos antes en la película, el profesor Brand (Michael Caine) y sus colegas de la NASA le dicen a Cooper (con el que, por cierto, no contaban) que la transmisión de información desde las misiones previas tripuladas y robots es muy complicada a través del agujero y que solo se han podido recibir informaciones muy limitadas.
¿CÓMOOORRR? ¿Puedes hacer pasar un objeto sólido macroscópico a través de un agujero de gusano pero tienes dificultades para hacer pasar una transmisión láser, por ejemplo? ¡Venga ya! ¿Nos han tomado por tontos?
¿Y qué me dice Vd. del gilipollesco momento en que el cosmonauta negro le explica al protagonista cómo funciona un agujero de gusano?
A ver, ¿un astronauta e ingeniero espacial que conoce la teoría de la relatividad pero que no sabe qué es y cómo funciona un agujero de gusano? ¡Por favor! La explicación está claramente dirigida al público, pero lo han hecho de forma en extremo chapucera. Esa explicación se la habría tenido que dar Cooper a sus hijos o a su padre, pero se ve que a los guionistas se les olvidó y tuvieron que meterlo luego con calzador en un momento en que no venía a cuento.
Tal y como lo presentan, da la impresión de que los de la NASA metieron a Cooper en la misión sin molestarse mucho en darle toda la información disponible sobre los planetas de destino, un poco en plan "Tú llegas, bajas, miras aquello, recoges los datos y te vuelves". Cooper va sobrado, porque además el tío es más listo que el hambre y a él solito se le ocurren las soluciones más molonas para evitar los desfases temporales antes de descender al primer planeta, soluciones que a ninguno de los cerebritos de la Tierra se les había pasado por la cabeza, claro.
Y ya que hablamos de nuestros heroicos protagonistas, no podemos dejar a un lado a los sorprendentes co-protagonistas de la cinta: unos horrendos pero sobradamente preparados LEGO-robots que lo mismo sirven para un roto que para un descosido y que disfrutan de las ventajas de una inteligencia artificial avanzadísima y de unas capacidades físicas realmente pasmosas.
Dejando de lado lo improbable de esa tecnología en el mundo pre-apocalíptico terrestre que se nos presenta (que parece ser el nuestro en no mucho más allá de dos o tres décadas), la pregunta obvia es: si disponen de esa tecnología robótica, ¿PARA QUÉ DEMONIOS NECESITAN MANDAR MISIONES TRIPULADAS POR HUMANOS?
A lo que se ve, esos robots son perfectamente capaces de llevar adelante misiones de exploración, y no sólo de planetas, sino del propio agujero negro ("Gargantúa") alrededor del que orbitan esos mundos. Sólo necesitan energía pero ni alimentos, ni sistemas de soporte vital, ni sistemas de hibernación, ni cervezas, ni pantuflas, ni condones, ni nada por el estilo. Y la explicación con la que se trata de dar respuesta a esta obvia pregunta es que los robots carecen del "instinto de supervivencia" de los humanos pues... como que no cuela. (SIGUE EN EL SPOILER)
Si ya fuimos muchos los que nos subimos por las paredes con los disparates científicos de esa otra presunta "obra maestra" (por fortuna ya casi olvidada por todo el mundo) que fue GRAVITY (2013), esta nueva "obra cumbre" del cine de la c/f que se supone que es INTERSTELLAR no le va a la zaga. Su director, Cristopher Nolan, se nos pone en plan trascendente y pedante tratando de imitar a Kubrick y a su aclamada 2001 ODISEA EN EL ESPACIO (1968) película que, reconozcámoslo, es una gran obra, pero también un ladrillo de padre y muy señor mío. Y claro, el amigo Nolan, como suele ocurrirle a todos los pedantes, la caga pero a base de bien. Eso sí, la campaña de marketing que ha tratado de presentar esta película como el no va más de la c/f les ha quedado redonda.
Vamos a dejar de lado el aspecto melodramático de la primera parte, lacrimógena a más no poder, aunque muy vinculada a la resolución de la película (que, a mi modo de ver, no tiene ni pies ni cabeza, pero esa es otra cuestión). Centrémonos en los agujeros del guión. Ojo, que lo que sigue es un puro spoiler.
