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Voto de Miquel:
8

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8
7,7
121.926
Fantástico. Drama. Romance
Durante una noche de Navidad, una anciana le cuenta a su nieta la historia de Eduardo Manostijeras (Johnny Depp), un muchacho creado por un extravagante inventor (Vincent Price) que no pudo acabar su obra, dejando al joven con cuchillas en lugar de dedos. (FILMAFFINITY)
6 de noviembre de 2009
6 de noviembre de 2009
35 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Posiblemente el film más original y personal de Tim Burton (Burbank, 1958), considerado por algunos como una de las obras más hermosas del cine. El guión, de Carolina Thompson, desarrolla un argumento de Tim Burton y de la propia Carolina Thompson. Se rueda en escenarios exteriores de la ciudad de Lutz y en Dade City (Florida), con un presupuesto de 20 M USD. Es nominado a un Oscar (maquillaje). Producido por Tim Burton y Denise DiNovi para la Fox, se proyecta en sesión de preestreno el 6-XII-1990 (L.A.).
La acción dramática tiene lugar entre los últimos años 50 y primeros 60 del siglo pasado, en un lugar indeterminado de los EEUU. Pegg (Wiest), vendedora a domicilio de cosméticos Avon, y su marido Bill Boggs (Arkin) tienen una hija llamada Kim (Ryder), de la que está enamorado Jim (Hall). Un día Pegg encuentra en el desván del castillo donde vivía un sabio inventor (Price) un muñeco con vida llamado Eduardo Manostijeras (Deep), que ella decide llevar a su casa. Pegg es diligente, animosa y bondadosa, como corresponde a una transposición del hada buena. Bill, su marido, es el típico padre de clase media que, a causa del trabajo, se halla casi siempre ausente del hogar. Jim es musculoso, bravucón, envidioso, celoso y vengativo. Kim es ingenua, inexperta, manejable y veleidosa. Eduardo es tímido, está libre de toda maldad, tiene por manos unas tijeras, porque su creador muere antes de terminarlo. Es como un príncipe azul recluido en el cuerpo extravagante de un monstruo bondadoso y positivo.
El film suma comedia, drama, fantasía y romance. Se inspira en las historias de horror de la Hammer. Incluye referencias tomadas de Tod Browning y Walt Disney, de los centenarios cuentos de hadas paneuropeos, del mito de la bella y la bestia, del doctor loco, Frankenstein, Pinocho, etc. El resultado es una película conmovedora, maravillosa, extraña y admirable, que tiene un gran éxito de público y de crítica. Supone para el realizador su consagración como autor de primer orden dentro del género fantástico. No faltan toques de humor, como la simpática ninfomanía de Joyce (Baker).
Contrapone dos mundos opuestos y paralelos: el del mito representado por el castillo gótico semiderruido que domina la ciudad desde lo alto de una colina y el de la urbanización residencial, habitada por la mediocridad, la insignificancia, el convencionalismo, la vulgaridad y la superficialidad. La apariencia física del lugar se inspira en Burbank (CA), lugar de nacimiento de Burton. Incorpora todos los elementos propios de los cuentos milenarios: castillo, monstruo, doncella, multitud encolerizada, amor entre opuestos, etc.
La acción dramática tiene lugar entre los últimos años 50 y primeros 60 del siglo pasado, en un lugar indeterminado de los EEUU. Pegg (Wiest), vendedora a domicilio de cosméticos Avon, y su marido Bill Boggs (Arkin) tienen una hija llamada Kim (Ryder), de la que está enamorado Jim (Hall). Un día Pegg encuentra en el desván del castillo donde vivía un sabio inventor (Price) un muñeco con vida llamado Eduardo Manostijeras (Deep), que ella decide llevar a su casa. Pegg es diligente, animosa y bondadosa, como corresponde a una transposición del hada buena. Bill, su marido, es el típico padre de clase media que, a causa del trabajo, se halla casi siempre ausente del hogar. Jim es musculoso, bravucón, envidioso, celoso y vengativo. Kim es ingenua, inexperta, manejable y veleidosa. Eduardo es tímido, está libre de toda maldad, tiene por manos unas tijeras, porque su creador muere antes de terminarlo. Es como un príncipe azul recluido en el cuerpo extravagante de un monstruo bondadoso y positivo.
El film suma comedia, drama, fantasía y romance. Se inspira en las historias de horror de la Hammer. Incluye referencias tomadas de Tod Browning y Walt Disney, de los centenarios cuentos de hadas paneuropeos, del mito de la bella y la bestia, del doctor loco, Frankenstein, Pinocho, etc. El resultado es una película conmovedora, maravillosa, extraña y admirable, que tiene un gran éxito de público y de crítica. Supone para el realizador su consagración como autor de primer orden dentro del género fantástico. No faltan toques de humor, como la simpática ninfomanía de Joyce (Baker).
