Primera película del cineasta finlandés. Basada en la novela del mismo nombre de Fiódor Dostoievski.

Por Nicolás Bianchi

Aki Kaurismäki comienza su carrera cinematográfica con una secuencia en la que presenta un matadero. Este entorno es el lugar de trabajo del protagonista de Crimen y castigo (Rikos ja rangaistus, en su idioma original). De esta manera, la idea de la muerte, o más bien del asesinato, comienza a tomar cuerpo y forma. Los planos, a pesar de que muestran sangre y carne muerta, son de una belleza indiscutible.

A todas luces, el protagonista Rahikainen (Marku Toikka) es un hombre común, un trabajador como tantos otros. Sin embargo, se presenta en una situación que rompe la normalidad. Toca el timbre de un departamento de clase alta y miente sobre una supuesta entrega de un paquete del correo. Ese ardid es usado para ingresar en la vivienda y matar al banquero Honkanen (Pentti Auer).

Esta escena tiene un primer detalle que instala un misterio. Cuando la víctima pregunta a su verdugo, a quien no conoce, el motivo de lo que va a suceder este dice que nunca lo sabrá. Nuevamente se refuerza la gravedad de lo que significa la muerte. Después de cumplir con su cometido Rahikainen comienza a revisar algunos papeles y documentos del difunto. También toma algo de dinero de su billetera, pero está claro que ese no es su móvil.

En este interín ingresa en escena el otro personaje central de la historia, la joven Eva (Aino Seppo), una empleada de una panadería que están preparando un servicio de catering para una fiesta que el banquero iba a realizar esa noche. La mujer apenas se alarma y aconseja al asesino que huya. Más tarde, el relato introduce a varios policías que van a conducir la investigación sobre lo sucedido.

Después de este suceso, Rahikainen se encuentra solo y vagabundeando por la ciudad. De este modo, la película instala que la conciencia del personaje está afectada por sus acciones. Rahikainen siente culpa. Y, en primera medida, intenta conseguir alivio buscando a Eva. El personaje necesita explicarse. Entonces, por más que intervengan los detectives, quien tiene un papel protagónico en el juzgamiento de Rahikainen es Eva, el único testigo que puede vincularlo al crimen.

En líneas generales, el film recrea el dilema moral planteado por Dostoiveski y las idas y vueltas del protagonista y su conciencia. Prima la idea de que el asesinato requiere de un castigo más allá de las instituciones y las fuerzas de seguridad. Se trata de una acción tan grave que es imposible seguir como si nada hubiera sucedido. Muchos de los giros de la trama que construye Kaurismäki tienen un aire al cine de Hitchcock. Hay algo de casualidad, de suerte o relativo al destino en varias de estas acciones.

El reciente estreno de Fallen leaves (2023) ha llevado a que Mubi reponga la obra de este cineasta casi por completo. Se trata de una buena manera de revisar el trabajo de uno de los autores más relevantes del cine europeo contemporáneo. Su talento está a la vista ya en las primeras obras de su carrera.

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