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Voto de Eduardo:
6

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6
6,4
1.126
30 de septiembre de 2015
30 de septiembre de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una remota población de la Sicilia profunda, un asesino se dedica a matar niños. La investigación producirá curiosos resultados... Lucio Fulci nunca fue usuario de la sutileza. Con una carrera (más bien un carrerón) que abarca casi tres décadas, cuatro si pensamos en su labor de guionista, fue derivando poco a poco de la grosería al gore, mezclando géneros sin ton ni son, y despachando una serie de cintas acogidas con fervor por los aficionados (engendros como Manhattan Baby, Miedo en la ciudad de los muertos vivientes, El destripador de Nueva York y otras lindezas). No obstante, a veces le asaltaban paroxismos de autoría y conseguía obras que, como mínimo, conseguían no ofender. Angustia de silencio es una de ellas. Cuenta con un reparto muy interesante: Florinda Bolkan, magnética y seductora como siempre; Barbara Bouchet (enseña sus encantos a los 10 minutos de proyección, pero ojo, ahí acaba el asunto); Tomas Milian, en esta ocasión desaprovechado; Irene Papas y su bigote, un dúo nada dinámico; Marc Porel, un miscasting total; y Georges Wilson, muy divertido en un breve papel. Una vez más, no se trata de un giallo, sino de una película de intriga con ínfulas sociales. De hecho, su presunto anticlericalismo le valió el ostracismo en su época, y Fulci se sentía muy orgulloso de ella. El guión está bastante bien hilvanado, aunque se ve venir el desenlace, la música de Ortolani es vivaz y melódica cuando lo requiere, y la cámara no se deleita demasiado en zooms y otras tosquedades. Recomendable para aficionados a Fulci y fans de la Bolkan y la Bouchet.