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8

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7,4
1.883
Drama. Cine negro
A principios del siglo XX, oleadas de emigrantes procedentes de Europa llegaban a la populosa ciudad de Nueva York. Todos albergaban la esperanza de hacer realidad sus sueños de prosperidad. Muchos procedían de Italia, como la familia de Gino Monetti, un barbero ambicioso y autoritario, que emigró con su paciente mujer y sus cuatro hijos, todos muy distintos tanto psicológica como físicamente. Con los años, Monetti amasó una enorme ... [+]
18 de junio de 2009
18 de junio de 2009
38 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Séptimo largometraje del realizador Joseph Leo Mankiewicz (1909-93), film en general poco conocido y con frecuencia olvidado. El guión, de Philip Yordan y Joseph L. Mankiewicz (no acreditado), adapta por primera vez la novela “I’ll Never Go There Anymore” (1941), de Jerome Weidman (1913-98), lejanamente inspirada en “El rey Lear”, de William Shakespeare. Se rueda en los Fox Studios (Century City, L.A.). Gana el premio al mejor intérprete masculino (Robinson) del Festival de Cannes. Producido por Sol C. Siegel (“Lanza rota”, 1954) para la Fox, se estrena el 1-VII-1949 (EEUU).
La acción dramática tiene lugar en NYC en los años 30 y primeros 40. Max Monetti (Conte), abogado, hijo menor de los inmigrantes italianos Gino Monetti (Robinson) y Theresa (Minciotti), sale de prisión tras cumplir 7 años de condena por intento de soborno a un jurado. Recuerda la historia familiar en un largo flashback. Presta especial atención al carácter autoritario y tiránico del padre, y al hecho de que comenzó como humilde barbero en Mulberry Street, de Little Italy (NYC), y llegó a ser titular de una próspera empresa bancaria en el Lower East Side (NYC). Muestra cómo tiene problemas con Hacienda a causa de la manera de llevar el negocio, muy personal, anárquica, carente de libros y con formalizaciones de préstamos y depósitos sin los contratos preceptivos. Es denunciado por el Fisco ante los Tribunales por los presuntos delitos de administración temeraria de recursos ajenos, usura y evasión de impuestos. Ante la posibilidad de ser sancionado con una elevada multa y la pérdida de la licencia de actividad como banquero, decide traspasar todos sus bienes a la esposa.
El film suma drama, drama psicológico, drama familiar, drama social y elementos de cine negro. Obtiene gran éxito y es muy imitado en su momento. Poco tiempo después, la Fox produce una nueva adaptación de la novela de Weidman bajo la forma de western (“Lanza rota”, Dmytryk, 1954). Años más tarde, la misma productora lleva a la pantalla una tercera adaptación, en esta ocasión ambientada en el mundo del circo (“El gran espectáculo”, Clark, 1961).
El guión de Yordan incorpora aportaciones originales de Mankiewicz, especialmente patentes en los diálogos. Consta que éste hizo una revisión final del escrito, en el que introdujo modificaciones. La narración alcanza niveles elevados de dramatismo, que se basa en un hábil juego de tratos desconsiderados, tratos diferenciales, envidias, celos, ambiciones desmesuradas, odios, codicia y afanes de venganza. Son espléndidas las interpretaciones de Robinson, Conte y Hayward. Como es habitual en los trabajos de Mankiewicz, el relato contiene elipsis y sobreentendidos, que aligeran en texto, y pasajes trufados de ambigüedades.
(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
La acción dramática tiene lugar en NYC en los años 30 y primeros 40. Max Monetti (Conte), abogado, hijo menor de los inmigrantes italianos Gino Monetti (Robinson) y Theresa (Minciotti), sale de prisión tras cumplir 7 años de condena por intento de soborno a un jurado. Recuerda la historia familiar en un largo flashback. Presta especial atención al carácter autoritario y tiránico del padre, y al hecho de que comenzó como humilde barbero en Mulberry Street, de Little Italy (NYC), y llegó a ser titular de una próspera empresa bancaria en el Lower East Side (NYC). Muestra cómo tiene problemas con Hacienda a causa de la manera de llevar el negocio, muy personal, anárquica, carente de libros y con formalizaciones de préstamos y depósitos sin los contratos preceptivos. Es denunciado por el Fisco ante los Tribunales por los presuntos delitos de administración temeraria de recursos ajenos, usura y evasión de impuestos. Ante la posibilidad de ser sancionado con una elevada multa y la pérdida de la licencia de actividad como banquero, decide traspasar todos sus bienes a la esposa.
El film suma drama, drama psicológico, drama familiar, drama social y elementos de cine negro. Obtiene gran éxito y es muy imitado en su momento. Poco tiempo después, la Fox produce una nueva adaptación de la novela de Weidman bajo la forma de western (“Lanza rota”, Dmytryk, 1954). Años más tarde, la misma productora lleva a la pantalla una tercera adaptación, en esta ocasión ambientada en el mundo del circo (“El gran espectáculo”, Clark, 1961).
