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9
6,9
63.484
Ciencia ficción. Acción. Aventuras. Comedia
El temerario aventurero Peter Quill es objeto de un implacable cazarrecompensas después de robar una misteriosa esfera codiciada por Ronan, un poderoso villano cuya ambición amenaza todo el universo. Para poder escapar del incansable Ronan, Quill se ve obligado a pactar una complicada tregua con un cuarteto de disparatados inadaptados: Rocket, un mapache armado con un rifle, Groot, un humanoide con forma de árbol, la letal y enigmática ... [+]
23 de mayo de 2022
23 de mayo de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los factores de éxito del Universo Cinematográfico Marvel ha sido siempre su capacidad para la sorpresa. Al menos para los que no tenemos contactos en la industria, ni vivimos pendientes de rumores en las RRSS o estamos suscritos a la prensa especializada, recibimos alborozados cada nuevo lanzamiento sin saber cuándo o por dónde vendrán los siguientes tiros, en plan «Anda, una nueva de Thor» o «Oh, un tal Antman se une a la fiesta». Aunque a día de hoy la factoría ha adquirido ya un grado tal de excelencia que cualquier estreno tiene asegurada una ilusionada atención por mi parte, no siempre fue así y, particularmente, acogí con mucho escepticismo la llegada de los Guardianes de la Galaxia.
Y es que, tras el gran sabor de boca que supuso el cierre del primer acto del ciclo de Los Vengadores, con esa superpelícula que unía finalmente los destinos de los superhéroes que nos habían ido siendo presentados individualmente, llevar el UCM al espacio en una obra coral (la primera) con protagonistas tan extravagantes como un árbol, un mapache, un extraño amasijo de músculos calvo y una chica verde no prometía nada bueno. Tampoco la presencia supuestamente estelar de un Chris Pratt que, hasta la fecha, no había demostrado una especial brillantez en sus esporádicas apariciones en pantalla. De hecho, todo en “Guardianes de la Galaxia” apuntaba a elemento independiente del UCM dada la aparente inconexión con lo visto hasta el momento y la complicada integración en las aventuras de Los Vengadores de unos tíos que estaban años luz de distancia. Con ese panorama, cómo sería la cosa que el único aspecto positivo que veía por mi parte era el no tener ninguna referencia respecto al cómic y, por tanto, poder valorar la película por sí misma sin consideraciones adicionales.
Y lo cierto es que más que película, es un peliculón. Entre los personajes se crea una química perfecta que impregna de buen rollo toda la película. Al cabo de diez minutos percibes que Chris Pratt, con todas sus cosas, es el actor perfecto para un difícil personaje que requiere un perfecto equilibrio entre héroe, matón, pícaro y graciosillo y que Pratt consigue mantener encarrilado en todo momento sin llevarlo a la chabacanería o al chiste fácil. Groot termina siendo increíblemente entrañable y el mapache Rocket aporta un punto de mala leche difícil de resistir. Gamora consigue transmitir firmeza y emoción a pesar de todo el maquillaje y los cientos de filtros de CGI que lleva encima y Drax va más allá del simple matón galáctico. El humor que siempre había caracterizado las producciones del UCM alcanza en esta película cotas no vistas anteriormente, ni siquiera en comedias. Todos los personajes resultan simpáticos y tienen gracia en individual y en conjunto gracias a unos gags milimétricamente estudiados y ejecutados.
Pero si por algo destaca “Guardianes de la Galaxia” es por su ritmo. Un frenesí de acción que logra presentar a los personajes, unir sus destinos, enfrentarlos, volver a unirlos, presentar a los villanos y desarrollar una película de búsquedas y persecuciones hasta la megabatalla final en menos de dos horas y sin prisas ni marear a un espectador al que a la media hora no le resulta extraño ver a mapaches peleando contra piratas o a árboles enfrentarse a la policía espacial. Y todo saltando de planeta en planeta, de una galaxia a otra nebulosa en medio de un apabullante despliegue visual y un arte conceptual extraordinariamente variado a la hora de crear mundos, razas, armas y equipamiento espacial. Hay combates cuerpo a cuerpo, a distancia y entre naves espaciales, muchos de ellos simples fuegos artificiales para mostrar el repertorio de explosiones y láseres que la película tiene a su disposición… pero otros involucran grandes naves y duelos de cazas que están mejor rodados que muchos de la saga Star Wars. Entre humor, acción e información sobre elementos y personajes que se irán revelando claves a medida que avancen las nuevas fases del UCM, “Guardianes de la Galaxia” no da un respiro.
