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Voto de El Golo Cine:
8

Voto de El Golo Cine:
8
5,9
3.995
Romance. Drama
Cuando la adolescente Priscilla Beaulieu conoce a Elvis Presley en una fiesta, él ya es una meteórica superestrella del rock and roll pero se convierte en alguien totalmente inesperado en momentos privados: un apasionante flechazo, un aliado en la soledad, un vulnerable mejor amigo. Película basada en las memorias 'Elvis and Me', escritas por Priscilla Beaulieu Presley, publicadas en 1985 y que relatan el largo noviazgo y turbulento ... [+]
7 de marzo de 2024
7 de marzo de 2024
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Narra la historia de amor y desamor entre Priscilla Beaulieu y Elvis Presley. Dirigida por Sofia Coppola. Es un retrato sensible, elegante y bien filmado.
Por Nicolás Bianchi
La verdadera Priscilla figura como productora general de la película. De hecho, Coppola se basa en su autobiografía para elaborar el guión de este film en el que no hay una sola canción de Elvis Presley. Esto se debe a que los herederos del rey del rock and roll se negaron a ceder los derechos. De todas maneras, este proyecto hace de esa supuesta debilidad una virtud, ya que la banda de sonido a cargo de Thomas Mars es un acierto rotundo.
El primer tópico que recorre esta historia es la diferencia de edad. Priscilla (Cailee Spainey) tiene 14 años cuando conoce a Elvis (Jacob Elordi). Ambos están en Alemania. El músico está cumpliendo con el servicio militar obligatorio mientras que la joven estudiante de escuela secundaria acompaña a su familia (su padre era militar). En principio, lo que se cuenta, más allá de este problema que hoy en día sería un escándalo, es una relación de amor genuina y respetuosa.
La película insiste sobre esto último. Elvis en todo momento tiene conciencia que él es un adulto y Priscilla no. Por este motivo, no apura ningún tipo de situación. De hecho, la retrasa más de lo que su novia hubiera deseado. Además, ya siendo una superestrella mundial, se toma el trabajo de convencer al padre de Priscilla de que sus intenciones son honorables.
Si bien en todo momento la protagonista de la historia que cuenta el film es ella, es interesante el retrato de él. Elvis es presentado, en primer lugar, como una persona noble. Además, el éxito y la fama suponen para este personaje una gran presión. Al menos, así se trasluce en sus diálogos con su pareja. A su vez, Priscilla es prácticamente una niña cuando esta historia comienza. Después comienza a desarrollar una personalidad más madura, pero siempre medida, aceptando su lugar.
Y su lugar no es otro más que Graceland, la mansión de Elvis en Memphis, Tennessee. Con respecto a esto, la adolescente que después es una joven mujer no es más que una princesa encerrada en un castillo. Allí el que manda es el padre de Elvis, que en la película aparece fugazmente pero lo suficiente como para marcar su autoridad. Durante largas semanas Priscilla no tiene nada que hacer salvo esperar que su hombre, el rey, vuelva de Hollywood o de alguna gira.
En proporción, la película cuenta durante dos tercios el enamoramiento entre ambos. Lo explora todo lo que puede. Lo que resta es el declive de la relación. Ahora bien, en todo momento el film deja en claro algo que resulta un tanto desolador. Priscilla está siempre sola. Es un juguete más, una linda muñeca. Si bien elige seguir a quien ama su vida transcurre en soledad. Y cuando Elvis está, hay pastillas para dormir y otras para despertarse. Su estrella consume todo. Hay amor y distancia al mismo tiempo. Elvis no quiere sexo, eso lo consigue en otro lado. El problema comienza cuando Priscilla se aburre de estar aburrida.
Coppola filma esta historia con elegancia y suma atención por todos los detalles vinculados a la moda y la época. Tanto Elordi como Spainey componen personajes creíbles. Quizás esta sea una de las obras más sólidas de esta directora.
Está en Mubi. Contacto: [email protected]
Por Nicolás Bianchi
La verdadera Priscilla figura como productora general de la película. De hecho, Coppola se basa en su autobiografía para elaborar el guión de este film en el que no hay una sola canción de Elvis Presley. Esto se debe a que los herederos del rey del rock and roll se negaron a ceder los derechos. De todas maneras, este proyecto hace de esa supuesta debilidad una virtud, ya que la banda de sonido a cargo de Thomas Mars es un acierto rotundo.
El primer tópico que recorre esta historia es la diferencia de edad. Priscilla (Cailee Spainey) tiene 14 años cuando conoce a Elvis (Jacob Elordi). Ambos están en Alemania. El músico está cumpliendo con el servicio militar obligatorio mientras que la joven estudiante de escuela secundaria acompaña a su familia (su padre era militar). En principio, lo que se cuenta, más allá de este problema que hoy en día sería un escándalo, es una relación de amor genuina y respetuosa.
La película insiste sobre esto último. Elvis en todo momento tiene conciencia que él es un adulto y Priscilla no. Por este motivo, no apura ningún tipo de situación. De hecho, la retrasa más de lo que su novia hubiera deseado. Además, ya siendo una superestrella mundial, se toma el trabajo de convencer al padre de Priscilla de que sus intenciones son honorables.
Si bien en todo momento la protagonista de la historia que cuenta el film es ella, es interesante el retrato de él. Elvis es presentado, en primer lugar, como una persona noble. Además, el éxito y la fama suponen para este personaje una gran presión. Al menos, así se trasluce en sus diálogos con su pareja. A su vez, Priscilla es prácticamente una niña cuando esta historia comienza. Después comienza a desarrollar una personalidad más madura, pero siempre medida, aceptando su lugar.
Y su lugar no es otro más que Graceland, la mansión de Elvis en Memphis, Tennessee. Con respecto a esto, la adolescente que después es una joven mujer no es más que una princesa encerrada en un castillo. Allí el que manda es el padre de Elvis, que en la película aparece fugazmente pero lo suficiente como para marcar su autoridad. Durante largas semanas Priscilla no tiene nada que hacer salvo esperar que su hombre, el rey, vuelva de Hollywood o de alguna gira.
En proporción, la película cuenta durante dos tercios el enamoramiento entre ambos. Lo explora todo lo que puede. Lo que resta es el declive de la relación. Ahora bien, en todo momento el film deja en claro algo que resulta un tanto desolador. Priscilla está siempre sola. Es un juguete más, una linda muñeca. Si bien elige seguir a quien ama su vida transcurre en soledad. Y cuando Elvis está, hay pastillas para dormir y otras para despertarse. Su estrella consume todo. Hay amor y distancia al mismo tiempo. Elvis no quiere sexo, eso lo consigue en otro lado. El problema comienza cuando Priscilla se aburre de estar aburrida.
Coppola filma esta historia con elegancia y suma atención por todos los detalles vinculados a la moda y la época. Tanto Elordi como Spainey componen personajes creíbles. Quizás esta sea una de las obras más sólidas de esta directora.
Está en Mubi. Contacto: [email protected]