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Voto de Miquel:
7

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7
6,5
483
Western. Romance
Durante la Guerra Civil Norteamericana (1861-1865) un oficial de la Unión, el capitán Kerry Bradford (Errol Flynn), se escapa de una prisión de la Confederación y se dirige a Virginia City, en Nevada. Una vez allí, Kerry se entera de que el antiguo comandante de la prisión, el capitán Vance Irby (Randolph Scott), tiene intención de enviar un cargamento de oro por valor de 5 millones de dólares para ayudar a los confederados. (FILMAFFINITY) [+]
22 de septiembre de 2009
22 de septiembre de 2009
17 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Western realizado por Michael Curtiz con gran parte del equipo de producción de “Dodge City” (Curtiz, 1939) con el objetivo de aprovechar el tirón del éxito del mismo. El guión, de Robert Bruckner (“Dodge City) con la colaboración de Norman R. Raine y Howard Koch (no acreditados), se inspira en hechos reales que combina con personajes de ficción. Se rueda en escenarios exteriores de Arizona (Sedona, Desierto Pintado...), California (Lake Sherwood, Vazquez Rocks Natural Park...), Warner Ranch (Calabazas, CA) y el mismo plató de la ciudad de “Dodge City”, de los Warner Studios. El rodaje se inicia a finales de octubre de 1939. Producido por Hal B. Wallis para la Warner, se proyecta en sesión de preestreno el 16-III-1940 (Virginia City, Nevada).
La acción dramática tiene lugar en Virginia City, Richmond (Virginia), Morgantown (Kentucky), y en el recorrido de Virginia City a Richmond pasando por Texas. El espectador ha de evitar la confusión de Virginia City (Nevada) y el estado de Virginia. El relato comienza el 7-IX-1864 y finaliza el 8-IV-1865. Como indica el prólogo, se narra la proeza de 73 personas (mayores y niños) que en XII/1864 inician un viaje épico, digno de ser recordado.
El film suma western, drama, acción, guerra, romance e historia. Es un western clásico que incorpora los tópicos del género, como el héroe inteligente, valiente, audaz y generoso, que se sacrifica en beneficio de los intereses generales. No falta la heroína que enamora, las persecuciones a caballo, la diligencia, asaltos, la cantina (“saloon”), los forajidos, el malvado, el banquero, los sombreros vaqueros, la caravana de carretas y su disposición ocasional en círculo de defensa, la Caballería de la Unión, pistolas, rifles, huidas y persecuciones, etc. La acción se enmarca en el contexto de las postrimerías de la Guerra Civil, que aporta profundidad a la acción, exalta el heroísmo anónimo, denuncia los sufrimientos de la guerra y desvela las penalidades de militares y civiles de ambos bandos, etc. El viaje por una ruta que prima la seguridad sobre la rapidez se desarrolla entre amenazas naturales (sequía, deshidratación...), metereológicas (tormenta de arena), sobreesfuerzos humanos (agotamiento), traiciones y asaltos (bandidos), etc.
Es interesante el duelo de actores que se establece entre un veterano del género (Scott) y un intérprete más joven, en plenitud de facultades (30 años), que goza de una alta popularidad y que participa en su segundo western. Mientras Scott entrega un papel contenido, serio, eficaz y muy gestual (expresiones del rostro), Flynn compone una interpretación pletórica de actividad, riesgos, jovialidad y arrojo, que para mi queda por debajo de la de Scott.
La narración se caracteriza por la acumulación de secuencias largas, de interior (cantina) y de exterior (viaje). No restan dinamismo al relato ya que incorporan escenas de acción trepidante, rápidas y variadas. Aportan, por el contrario, prestancia, solemnidad y aires épicos.
La acción dramática tiene lugar en Virginia City, Richmond (Virginia), Morgantown (Kentucky), y en el recorrido de Virginia City a Richmond pasando por Texas. El espectador ha de evitar la confusión de Virginia City (Nevada) y el estado de Virginia. El relato comienza el 7-IX-1864 y finaliza el 8-IV-1865. Como indica el prólogo, se narra la proeza de 73 personas (mayores y niños) que en XII/1864 inician un viaje épico, digno de ser recordado.
El film suma western, drama, acción, guerra, romance e historia. Es un western clásico que incorpora los tópicos del género, como el héroe inteligente, valiente, audaz y generoso, que se sacrifica en beneficio de los intereses generales. No falta la heroína que enamora, las persecuciones a caballo, la diligencia, asaltos, la cantina (“saloon”), los forajidos, el malvado, el banquero, los sombreros vaqueros, la caravana de carretas y su disposición ocasional en círculo de defensa, la Caballería de la Unión, pistolas, rifles, huidas y persecuciones, etc. La acción se enmarca en el contexto de las postrimerías de la Guerra Civil, que aporta profundidad a la acción, exalta el heroísmo anónimo, denuncia los sufrimientos de la guerra y desvela las penalidades de militares y civiles de ambos bandos, etc. El viaje por una ruta que prima la seguridad sobre la rapidez se desarrolla entre amenazas naturales (sequía, deshidratación...), metereológicas (tormenta de arena), sobreesfuerzos humanos (agotamiento), traiciones y asaltos (bandidos), etc.
Es interesante el duelo de actores que se establece entre un veterano del género (Scott) y un intérprete más joven, en plenitud de facultades (30 años), que goza de una alta popularidad y que participa en su segundo western. Mientras Scott entrega un papel contenido, serio, eficaz y muy gestual (expresiones del rostro), Flynn compone una interpretación pletórica de actividad, riesgos, jovialidad y arrojo, que para mi queda por debajo de la de Scott.
