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Voto de El Golo Cine:
7

Voto de El Golo Cine:
7
7,5
122.338
Drama
Obsesionado con la búsqueda de una idea matemática original, el brillante estudiante John Forbes Nash (Russell Crowe) llega a Princeton en 1947 para realizar sus estudios de postgrado. Es un muchacho extraño y solitario, al que sólo comprende su compañero de cuarto (Paul Bettany). Por fin, Nash esboza una revolucionaria teoría y consigue una plaza de profesor en el MIT. Alicia Lardé (Jennifer Connelly), una de sus alumnas, lo deja ... [+]
4 de marzo de 2023
4 de marzo de 2023
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Dirigida por Ron Howard, este film sobre la vida del matemático John Nash obtuvo el Oscar a mejor película. Gran trabajo de Russell Crowe y Jennifer Connelly.
Por Nicolás Bianchi
A beautiful mind es un film clásico en todos los sentidos posibles. En primer lugar, revela varios estándares habituales en Hollywood, tanto visuales como dramáticos y narrativos. Se trata de una película bien filmada con un estilo de manual. Todo está bien encuadrado y se entiende a la perfección. Además, la película fluye ante un espectador que no se tiene que preocupar por una cámara que no va a distraerlo con tomas innovadoras o fuera de canon.
A su vez, desde el punto de vista dramático la película cuenta una historia típica de superación y redención. La trama es sencilla. John Nash (Crowe) es un joven brillante que asiste a la Universidad de Princeton. Después de una pequeña crisis creativa logra dar con una idea original y revolucionaria. Su paper sobre la teoría de los juegos le vale un doctorado y, más adelante, el reconocimiento nacional e internacional.
Pero en su exitosa trayectoria surge un problema: Nash sufre de esquizofrenia paranoide, un mal que en la época en la que transcurre su juventud se amalgama a la perfección con el clima opresivo de la Guerra Fría. Entonces, Nash queda preso en un juego de conspiraciones y espías que solo existe en su cabeza. Después del éxito, el héroe cae en desgracia, pero allí están su mujer (Connelly) y el amor como fuerza inmaterial para rescatarlo.
La película plantea el problema de Nash, su enfermedad, como algo que afecta a todos los personajes. En este sentido, el protagonista es una víctima y su mujer también. No queda más remedio que empatizar con ambos. Para hacer que el viaje sea un poco más duro, Howard incluye algunas escenas críticas en las que el bebé de ambos, por los delirios que sufre Nash, parece estar en peligro.
No existe gran cantidad de películas sobre la esquizofrenia y, a la hora de buscar una novedad en A beautiful mind, esto es un punto saliente. El film pone a esta enfermedad en imágenes, con los personajes que encarnan Ed Harris, Paul Bettany y Vivien Cardone, la niña que no crece. Estos sujetos imaginarios le producen confort y a la vez le traen problemas a Nash. Además, le ofrecen una vida social que, en principio, es más interesante que la suya. No es incorrecto decir que todos estos problemas están bien reflejados.
Por Nicolás Bianchi
A beautiful mind es un film clásico en todos los sentidos posibles. En primer lugar, revela varios estándares habituales en Hollywood, tanto visuales como dramáticos y narrativos. Se trata de una película bien filmada con un estilo de manual. Todo está bien encuadrado y se entiende a la perfección. Además, la película fluye ante un espectador que no se tiene que preocupar por una cámara que no va a distraerlo con tomas innovadoras o fuera de canon.
A su vez, desde el punto de vista dramático la película cuenta una historia típica de superación y redención. La trama es sencilla. John Nash (Crowe) es un joven brillante que asiste a la Universidad de Princeton. Después de una pequeña crisis creativa logra dar con una idea original y revolucionaria. Su paper sobre la teoría de los juegos le vale un doctorado y, más adelante, el reconocimiento nacional e internacional.
Pero en su exitosa trayectoria surge un problema: Nash sufre de esquizofrenia paranoide, un mal que en la época en la que transcurre su juventud se amalgama a la perfección con el clima opresivo de la Guerra Fría. Entonces, Nash queda preso en un juego de conspiraciones y espías que solo existe en su cabeza. Después del éxito, el héroe cae en desgracia, pero allí están su mujer (Connelly) y el amor como fuerza inmaterial para rescatarlo.
La película plantea el problema de Nash, su enfermedad, como algo que afecta a todos los personajes. En este sentido, el protagonista es una víctima y su mujer también. No queda más remedio que empatizar con ambos. Para hacer que el viaje sea un poco más duro, Howard incluye algunas escenas críticas en las que el bebé de ambos, por los delirios que sufre Nash, parece estar en peligro.
No existe gran cantidad de películas sobre la esquizofrenia y, a la hora de buscar una novedad en A beautiful mind, esto es un punto saliente. El film pone a esta enfermedad en imágenes, con los personajes que encarnan Ed Harris, Paul Bettany y Vivien Cardone, la niña que no crece. Estos sujetos imaginarios le producen confort y a la vez le traen problemas a Nash. Además, le ofrecen una vida social que, en principio, es más interesante que la suya. No es incorrecto decir que todos estos problemas están bien reflejados.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por último, para seguir con su línea clásica, la película apela a las emociones. Se trata de un final feliz conocido por el público, ya que Nash obtuvo el Nobel en 1994. Entonces, lo que intenta Howard es fomentar la empatía hasta las lágrimas. Seguramente lo haya conseguido con una parte importante de la audiencia. Por último, la película se apoya en una brillante actuación de Crowe, que compone un personaje que es más complejo que su enfermedad y que no cae en exageraciones.
Está disponible en Flow. Contacto: [email protected]
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