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Voto de El Golo Cine:
8

Voto de El Golo Cine:
8
7,0
58.334
Terror. Drama
Carrie White, una tímida adolescente que vive con su madre, una fanática religiosa, es objeto de las burlas constantes de sus compañeros de instituto. Cuando, en las duchas del gimnasio, la chica sufre un ataque de histeria al tener su primera menstruación, a una de sus compañeras se le ocurre gastarle una broma macabra durante la fiesta de graduación. Lo que todos ignoran es que Carrie posee poderes telequinésicos. Adaptación de la novela homónima de Stephen King. [+]
5 de noviembre de 2020
5 de noviembre de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La icónica película de Brian De Palma de 1976, una de las mejores adaptaciones cinematográficas de la obra Stephen King, posee un valor universal y, 44 años después de su estreno, continúa marcando significados potentes sobre los jóvenes conflictuados por el conservadurismo y el acoso escolar.
Por Nicolás Bianchi
Lo que a Carrie la enajena en el colegio es lo que ahora se llama bullying, mientras que lo que la frustra en su hogar es su madre, una fundamentalista cristiana que asocia al sexo con la perdición, y sus valores. El relato dramático de terror adquiere un cariz especialmente femenino ya que Carrie, a pesar de estar por terminar el secundario, recién comienza a menstruar, lo que la introduce en un nuevo mundo de conflictos.
Desde el punto de vista actoral, los trabajos de Sissy Spacek en el papel principal y de Piper Laurie como su madre son brillantes. Carrie, por más que haga que lo que hace, nunca deja de generar empatía. Su madre, por más que linde la caricatura, sostiene con sus revelaciones la construcción de su personalidad. Todo esto dentro de la olla a presión que De Palma lleva a fuego lento durante toda la película.
Carrie experimenta su primera menstruación en las duchas del colegio luego de un partido de volley. La relación de ella con su cuerpo es diferente a la de sus compañeras, que se pasean desnudas y con libertad. Carrie usa su largo pelo para taparse y no comprende lo que sucede cuando la sangre comienza a bajar por sus piernas, lo que genera burlas, principalmente de parte de Chris (Nancy Allen), la chica extrovertida y popular.
Como en un dominó, una idea que se repite en el cine de De Palma, una pieza que cae toca a la siguiente y así sucesivamente. El acoso hace reaccionar a las autoridades del colegio que sancionan a Chris, lo que la lleva a incrementar su furia contra Carrie y planear una nueva estrategia para humillarla junto a su novio Billy (John Travolta). Otra de las chicas, Sue (Amy Irving), le pide a su buen mozo amigo Tommy (William Katt) que invite a Carrie al baile de fin de año, con la idea de levantarle el ánimo luego de lo que sufrió. Las malas y las buenas intenciones pavimentan aquí el camino hacia el infierno.
El desarrollo de Carrie y su relación con su poder, la telequinesis, está también logrado con maestría. Cuando es humillada en los vestuarios la joven logra mover un cenicero con la mente o empujar a un niño de su bicicleta. Cuando es reprendida por su madre en su casa, primero rompe y luego reconstruye, aunque no del todo, un espejo sobre el que se proyecta una imagen de Cristo. Carrie, si bien no deja de ser creyente, toma conciencia de su poder. Todo juega en favor de la tensión que explota en la larga secuencia del baile.
Por Nicolás Bianchi
Lo que a Carrie la enajena en el colegio es lo que ahora se llama bullying, mientras que lo que la frustra en su hogar es su madre, una fundamentalista cristiana que asocia al sexo con la perdición, y sus valores. El relato dramático de terror adquiere un cariz especialmente femenino ya que Carrie, a pesar de estar por terminar el secundario, recién comienza a menstruar, lo que la introduce en un nuevo mundo de conflictos.
Desde el punto de vista actoral, los trabajos de Sissy Spacek en el papel principal y de Piper Laurie como su madre son brillantes. Carrie, por más que haga que lo que hace, nunca deja de generar empatía. Su madre, por más que linde la caricatura, sostiene con sus revelaciones la construcción de su personalidad. Todo esto dentro de la olla a presión que De Palma lleva a fuego lento durante toda la película.
Carrie experimenta su primera menstruación en las duchas del colegio luego de un partido de volley. La relación de ella con su cuerpo es diferente a la de sus compañeras, que se pasean desnudas y con libertad. Carrie usa su largo pelo para taparse y no comprende lo que sucede cuando la sangre comienza a bajar por sus piernas, lo que genera burlas, principalmente de parte de Chris (Nancy Allen), la chica extrovertida y popular.
Como en un dominó, una idea que se repite en el cine de De Palma, una pieza que cae toca a la siguiente y así sucesivamente. El acoso hace reaccionar a las autoridades del colegio que sancionan a Chris, lo que la lleva a incrementar su furia contra Carrie y planear una nueva estrategia para humillarla junto a su novio Billy (John Travolta). Otra de las chicas, Sue (Amy Irving), le pide a su buen mozo amigo Tommy (William Katt) que invite a Carrie al baile de fin de año, con la idea de levantarle el ánimo luego de lo que sufrió. Las malas y las buenas intenciones pavimentan aquí el camino hacia el infierno.
El desarrollo de Carrie y su relación con su poder, la telequinesis, está también logrado con maestría. Cuando es humillada en los vestuarios la joven logra mover un cenicero con la mente o empujar a un niño de su bicicleta. Cuando es reprendida por su madre en su casa, primero rompe y luego reconstruye, aunque no del todo, un espejo sobre el que se proyecta una imagen de Cristo. Carrie, si bien no deja de ser creyente, toma conciencia de su poder. Todo juega en favor de la tensión que explota en la larga secuencia del baile.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Allí el juego visual se caracteriza por el uso de las luces con las que está decorado el gimnasio donde se realiza el festejo, que se proyectan sobre los rostros de los protagonistas a modo de semáforo o alarma. Verde, azul y rojo oscilan mientras todo parece marchar bien para Carrie. Finalmente será todo rojo, como la sangre del principio. Primero en la escuela y luego en su hogar Carrie y sus poderes resuelven un relato sólido, que no ha perdido vigencia ni esplendor con el paso del tiempo.
Además de su realización, sin dudas una de las mejores obras dentro del género de terror, la película goza de vigencia por su abordaje. Lo que vive, experimenta y provoca Carrie no es algo tan diferente a los llamados tiroteos masivos que cada tanto suceden en las escuelas o universidades estadounidenses. De la misma manera el fundamentalismo cristiano está y sigue expuesto en un país en el que todos, todo el tiempo, le agradecen a Dios.
Además de su realización, sin dudas una de las mejores obras dentro del género de terror, la película goza de vigencia por su abordaje. Lo que vive, experimenta y provoca Carrie no es algo tan diferente a los llamados tiroteos masivos que cada tanto suceden en las escuelas o universidades estadounidenses. De la misma manera el fundamentalismo cristiano está y sigue expuesto en un país en el que todos, todo el tiempo, le agradecen a Dios.