Uno de los más clamorosos ha sido señalado por muchos aficionados a las cosas del espacio: ¿Por qué el avión espacial ("ranger") en el que viajan Cooper y sus compañeros tiene que ser lanzado desde la Tierra por una cohete pesado tipo SLV o Saturno 5 cuando resulta que ese avión es perfectamente capaz de aterrizar y despegar no un sino dos veces de planetas de gravedad similar o superior a la de nuestro mundo? Su sistema de propulsión parece fabuloso, máxime cuando no se ven por ningún sitio los depósitos de combustible y tanto el motor como las toberas parecen reducidos a la mínima expresión.
Pero sigamos. La "Endurance" entra en un agujero de gusano y ¡SE VA A OTRA GALAXIA!.
Ahí es nada. No se van a otro sistema solar en la Vía Láctea, no (total, sólo hay 100.000 millones de estrellas con billones de planetas): puestos a hacer viajes, hagámoslos a lo grande, parecen pensar los guionistas. Vamos, que lo que a los protagonistas de la serie "Stargate Universe" les hacía temblar, para Cooper y sus colegas es como irse de fin de semana a Andorra. Y encima, los planetas de destino no orbitan una estrella o un sistema binario, sino ¡un agujero negro supermasivo!
Mira que habrá estrellas con planetas en el universo, pero se ve que el asesor científico Kim Thorne tenía ganas de rizar el rizo.
Y por cierto, hablando de agujeros de gusano, minutos antes en la película, el profesor Brand (Michael Caine) y sus colegas de la NASA le dicen a Cooper (con el que, por cierto, no contaban) que la transmisión de información desde las misiones previas tripuladas y robots es muy complicada a través del agujero y que solo se han podido recibir informaciones muy limitadas.
¿CÓMOOORRR? ¿Puedes hacer pasar un objeto sólido macroscópico a través de un agujero de gusano pero tienes dificultades para hacer pasar una transmisión láser, por ejemplo? ¡Venga ya! ¿Nos han tomado por tontos?
¿Y qué me dice Vd. del gilipollesco momento en que el cosmonauta negro le explica al protagonista cómo funciona un agujero de gusano?
A ver, ¿un astronauta e ingeniero espacial que conoce la teoría de la relatividad pero que no sabe qué es y cómo funciona un agujero de gusano? ¡Por favor! La explicación está claramente dirigida al público, pero lo han hecho de forma en extremo chapucera. Esa explicación se la habría tenido que dar Cooper a sus hijos o a su padre, pero se ve que a los guionistas se les olvidó y tuvieron que meterlo luego con calzador en un momento en que no venía a cuento.
Tal y como lo presentan, da la impresión de que los de la NASA metieron a Cooper en la misión sin molestarse mucho en darle toda la información disponible sobre los planetas de destino, un poco en plan "Tú llegas, bajas, miras aquello, recoges los datos y te vuelves". Cooper va sobrado, porque además el tío es más listo que el hambre y a él solito se le ocurren las soluciones más molonas para evitar los desfases temporales antes de descender al primer planeta, soluciones que a ninguno de los cerebritos de la Tierra se les había pasado por la cabeza, claro.
Y ya que hablamos de nuestros heroicos protagonistas, no podemos dejar a un lado a los sorprendentes co-protagonistas de la cinta: unos horrendos pero sobradamente preparados LEGO-robots que lo mismo sirven para un roto que para un descosido y que disfrutan de las ventajas de una inteligencia artificial avanzadísima y de unas capacidades físicas realmente pasmosas.
Dejando de lado lo improbable de esa tecnología en el mundo pre-apocalíptico terrestre que se nos presenta (que parece ser el nuestro en no mucho más allá de dos o tres décadas), la pregunta obvia es: si disponen de esa tecnología robótica, ¿PARA QUÉ DEMONIOS NECESITAN MANDAR MISIONES TRIPULADAS POR HUMANOS?
