Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Charles
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Charles:
7

Voto de Charles:
7
7,1
56.497
Thriller. Drama
Trevor Reznik, un empleado de una fábrica, padece desde hace un año un grave problema de insomnio, un mal que él oculta y que le provoca terribles alucinaciones. Debido a la fatiga se ha deteriorado tanto su salud física como su salud mental. Repelidos por su aspecto físico, sus compañeros de trabajo primero le evitan, y después se volverán contra él cuando uno de ellos pierde un brazo en un accidente en el que Trevor se ve involucrado. (FILMAFFINITY) [+]
27 de marzo de 2015
27 de marzo de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vivimos en una sociedad escandalosamente frágil.
Sustentada en nuestra cordura, que amenaza, más de una vez y de las más variadas formas, en dejarnos tirados ante una realidad inmisericorde, que suprime los detalles de una vida por una funcionalidad. No somos tanto humanos viviendo como máquinas conectadas a eso que se llama vivir.
'El Maquinista' hunde sus raíces en un miedo tan durmiente pero tan real como ese: la sensación de perder pie en nuestra propia realidad. De empezar a ver a un culpable donde no lo hay, de creer que todo el mundo te mira y cuchichea.
Trevor es solo un hombre normal que vive su vida normal, ajeno a casi todo, incluso al día, al haber elegido un turno nocturno que le mantiene ocupado el tiempo suficiente. Tiene amigos que se preocupan por él, su casera le tiene por un buen inquilino, hasta dos mujeres se disputan sus atenciones.
Es entonces cuando poco a poco va saliendo a la superficie de su realidad alguna que otra mentira, algún recelo y mucha, mucha inseguridad.
La rutina es frágil y fácilmente rompible si la conciencia no está tranquila, hasta el punto de que quizá un año entero sin dormir no sea capaz de camuflar nuestros propios errores.
Y lo peor sería quizás darse cuenta de que nadie realmente está conspirando.
Si no de que tú mismo, por alguna razón, te pones en medio de ti mismo, y sales en tus propias quinielas sobre la inseguridad que sientes. El hombre es un lobo para el hombre, sin duda, pero el hombre es un lobo para su mente, también.
Es probable que, en el fondo, a lo único que sigamos teniendo miedo es a descubrirnos a nosotros mismos.
A darse cuenta de que habita un extraño en nosotros, que nos aconseja en nuestros momentos más oscuros, nos sonríe en una mueca escalofriante y se encarga de que, sobre todo, no nos pase nada.
Porque sería peligroso, certificarse cuerdo en esta sociedad de locos.
Sustentada en nuestra cordura, que amenaza, más de una vez y de las más variadas formas, en dejarnos tirados ante una realidad inmisericorde, que suprime los detalles de una vida por una funcionalidad. No somos tanto humanos viviendo como máquinas conectadas a eso que se llama vivir.
'El Maquinista' hunde sus raíces en un miedo tan durmiente pero tan real como ese: la sensación de perder pie en nuestra propia realidad. De empezar a ver a un culpable donde no lo hay, de creer que todo el mundo te mira y cuchichea.
Trevor es solo un hombre normal que vive su vida normal, ajeno a casi todo, incluso al día, al haber elegido un turno nocturno que le mantiene ocupado el tiempo suficiente. Tiene amigos que se preocupan por él, su casera le tiene por un buen inquilino, hasta dos mujeres se disputan sus atenciones.
Es entonces cuando poco a poco va saliendo a la superficie de su realidad alguna que otra mentira, algún recelo y mucha, mucha inseguridad.
La rutina es frágil y fácilmente rompible si la conciencia no está tranquila, hasta el punto de que quizá un año entero sin dormir no sea capaz de camuflar nuestros propios errores.
Y lo peor sería quizás darse cuenta de que nadie realmente está conspirando.
Si no de que tú mismo, por alguna razón, te pones en medio de ti mismo, y sales en tus propias quinielas sobre la inseguridad que sientes. El hombre es un lobo para el hombre, sin duda, pero el hombre es un lobo para su mente, también.
Es probable que, en el fondo, a lo único que sigamos teniendo miedo es a descubrirnos a nosotros mismos.
A darse cuenta de que habita un extraño en nosotros, que nos aconseja en nuestros momentos más oscuros, nos sonríe en una mueca escalofriante y se encarga de que, sobre todo, no nos pase nada.
Porque sería peligroso, certificarse cuerdo en esta sociedad de locos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Prodigiosa la representación del villano dentro de Trevor: un hombre de dientes anormalmente grandes, mueca siniestra y mano deforme. Como si todos los kilos que le faltan hubieran dado a luz a un monstruo acechante.
Y ojo a su sencilla resolución: solo aceptando quién es, Trevor puede, por fin, dormir....
Y ojo a su sencilla resolución: solo aceptando quién es, Trevor puede, por fin, dormir....