Zapeando, uno puede encontrarse pequeñas sorpresas como este reencuentro de Adam Sandler y Drew Barrymore, una especie de homenaje y versión de "50 primeras citas", trasladado a África.
En esta comedia agradable se observan las típicas gracietas propias del actor, que suele estar encasillado en el mismo personaje, aunque he de decir que es un placer encontrárselo, al menos en productos como éste.
Juntos y Revueltos nos presenta a personajes llamativos, simpáticos, con sus propias tonterías y manías, ocurrencias que hacen reír a cualquiera que no le busque poner tres pies al gato.
Sus gotitas de drama -previsible y eficaz esta vertiente- son un buen acompañante de este manjar donde observamos como la pareja una vez más muestra gran química.
Y sino, siempre ver esos animales salvajes o esa caída en dirección al rinoceronte de Drew Barrymore, las extravagancias de esos personajes -atención al personaje secundario de pava, no sé el nombre de la actriz y ahora no me apetece investigar mucho- o el cambio físico que experimenta la hija de Adam Sandler son motivos para pasar un buen rato delante del televisor aunque en el fondo hayamos visto lo mismo de siempre.