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Voto de Valkiria:
6

Voto de Valkiria:
6
7,2
43.349
Drama
Una aventura emocional en torno a una deslumbrante niña de once años, muy religiosa, que se enfrenta al mismo tiempo a dos acontecimientos que son completamente nuevos para ella: enamorarse y morir. 'Camino' es, sobre todo, una luz brillante capaz de atravesar todas y cada una de las tenebrosas puertas que se van cerrando ante ella, y que pretenden en vano sumir en la oscuridad su deseo de vivir, amar y sentirse definitivamente feliz. ... [+]
12 de agosto de 2009
12 de agosto de 2009
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
La fabulación, sueños y pesadillas de Camino, introducen pasajes oníricos en los que la pequeña sueña con participar en la Obra (de teatro) para acercarse a su amado Jesús (el chaval), resultando una acertadísima parábola con la que Fesser desmitifica la pretendida beatitud de Alexia, mostrándonosla como lo que es: una niña en edad de fantasear con su primer amor.
No me resulta extraño ni ajeno el retrato del Opus Dei que ofrece Fesser, (a una también la rondaron de niña). Y me refiero especialmente al papel de las numerarias auxiliares que trabajan en las residencias. O a las piedras en los zapatos, o a la radical amputación que sufren estas mujeres con respecto a sus familias para entregarse por entero a la Obra.
Tampoco dudo del cilicio, de la mortificación, del fanatismo, del dinero en el sobre y de la total carencia de autonomía personal de las numerarias auxiliares. Creo que Fesser ha conseguido trazar el blando perfil psicológico de estas esclavas de la élite eclesiástica a través de la figura de la hermana, para mí el personaje clave de la película y a través del cual, el cineasta nos introduce en los sagaces (que no sutiles), métodos de captación del prelado fundado por Escrivá de Balaguer.
Tampoco me choca el fanatismo de la madre (Carmen Elías) a quien escucho atónita decir: “Doy gracias a Dios por la enfermedad de nuestra hija”. Sin embargo, aquí, Fesser queriendo ahondar en su propósito de denostación del Opus se cuela. Ni responde a la historia real de la madre de Alexia González ni a la de madre alguna sobre la tierra. Fesser utiliza ese fanatismo para mostrarnos la alegría de la madre por la santidad de la hija; no, en realidad, entendido como único consuelo en el que encontrar refugio.
El acabose es el padre, personaje del cual se vale el director, para seguir jugando sólo a una banda (sin dar posibilidad de réplica a los aludidos): un ser anodino, al que ni le va ni le viene la Obra y que sin embargo, no mueve un dedo por evitar la fatal suerte de sus hijas.
Insisto aquí, en que, parejo al drama de la enfermedad que padece la niña, la auténtica tragedia la representa la hermana numeraria por la que el padre, apenas se inmuta. Cuando decide hacerlo, Fesser nos muestra su lado más tramposo (spoiler).
Por el retrato de los personajes (exceptuando el de la hermana: veraz) “Camino” es la película cruzada contra el Opus Dei, necesaria, pero manipuladora. Excesiva en todo. Excesivamente lacrimógena, irritante, inquietante y hasta gore.
Fesser nos ha hecho un favor penetrando en la cerrazón de las residencias del Opus y mostrándonos el día a día de las prisioneras de la Obra. Pero nos ha negado en rotundo la posibilidad de contrarréplica con declaraciones tan lapidarias como: “¿quieres que rece para que tú también te mueras? (y te conviertas en Santa)...".
Sobran estos comentarios, como sobra tanto exceso. Sobra la manipulación del Opus; pero también la de Fesser.
No me resulta extraño ni ajeno el retrato del Opus Dei que ofrece Fesser, (a una también la rondaron de niña). Y me refiero especialmente al papel de las numerarias auxiliares que trabajan en las residencias. O a las piedras en los zapatos, o a la radical amputación que sufren estas mujeres con respecto a sus familias para entregarse por entero a la Obra.
Tampoco dudo del cilicio, de la mortificación, del fanatismo, del dinero en el sobre y de la total carencia de autonomía personal de las numerarias auxiliares. Creo que Fesser ha conseguido trazar el blando perfil psicológico de estas esclavas de la élite eclesiástica a través de la figura de la hermana, para mí el personaje clave de la película y a través del cual, el cineasta nos introduce en los sagaces (que no sutiles), métodos de captación del prelado fundado por Escrivá de Balaguer.
Tampoco me choca el fanatismo de la madre (Carmen Elías) a quien escucho atónita decir: “Doy gracias a Dios por la enfermedad de nuestra hija”. Sin embargo, aquí, Fesser queriendo ahondar en su propósito de denostación del Opus se cuela. Ni responde a la historia real de la madre de Alexia González ni a la de madre alguna sobre la tierra. Fesser utiliza ese fanatismo para mostrarnos la alegría de la madre por la santidad de la hija; no, en realidad, entendido como único consuelo en el que encontrar refugio.
El acabose es el padre, personaje del cual se vale el director, para seguir jugando sólo a una banda (sin dar posibilidad de réplica a los aludidos): un ser anodino, al que ni le va ni le viene la Obra y que sin embargo, no mueve un dedo por evitar la fatal suerte de sus hijas.
Insisto aquí, en que, parejo al drama de la enfermedad que padece la niña, la auténtica tragedia la representa la hermana numeraria por la que el padre, apenas se inmuta. Cuando decide hacerlo, Fesser nos muestra su lado más tramposo (spoiler).
Por el retrato de los personajes (exceptuando el de la hermana: veraz) “Camino” es la película cruzada contra el Opus Dei, necesaria, pero manipuladora. Excesiva en todo. Excesivamente lacrimógena, irritante, inquietante y hasta gore.
Fesser nos ha hecho un favor penetrando en la cerrazón de las residencias del Opus y mostrándonos el día a día de las prisioneras de la Obra. Pero nos ha negado en rotundo la posibilidad de contrarréplica con declaraciones tan lapidarias como: “¿quieres que rece para que tú también te mueras? (y te conviertas en Santa)...".
Sobran estos comentarios, como sobra tanto exceso. Sobra la manipulación del Opus; pero también la de Fesser.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
--El personaje del padre empieza a ser tan incómodo que resulta hasta previsible que acabe matándose, vuelta de tuerca con la que el director, convierte su película en un alegato fácil y demagógico contra el Opus Dei. Lo peor de todo es que manipula, como hacen ellos (precisamente lo que denuncia). Y así es como el propio Fesser jode una película técnicamente destacable, con magníficas interpretaciones y un tema abordado que nos ha puesto los pelos de punta a todos: el Opus Dei, contra el cual nadie antes se había atrevido.