A lo que se ve, esos robots son perfectamente capaces de llevar adelante misiones de exploración, y no sólo de planetas, sino del propio agujero negro ("Gargantúa") alrededor del que orbitan esos mundos. Sólo necesitan energía pero ni alimentos, ni sistemas de soporte vital, ni sistemas de hibernación, ni cervezas, ni pantuflas, ni condones, ni nada por el estilo. Y la explicación con la que se trata de dar respuesta a esta obvia pregunta es que los robots carecen del "instinto de supervivencia" de los humanos pues... como que no cuela. (SIGUE EN EL SPOILER)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Más desatinos. Parece ser que el agujero negro es supermasivo, de lo que se deduce que los efectos gravitatorios en el borde del horizonte de los sucesos son relativamente moderados y permiten la existencia de planetas. OK, Pero entonces...
¿De dónde sale la luz que ilumina esos mundos? No hay ninguna estrella cercana. ¿Del disco de acreción que rodea el agujero negro? Se supone, pero eso significa también que el disco debería estar emitiendo radiaciones de todo tipo, incluídas rayos X y gamma ¿Cómo es posible que esos mundos no hayan sido sofritos y esterilizados por la radiación? ¿Cómo pueden tener atmósferas y mares?¿Cómo es posible que en el otro planeta hay "nubes sólidas" flotando en la atmósfera de un planeta con un 80% de la gravedad terrestre?
Pero hay un desatino todavía mayor, un error garrafal de guión que ha dejado pasmado a más de un espectador.
Resulta que debido a la fuerza gravitatoria del agujero, en el "planeta de Miller" se producen grandes distorsiones temporales que se traducen en que una hora en su superficie equivalen a siete años en la Tierra o en la nave en órbita. Venga, vale: nos lo creemos sin preguntarnos cómo es posible que el planeta sobreviva. El problema es que, antes de bajar, habían estimado que el paseo sería rápido, que estarían por allí menos de media hora (del planeta) y que eso equivaldría a dos años en la nave en órbita, tiempo que su compañero pasará "estudiando la gravedad del agujero". Pero cuando éste les recibe tras atracar con el "Endurance" han pasado... ¡23 AÑOS!
¿Cómo es posible que menos de 7 años se han convertido en 23? ¡Si no han estado NI UNA HORA en el planeta! ¿Cómo se explica esto? De ninguna manera. Simplemente, es una necesidad dramática para la subsiguiente escena lacrimógena de los mensajes de la Tierra.
Pero ya puestos, se nos ocurren algunas preguntas:
¿Qué ha comido el astronauta negro durante 23 años?
¿De dónde ha sacado el batín de cuadros que luce?
Más cosas: se supone que el agujero de gusano lo han construido unos seres pentadimensionales que no son sino los descendientes remotos de la Humanidad. Vale, pero si esos seres tenían la NECESIDAD de intervenir en favor del pasado de su especie para evitar su extinción, es que entonces estamos en un bucle temporal, lo que no hace sino enredar más la madeja. Y ya puestos, ¿unos seres casi todopoderosos tienen que complicarse tanto la vida para comunicarse con sus antepasados tridimensionales y liarlo todo con lo de los libros, el morse y las "anomalías gravitatorias"? Caray, cualquier dios que se respete a sí mismo es más práctico. ¡¡Hablen claro, leches, que la Humanidad está a punto de espicharla!!
Y para el final me he dejado otro desatino: la hija de Cooper, a punto de palmarla ya que está afectada por el largo viaje y la hibernación, está en una habitación de un hospital de la estación espacial rodeada por sus afligidos familiares. Allí está también su padre, al que nadie hace ni puto caso pese a tratarse del primer ser humano que ha atravesado un agujero de gusano, ha explorado otra galaxia, ha cruzado un agujero negro y ha estado un rato en una realidad pentadimensional salvando a la Humanidad... No me extraña que el hombre se encuentre descolocado. Menos mal que la hija de dice: "Tú vete que yo me quedo con estos". Vale, pero ¿a donde? Fácil: al tercer planeta que orbita el agujero negro al otro lado del agujero de gusano; allí le está esperando su compañera de aventuras. Pero la pregunta es: ¿CÓMO LO SABE LA HIJA? Porque de la otra astronauta superviviente no había vuelto a saberse nada...