A pesar de muchas dudas iniciales, su director, James Gunn demostró ser la persona indicada para manejar grandes presupuestos y, a la vez, entender la combinación de ciencia ficción, espectáculo y acción que los nuevos miembros del UCM requerían. Luego sufrió en sus carnes la oleada de revisionismo retrospectivo woke y terminaría siendo purgado de Marvel por unos comentarios (tuits, creo) perfectamente normales quince años atrás, pero inaceptables bajo la nueva moral… pero eso es otra historia, que creo que ha acabado bien. Se lo merece. “Guardianes de la Galaxia”, supuso una entrada con muy buen pie en la nueva fase del UCM, cosa siempre complicada.
Y es que, tras el gran sabor de boca que supuso el cierre del primer acto del ciclo de Los Vengadores, con esa superpelícula que unía finalmente los destinos de los superhéroes que nos habían ido siendo presentados individualmente, llevar el UCM al espacio en una obra coral (la primera) con protagonistas tan extravagantes como un árbol, un mapache, un extraño amasijo de músculos calvo y una chica verde no prometía nada bueno. Tampoco la presencia supuestamente estelar de un Chris Pratt que, hasta la fecha, no había demostrado una especial brillantez en sus esporádicas apariciones en pantalla. De hecho, todo en “Guardianes de la Galaxia” apuntaba a elemento independiente del UCM dada la aparente inconexión con lo visto hasta el momento y la complicada integración en las aventuras de Los Vengadores de unos tíos que estaban años luz de distancia. Con ese panorama, cómo sería la cosa que el único aspecto positivo que veía por mi parte era el no tener ninguna referencia respecto al cómic y, por tanto, poder valorar la película por sí misma sin consideraciones adicionales.
Y lo cierto es que más que película, es un peliculón. Entre los personajes se crea una química perfecta que impregna de buen rollo toda la película. Al cabo de diez minutos percibes que Chris Pratt, con todas sus cosas, es el actor perfecto para un difícil personaje que requiere un perfecto equilibrio entre héroe, matón, pícaro y graciosillo y que Pratt consigue mantener encarrilado en todo momento sin llevarlo a la chabacanería o al chiste fácil. Groot termina siendo increíblemente entrañable y el mapache Rocket aporta un punto de mala leche difícil de resistir. Gamora consigue transmitir firmeza y emoción a pesar de todo el maquillaje y los cientos de filtros de CGI que lleva encima y Drax va más allá del simple matón galáctico. El humor que siempre había caracterizado las producciones del UCM alcanza en esta película cotas no vistas anteriormente, ni siquiera en comedias. Todos los personajes resultan simpáticos y tienen gracia en individual y en conjunto gracias a unos gags milimétricamente estudiados y ejecutados.
Pero si por algo destaca “Guardianes de la Galaxia” es por su ritmo. Un frenesí de acción que logra presentar a los personajes, unir sus destinos, enfrentarlos, volver a unirlos, presentar a los villanos y desarrollar una película de búsquedas y persecuciones hasta la megabatalla final en menos de dos horas y sin prisas ni marear a un espectador al que a la media hora no le resulta extraño ver a mapaches peleando contra piratas o a árboles enfrentarse a la policía espacial. Y todo saltando de planeta en planeta, de una galaxia a otra nebulosa en medio de un apabullante despliegue visual y un arte conceptual extraordinariamente variado a la hora de crear mundos, razas, armas y equipamiento espacial. Hay combates cuerpo a cuerpo, a distancia y entre naves espaciales, muchos de ellos simples fuegos artificiales para mostrar el repertorio de explosiones y láseres que la película tiene a su disposición… pero otros involucran grandes naves y duelos de cazas que están mejor rodados que muchos de la saga Star Wars. Entre humor, acción e información sobre elementos y personajes que se irán revelando claves a medida que avancen las nuevas fases del UCM, “Guardianes de la Galaxia” no da un respiro.
A pesar de muchas dudas iniciales, su director, James Gunn demostró ser la persona indicada para manejar grandes presupuestos y, a la vez, entender la combinación de ciencia ficción, espectáculo y acción que los nuevos miembros del UCM requerían. Luego sufrió en sus carnes la oleada de revisionismo retrospectivo woke y terminaría siendo purgado de Marvel por unos comentarios (tuits, creo) perfectamente normales quince años atrás, pero inaceptables bajo la nueva moral… pero eso es otra historia, que creo que ha acabado bien. Se lo merece. “Guardianes de la Galaxia”, supuso una entrada con muy buen pie en la nueva fase del UCM, cosa siempre complicada.