Hace muchos años que no escribo ninguna crítica. Sin embargo, me siento asqueada del acoso y derribo que ha sufrido la película y su protagonista, la actriz Rachel Zegler, durante las últimas semanas. Así que sólo quiero dejar un pequeña nota positiva, que seguramente se perderá en el mar de ensañamiento y odio injustificados que se leen por aquí.

La sociedad de 2025 no augura un futuro muy halagüeño. Las personas no saben usar las redes sociales; no entienden que las normas de educación y respeto básicas deberían replicarse en las interacciones online. No recuerdan que las palabras hacen daño hasta que pasa una desgracia, y entonces todos a llorar y a cubrirse de gloria hablando de bullying. Los niveles de hipocresía son exasperantes.

Volviendo a Blancanieves, me voy a limitar a señalar algo que me parece obvio, aunque la mayoría de la gente suele pasar por alto: los cuentos infantiles están dirigidos... al público infantil. Por mucho que una cinta sea familiar y la puedan disfrutar personas de todas las edades, la realidad es que el target son niños y niñas. Personitas en edad de formarse que reciben valores a través de diferentes fuentes e influencias, entre las que se incluye el cine.

Por ese motivo es tan importante la reformulación de los cuentos infantiles. A lo mejor, si mi generación -la panda de llorones de 35 años que se rasgan las vestiduras porque Blancanieves no es lo suficientemente blanca- hubiera visto más diversidad en las películas, a lo mejor, sólo a lo mejor, hoy en día no tendría que leer discursos totalmente racistas y misóginos legitimados por la supuesta autenticidad de la historia.

Si Blancanieves fuera tan fiel a su historia original, la madrastra terminaría con zapatos candentes y quemada viva. Sé que la mayoría de vosotros no, pero yo prefiero un cuento en que Blancanieves quiere ser la dirigente de su país, se enamora y, sobre todo, es hermosa por dentro. Su belleza interior es infinitamente mayor a la de la madrastra, y por esto ésta nunca estará a su altura. Nuevos valores para nuevas generaciones; ya no es una competición de belleza si no de integridad.

Basta de criticar por criticar, basta del review bombing simplemente porque no os gusta que una latina encarne un rol... Blancanieves nació en un día de nieve; solucionado el problema. Sinceramente, yo disfruté la película, incluso con sus fallos. Me lo pasé bien y disfruté de las canciones y de la historia, y Zegler hace un excelente trabajo. Y me apena que los prejuicios de muchos les hagan no ser justos con una película que debería tener al menos un aprobado y no un suspenso hecho con mala saña.