El guión de Yordan incorpora aportaciones originales de Mankiewicz, especialmente patentes en los diálogos. Consta que éste hizo una revisión final del escrito, en el que introdujo modificaciones. La narración alcanza niveles elevados de dramatismo, que se basa en un hábil juego de tratos desconsiderados, tratos diferenciales, envidias, celos, ambiciones desmesuradas, odios, codicia y afanes de venganza. Son espléndidas las interpretaciones de Robinson, Conte y Hayward. Como es habitual en los trabajos de Mankiewicz, el relato contiene elipsis y sobreentendidos, que aligeran en texto, y pasajes trufados de ambigüedades.
(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La definición de caracteres es sólida y convincente. Gino Monetti es el inmigrante siciliano llegado a principios del XX, austero y trabajador, ambicioso y anárquico, autoritario y rudo, caprichoso y algo primitivo, que ha alcanzado con esfuerzo y trabajo una posición privilegiada. Max Monetti es su hijo menor, que ha tenido más oportunidades que los otros hermanos por ser el más joven. Es el único que tiene estudios superiores, es abogado en ejercicio, trabaja de modo independiente y dispone de una buena clientela propia. La mamma Theresa es el prototipo de mujer sacrificada, callada, sumisa, trabajadora y marginada dentro de la familia. Irene Bennet, clienta de Max, es una mujer inteligente, de carácter firme, seductora, hermosa y sensual. Enamorada de él, siente celos del padre por la influencia que tiene sobre el hijo. Sabe callar, esperar tanto como haga falta y luchar por su amor. Los diálogos son rápidos, fluidos, agudos, ocurrentes y acerados.
Son escenas destacadas la entrevista del padre con los hijos en el dormitorio, los diálogos de Max e Irene en el apartamento, la entrevista de Max con los tres hermanos en el despacho de Joe, etc.
El film aporta informaciones de interés sobre la vida de los inmigrantes europeos llegados a EEUU a principios del XX. Huían de la crisis económica del Viejo Continente y buscaban los beneficios de la prosperidad americana. De su mano, se nos muestra el brillo del “sueño americano” y, a la vez, su fragilidad y sus limitaciones. Al ambientar la historia en los años 30, los de la Gran Depresión (1929-32) y siguientes, se aporta información sobre algunas de las consecuencias de la misma: paro, pobreza, desesperanza. Pone de manifiesto la fragilidad de las aspiraciones personales concentradas, exclusivamente o primordialmente, en el éxito económico. Denuncia la pobreza de espíritu de los envidiosos. Muestra las consecuencias disfuncionales de la educación autoritaria de los hijos. Glosa el sinsentido del odio y de los afanes de venganza, cuando la vida ofrece tantas y tantas cosas positivas al margen de los mismos.
La banda sonora, de Daniele Amfitheatrof, aporta fondos musicales jazzísticos con predominio del saxo, a la manera de las cintas de cine negro. Añade fragmentos de óperas, como “Rigoletto” (Verdi) y “El barbero de Sevilla” (Rossini). Ofrece tres fragmentos de canciones sensuales a cargo de Dolores Parker en el restaurante italiano ("Can’t We Talk It Over”). La fotografía, de Milton R. Krasner (“Eva al desnudo”, Mankiewicz, 1950), en B/N, crea composiciones de luz contrastada, abundancia de sombras y espacios opresivos.
Son escenas destacadas la entrevista del padre con los hijos en el dormitorio, los diálogos de Max e Irene en el apartamento, la entrevista de Max con los tres hermanos en el despacho de Joe, etc.
El film aporta informaciones de interés sobre la vida de los inmigrantes europeos llegados a EEUU a principios del XX. Huían de la crisis económica del Viejo Continente y buscaban los beneficios de la prosperidad americana. De su mano, se nos muestra el brillo del “sueño americano” y, a la vez, su fragilidad y sus limitaciones. Al ambientar la historia en los años 30, los de la Gran Depresión (1929-32) y siguientes, se aporta información sobre algunas de las consecuencias de la misma: paro, pobreza, desesperanza. Pone de manifiesto la fragilidad de las aspiraciones personales concentradas, exclusivamente o primordialmente, en el éxito económico. Denuncia la pobreza de espíritu de los envidiosos. Muestra las consecuencias disfuncionales de la educación autoritaria de los hijos. Glosa el sinsentido del odio y de los afanes de venganza, cuando la vida ofrece tantas y tantas cosas positivas al margen de los mismos.
La banda sonora, de Daniele Amfitheatrof, aporta fondos musicales jazzísticos con predominio del saxo, a la manera de las cintas de cine negro. Añade fragmentos de óperas, como “Rigoletto” (Verdi) y “El barbero de Sevilla” (Rossini). Ofrece tres fragmentos de canciones sensuales a cargo de Dolores Parker en el restaurante italiano ("Can’t We Talk It Over”). La fotografía, de Milton R. Krasner (“Eva al desnudo”, Mankiewicz, 1950), en B/N, crea composiciones de luz contrastada, abundancia de sombras y espacios opresivos.