La narración se caracteriza por la acumulación de secuencias largas, de interior (cantina) y de exterior (viaje). No restan dinamismo al relato ya que incorporan escenas de acción trepidante, rápidas y variadas. Aportan, por el contrario, prestancia, solemnidad y aires épicos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El guión, elaborado con cierta precipitación, contiene algunos errores de gran apariencia, aunque de escasa o nula relevancia. Es anacrónica la participación de John Murrell (Bogart), fallecido en torno a 1845, en hechos ocurridos 20 años después. La película atesora méritos importantes como la denuncia fundada del trato inhumano de los presos unionistas en la prisión de Libby, la agobiante situación de los ciudadanos pro-confederados en una localidad unionista tan exaltada como Virginia City, la presencia de adolescentes y la atención que se les presta, el papel activo y digno que se atribuye a la heroína (canta, baila, observa y aporta iniciativas). El film se inspira en el clasicismo de John Ford y su estilo de trabajo. La secuencia de la conversación en el interior de la diligencia muestra paralelismos y coincidencias con “La diligencia” (Ford, 1939). La secuencia de exterior que recoge la tarea de recuperar el control del tiro del vehículo también luce similitudes parecidas.
El tema de la reconciliación y la llamada de todos los ciudadanos a la tarea común de construir un país libre y próspero halaga el ánimo del espectador, pero no se corresponde con una realidad que fue menos amable. Jeff Davis (1808-1889), presidente de los Estados Confederados, cumple 2 años de prisión y 2 de destierro, hasta que puede regresar a su Virginia natal para dedicarse exclusivamente a tareas privadas. Esto no lo dice el film, claro. Lo dice la historia.
La película es entretenida, emocionante y divertida, pese a algunos toques demagógicos. No alcanza los niveles de calidad de su precedente “Dodge City”, pero no queda muy a la zaga. Su éxito es inferior, pero más que aceptable. El rodaje en B/N es debido a las restricciones presupuestarias que se imponen a raíz del inicio en Europa de la IIGM (1-IX-1939). La comicidad que salpica la cinta corre a cargo, sobre todo, de la pareja formada por “Marblehead” (Williams) y “Moose” (Hale).
La banda sonora, de Max Steiner, es vibrante, potente, emotiva y de tonos solemnes, como es habitual en el compositor. Realza el sentido épico del viaje y la importancia de las propuestas finales. Adapta canciones patrióticas, como “The Battle Hymn of the Republic” y “I Wish I Wash in Dixie’s Land”, canciones de entretenimiento (“Oh Susana”) y composiciones rítmicas de baile (“Can Can Instrumental”). La fotografía, de Sol Polito, ofrece una narración visual de gran belleza plástica. Exalta los paisajes grandiosos y desérticos, que muestra desde diversas perspectivas y con diferentes intenciones. Las luces son contrastadas y proyectan sombras de excelente dibujo. Añade numerosos primeros planos descriptivos y barridos de cámara para evitar cortes y crear sensaciones de proximidad. Es francamente acertada la imagen de Lincoln proyectada en sombra sobre una hoja de papel.
Bibliografia
Gabriele LUCCI, “Oro, amor y sangre”, ‘Western’, págs. 176-177, Electa ed., Barcelona 2005.
El tema de la reconciliación y la llamada de todos los ciudadanos a la tarea común de construir un país libre y próspero halaga el ánimo del espectador, pero no se corresponde con una realidad que fue menos amable. Jeff Davis (1808-1889), presidente de los Estados Confederados, cumple 2 años de prisión y 2 de destierro, hasta que puede regresar a su Virginia natal para dedicarse exclusivamente a tareas privadas. Esto no lo dice el film, claro. Lo dice la historia.
La película es entretenida, emocionante y divertida, pese a algunos toques demagógicos. No alcanza los niveles de calidad de su precedente “Dodge City”, pero no queda muy a la zaga. Su éxito es inferior, pero más que aceptable. El rodaje en B/N es debido a las restricciones presupuestarias que se imponen a raíz del inicio en Europa de la IIGM (1-IX-1939). La comicidad que salpica la cinta corre a cargo, sobre todo, de la pareja formada por “Marblehead” (Williams) y “Moose” (Hale).
La banda sonora, de Max Steiner, es vibrante, potente, emotiva y de tonos solemnes, como es habitual en el compositor. Realza el sentido épico del viaje y la importancia de las propuestas finales. Adapta canciones patrióticas, como “The Battle Hymn of the Republic” y “I Wish I Wash in Dixie’s Land”, canciones de entretenimiento (“Oh Susana”) y composiciones rítmicas de baile (“Can Can Instrumental”). La fotografía, de Sol Polito, ofrece una narración visual de gran belleza plástica. Exalta los paisajes grandiosos y desérticos, que muestra desde diversas perspectivas y con diferentes intenciones. Las luces son contrastadas y proyectan sombras de excelente dibujo. Añade numerosos primeros planos descriptivos y barridos de cámara para evitar cortes y crear sensaciones de proximidad. Es francamente acertada la imagen de Lincoln proyectada en sombra sobre una hoja de papel.
Bibliografia
Gabriele LUCCI, “Oro, amor y sangre”, ‘Western’, págs. 176-177, Electa ed., Barcelona 2005.