Un Christopher Nolan en estado de gracia brinda una película que, en mi opinión, se vive con más intensidad que su excelente predecesora dando lugar a una gran historia y también a lo que se esperó durante muchos años: el regreso del Joker a la pantalla grande. El film arranca inmediatamente donde terminó Batman Begins.

Empezando por las actuaciones, este es uno de los puntos más fuertes de la película, donde podemos ver a un Christian Bale que ha avanzado más en su actuación personificando excelentemente tanto a Batman como a Bruce Wayne. Definitivamente, este es el Batman definitivo, otros actores no podrán ocupar su lugar.

De los actores secundarios el más destacable es Aaron Eckhart, con una perfecta caracterización, personifica emotivamente el idealismo del nuevo héroe de Gotham, cómo también el dolor y la frustración del villano Dos Caras. Por supuesto, también está Maggie Gyllenhaal como Rachel Dawes, esta actriz repone convincentemente la insulsez de su predecesora Katie Holmes. Gary Oldman, Morgan Freeman, y por supuesto Michael Caine (aunque Alfred tiene menos presencia en comparación a la primera), siguen como siempre magníficos.

Pero, sin duda, el que se roba la pantalla es el prematuramente fallecido Heath Ledger como el nuevo Joker. Si me preguntaran que es lo mejor de TDK sin pensarlo contestaría dos palabras: EL JOKER. Tanto la magnífica interpretación de Ledger, cómo el personaje retorcido, diabólico y profundamente oscuro no admite ninguna comparación con el Joker que dio vida Jack Nicholson en 1989. Un Principe Payaso del Crimen que se esfuerza por demostrar que en el fondo todos los ciudadanos de Gotham son tan deformados como el. No hace falta decir que la magistral caracterización de Ledger plasma todo a la perfección. Podría decirse que el es el alma de The Dark Knight.

Los colores en los escenarios están muy bien llevados, naranjas oscuros en algunos escenarios y colores fríos en varios. Decir que la banda sonora es un trabajo muy elaborado es quedarse corto, acompaña soberbiamente las escenas de accion, en las cuales es de agradecer que no se haya abusado del CGI más de lo necesario. Para apreciarlas en su totalidad es necesario verlas en Imax.

En sus dos horas y media de duración el ritmo nunca decae, siempre hay deleite para rato.

Al principio, yo temía que Dos Caras se desarrollase completamente en esta película y no le diese espacio al Joker. Mi temor se cumplió, pero Nolan llevó todo magníficamente sin cometer errores que se vieron en Spider-Man 3.

(SIGO EN LA ZONA DE SPOILERS POR FALTA DE ESPACIO)