Esta ¿película? podría ser el claro ejemplo de que una idea a priori interesante puede desembocar en algo desastroso, sin sentido y con un desarrollo realmente pésimo. Y es que no basta con tener una idea buena, también hay que saber desarrollarla.

La idea original es buena, Dios se ha cansado de la humanidad y decide borrarla de la faz de la tierra. Pero como lo del diluvio ya está visto y todo el mundo sabe (hasta Dios) que renovarse es bueno, decide enviar una legión de ángeles para que hagan el trabajo sucio cargándose la humanidad ¿Con bolas de fuego o poderes espirituales? Que va, con espadas y machetes, se ve que el inventario de armas en el cielo se les quedó algo obsoleto. Pero la gracia es que ángeles vemos pocos, la mayoría de los soldados de Dios son personas poseídas por ángeles que son una especie de mezcla rara entre endemoniados y zombis ¿no se podían inventar otro aspecto para los poseídos más original? En ningún momento te crees que estén poseídos por ángeles, a mi no me engañan, esos son los zombis de REC. Y yo me pregunto, con ángeles como estos ¿quién necesita demonios?

Bueno, la supuesta Apocalipsis como vemos deja mucho que desear (y digo supuesta porque en ningún momento vemos el mundo arrasado, todo ocurre en un bar perdido en mitad del desierto. Suponemos que el mundo se ha acabado porque...¿se ha ido la tele? En fin...).

La cosa quizá podría mejorar (pensaba yo) si los personajes resultaran carismáticos...iluso de mí, los personajes encima son insufribles. En el bar de las narices se ha ido a reunir los típicos estereotipos del cine americano: el prota enamoradizo e idiota, la embarazada pasota, el padre aún más pasota, un negro con pinta de gánster todavía más pasota (y con una buena pipa, por supuesto), y un matrimonio que se lleva a matar con una hija que está buena pero es...si, cierto, pasota. Los personajes por supuesto no te importan lo más mínimo y las conversaciones entre ellos en la que hablan de si mismos, supuestamente para profundizar en ellos, dan literalmente grima y sólo anquilosan el ritmo de la película.

Pero entonces llega el gran héroe, el ángel Miguel, que en sus ratos libres promociona cerveza, ahora se ha revelado contra Dios porque quiere salvar la humanidad y detener el Apocalipsis...¿con bolas de fuego o poderes espirituales? Que va, para nada, con metralletas y lanzacohetes, con un par. Tiene una misión muy importante, salvar al niño de la embarazada (pasota) que debe nacer a toda costa para que la humanidad tenga una oportunidad pero...¿por qué este niño es tan importante? No se sabe, al guionista se le olvidó incluir ese pequeño y relevante detalle. Del San Gabriel con sus alas de acero y su maza que da vueltas mejor ni hablo...

En conclusión, seguro que tienes cosas más interesantes que hacer que ver esta película.