Y si no eres niño ni adolescente esta serie te puede parecer el típico producto sin salida que encuentra su sitio en ese cajón de sastre que es Netflix.

Es una serie hecha con mezcla de ideas de otras series que han tenido éxito y como lo han hilado bien, pues también tendrá éxito. Es lo que antes se llamaba "usar la fórmula para el éxito".

No encuentro nada destacable en la serie pero tampoco nada fuera de lugar. Supongo que el movimiento retrowoke dirá que la industria del entretenimiento se está pasando con tanta inclusión de relaciones no heterosexuales que condena su iglesia, y con colores de piel solo aptas para esclavos, pero es parte de la fórmula para tener más espectadores y, lo que es más importante, para recaudar más.

Recomendada para la misma edad que "La princesa prometida" o que "Willow".