En fin, como puede verse, hay demasiados disparates juntos en los 169 minutos que dura INTERSTELLAR como para tomarse en serio la supuesta base científica de la película.
(la crítica completa en http://www.latinquasar.org/index.php?option=com_smf&Itemid=61&topic=12912.msg141229#msg141229)
¿De dónde sale la luz que ilumina esos mundos? No hay ninguna estrella cercana. ¿Del disco de acreción que rodea el agujero negro? Se supone, pero eso significa también que el disco debería estar emitiendo radiaciones de todo tipo, incluídas rayos X y gamma ¿Cómo es posible que esos mundos no hayan sido sofritos y esterilizados por la radiación? ¿Cómo pueden tener atmósferas y mares?¿Cómo es posible que en el otro planeta hay "nubes sólidas" flotando en la atmósfera de un planeta con un 80% de la gravedad terrestre?
Pero hay un desatino todavía mayor, un error garrafal de guión que ha dejado pasmado a más de un espectador.
Resulta que debido a la fuerza gravitatoria del agujero, en el "planeta de Miller" se producen grandes distorsiones temporales que se traducen en que una hora en su superficie equivalen a siete años en la Tierra o en la nave en órbita. Venga, vale: nos lo creemos sin preguntarnos cómo es posible que el planeta sobreviva. El problema es que, antes de bajar, habían estimado que el paseo sería rápido, que estarían por allí menos de media hora (del planeta) y que eso equivaldría a dos años en la nave en órbita, tiempo que su compañero pasará "estudiando la gravedad del agujero". Pero cuando éste les recibe tras atracar con el "Endurance" han pasado... ¡23 AÑOS!
¿Cómo es posible que menos de 7 años se han convertido en 23? ¡Si no han estado NI UNA HORA en el planeta! ¿Cómo se explica esto? De ninguna manera. Simplemente, es una necesidad dramática para la subsiguiente escena lacrimógena de los mensajes de la Tierra.
Pero ya puestos, se nos ocurren algunas preguntas:
¿Qué ha comido el astronauta negro durante 23 años?
¿De dónde ha sacado el batín de cuadros que luce?
Más cosas: se supone que el agujero de gusano lo han construido unos seres pentadimensionales que no son sino los descendientes remotos de la Humanidad. Vale, pero si esos seres tenían la NECESIDAD de intervenir en favor del pasado de su especie para evitar su extinción, es que entonces estamos en un bucle temporal, lo que no hace sino enredar más la madeja. Y ya puestos, ¿unos seres casi todopoderosos tienen que complicarse tanto la vida para comunicarse con sus antepasados tridimensionales y liarlo todo con lo de los libros, el morse y las "anomalías gravitatorias"? Caray, cualquier dios que se respete a sí mismo es más práctico. ¡¡Hablen claro, leches, que la Humanidad está a punto de espicharla!!
Y para el final me he dejado otro desatino: la hija de Cooper, a punto de palmarla ya que está afectada por el largo viaje y la hibernación, está en una habitación de un hospital de la estación espacial rodeada por sus afligidos familiares. Allí está también su padre, al que nadie hace ni puto caso pese a tratarse del primer ser humano que ha atravesado un agujero de gusano, ha explorado otra galaxia, ha cruzado un agujero negro y ha estado un rato en una realidad pentadimensional salvando a la Humanidad... No me extraña que el hombre se encuentre descolocado. Menos mal que la hija de dice: "Tú vete que yo me quedo con estos". Vale, pero ¿a donde? Fácil: al tercer planeta que orbita el agujero negro al otro lado del agujero de gusano; allí le está esperando su compañera de aventuras. Pero la pregunta es: ¿CÓMO LO SABE LA HIJA? Porque de la otra astronauta superviviente no había vuelto a saberse nada...
En fin, como puede verse, hay demasiados disparates juntos en los 169 minutos que dura INTERSTELLAR como para tomarse en serio la supuesta base científica de la película.
(la crítica completa en http://www.latinquasar.org/index.php?option=com_smf&Itemid=61&topic=12912.msg141229#msg141229)