Contrapone dos mundos opuestos y paralelos: el del mito representado por el castillo gótico semiderruido que domina la ciudad desde lo alto de una colina y el de la urbanización residencial, habitada por la mediocridad, la insignificancia, el convencionalismo, la vulgaridad y la superficialidad. La apariencia física del lugar se inspira en Burbank (CA), lugar de nacimiento de Burton. Incorpora todos los elementos propios de los cuentos milenarios: castillo, monstruo, doncella, multitud encolerizada, amor entre opuestos, etc.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A lo largo del relato se tratan temas tan interesantes como la tendencia de los seres humanos a proyectar rechazo sobre la diferencia, la estigmatización de las personas que no se ajustan a los patrones convencionales, la marginación y exclusión social de las mismas, su persecución como causantes de males imaginarios, su utilización frecuente como chivos expiatorios, su empleo como víctimas de calumnias, etc. Muestra la dolorosa soledad de los diferentes, la hipocresía de la sociedad, el amor como causa de satisfacción y dolor, la complejidad y la oscura crueldad del mundo de los prejuicios, la importancia de la imaginación y la fantasía, la necesidad de asumir la diferencia y de integrar a las personas con discapacidad, la riqueza interior y el cúmulo de capacidades que suelen ocultarse tras las diferencias aparentes, etc. Glosa la necesidad biológica de los seres humanos de tener descendencia y el mito de la creación artificial de la vida, propio del género fantástico.
El relato presenta una buena construcción de caracteres, una opción muy interesante a favor de un planteamiento orientado a la profundidad, el análisis crítico, la superación de las apariencias engañosas, la ética de la comprensión y la solidaridad, la reivindicación de la fantasía, etc. La carga de la narración recae sobre Pegg, con lo que la historia se desgrana desde un punto de vista único, coherente y cautivador. Se hace uso del flashback y del flashback dentro del flashback.
La banda sonora, de Danny Elfman (“Charlie y la fábrica de chocolate”, 2005), ofrece una partitura de 17 cortes, que acompañan el film con precisión y sentido de la oportunidad. Destacan los temas “The Grand Finale”, “Beautiful World”, “Esmeralda” y otros. La fotografía, de Stefan Czapsky (“Batman vuelve”, 1992), en color, muestra preferencia por los tonos suaves y difuminados. Crea una cinta llena de encanto visual, original, insólita y deliciosa.
Bibliografia
Hilario J. RODRÍGUEZ, “Eduardo Manostijeras”, libreto DVD, 32 págs., Notorious ed., Madrid 2009.
Marcos MARCOS AZA, “Eduardo Manostijeras”, ‘Tim Burton’ pág. 121-141, Cátedra ed., Madrid 2007.
Joanna BERRY, “Eduardo Manostijeras”, ‘1.001 películas que hay que ver antes de morir’, pág. 797, Grijalbo ed., Barcelona 2006 (quinta edición).
Daniel MONZÓN, “”Eduardo Manostijeras”, ‘Antología crítica’, pág. 243-244, T&B ed., Madrid 2002.
El relato presenta una buena construcción de caracteres, una opción muy interesante a favor de un planteamiento orientado a la profundidad, el análisis crítico, la superación de las apariencias engañosas, la ética de la comprensión y la solidaridad, la reivindicación de la fantasía, etc. La carga de la narración recae sobre Pegg, con lo que la historia se desgrana desde un punto de vista único, coherente y cautivador. Se hace uso del flashback y del flashback dentro del flashback.
La banda sonora, de Danny Elfman (“Charlie y la fábrica de chocolate”, 2005), ofrece una partitura de 17 cortes, que acompañan el film con precisión y sentido de la oportunidad. Destacan los temas “The Grand Finale”, “Beautiful World”, “Esmeralda” y otros. La fotografía, de Stefan Czapsky (“Batman vuelve”, 1992), en color, muestra preferencia por los tonos suaves y difuminados. Crea una cinta llena de encanto visual, original, insólita y deliciosa.
Bibliografia
Hilario J. RODRÍGUEZ, “Eduardo Manostijeras”, libreto DVD, 32 págs., Notorious ed., Madrid 2009.
Marcos MARCOS AZA, “Eduardo Manostijeras”, ‘Tim Burton’ pág. 121-141, Cátedra ed., Madrid 2007.
Joanna BERRY, “Eduardo Manostijeras”, ‘1.001 películas que hay que ver antes de morir’, pág. 797, Grijalbo ed., Barcelona 2006 (quinta edición).
Daniel MONZÓN, “”Eduardo Manostijeras”, ‘Antología crítica’, pág. 243-244, T&B ed., Madrid 2002.