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Voto de El Golo Cine:
8

Voto de El Golo Cine:
8
6,2
4.901
1 de enero de 2024
1 de enero de 2024
6 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera película de la directora Molly Manning Walker. Fue premiada en Cannes (Un certain regarde). Sobre todo, desarrolla la intimidad de un personaje adolescente y su relación con sus amigas, el sexo, el consumo y otras cuestiones.
Por Nicolás Bianchi
Tres amigas inglesas se van de vacaciones a un pequeño pueblo ubicado en la costa de Grecia. En este destino todo está preparado para vivir días de desenfreno. De desayuno, merienda y cena los jóvenes se sirven cantidades monstruosas de alcohol. También hay disponibilidad de otras cosas, como marihuana y unos globitos de moda en Europa que están inflados con gas de la risa (óxido nitroso). El plan es sencillo: consumir todo lo que se pueda y tener la mayor cantidad de sexo posible.
Las jóvenes sobre las que se centra la película son Tara (Mia McKenna-Bruce), Skye (Lara Peake) y Em (Enva Lewis). Las tres son menores de edad pero de alguna manera consiguieron realizar estas vacaciones, en principio, soñadas. Además, Tara tiene algo que solucionar. Todavía es virgen y eso, a todas luces, supone una presión para ella y un desafío para sus amigas. El primer rasgo interesante del film está dado por una escena sutil, en la que Skye, frente a unos chicos que recién han conocido, empieza a deslizar que su amiga es inexperimentada en el sexo. Hay mucho de enemistad íntima en esta amistad.
Los jóvenes en cuestión son Badger (Shaun Tomas) y Paddy (Samuel Bottomly), un poco más grandes que ellas, ya en los primeros veintes. Luego de una agitada previa en el departamento de los chicos el tren de la fiesta y el descontrol se pone en marcha. Skye se mueve como pez en el agua. Em, más inteligente y sensible, encuentra compañía en Paige (Laura Ambler), la amiga lesbiana de los dos varones. Tara, en cambio, es un mar de inseguridades cada vez más tempestuoso.
How to have sex parte de una historia muy sencilla y básica para contar múltiples aristas de las experiencias de estos personajes. En primer lugar, el foco está puesto en las relaciones de amistad. Estas pueden ser una trampa y, en ciertas ocasiones, los desconocidos pueden ser mejores aliados. Por otra parte, la película muestra un estilo de vida muy poco saludable, tanto para el cuerpo como para la mente. El ecosistema social en el que se mueven estos jóvenes facilita que tomen hasta vomitar o perder la consciencia, con todos los riesgos que esto conlleva. Además, en este estado es casi imposible sostener relaciones que sean sanas.
Es importante aclarar que el film nunca adopta un tono de denuncia. Su objetivo siempre es contar la historia de este puñado de personajes y de Tara en particular. How to have sex incluso tiene una deriva policial. Al despertar una mañana, entre la resaca y los vómitos, Skye, Em, Paige, Badger y Paddy se dan cuenta que Tara, la noche anterior, no volvió con ellos.
En varios sentidos, How to have sex es mucho más profunda de lo que parece a primera vista. En parte, esto se debe a que el trabajo de construcción de personajes que realiza Manning Walker es muy logrado. Cada uno tiene sus rasgos centrales, pero también matices. De esta manera, los chicos se presentan como versiones humanas creíbles que escapan de los estereotipos. Además, los giros en el tono narrativo, entre el drama y el policial, sirven de carta de presentación de una directora habilidosa. El crédito para sus próximas obras está abierto.
Está en Mubi. Contacto: [email protected]
Por Nicolás Bianchi
Tres amigas inglesas se van de vacaciones a un pequeño pueblo ubicado en la costa de Grecia. En este destino todo está preparado para vivir días de desenfreno. De desayuno, merienda y cena los jóvenes se sirven cantidades monstruosas de alcohol. También hay disponibilidad de otras cosas, como marihuana y unos globitos de moda en Europa que están inflados con gas de la risa (óxido nitroso). El plan es sencillo: consumir todo lo que se pueda y tener la mayor cantidad de sexo posible.
Las jóvenes sobre las que se centra la película son Tara (Mia McKenna-Bruce), Skye (Lara Peake) y Em (Enva Lewis). Las tres son menores de edad pero de alguna manera consiguieron realizar estas vacaciones, en principio, soñadas. Además, Tara tiene algo que solucionar. Todavía es virgen y eso, a todas luces, supone una presión para ella y un desafío para sus amigas. El primer rasgo interesante del film está dado por una escena sutil, en la que Skye, frente a unos chicos que recién han conocido, empieza a deslizar que su amiga es inexperimentada en el sexo. Hay mucho de enemistad íntima en esta amistad.
Los jóvenes en cuestión son Badger (Shaun Tomas) y Paddy (Samuel Bottomly), un poco más grandes que ellas, ya en los primeros veintes. Luego de una agitada previa en el departamento de los chicos el tren de la fiesta y el descontrol se pone en marcha. Skye se mueve como pez en el agua. Em, más inteligente y sensible, encuentra compañía en Paige (Laura Ambler), la amiga lesbiana de los dos varones. Tara, en cambio, es un mar de inseguridades cada vez más tempestuoso.
How to have sex parte de una historia muy sencilla y básica para contar múltiples aristas de las experiencias de estos personajes. En primer lugar, el foco está puesto en las relaciones de amistad. Estas pueden ser una trampa y, en ciertas ocasiones, los desconocidos pueden ser mejores aliados. Por otra parte, la película muestra un estilo de vida muy poco saludable, tanto para el cuerpo como para la mente. El ecosistema social en el que se mueven estos jóvenes facilita que tomen hasta vomitar o perder la consciencia, con todos los riesgos que esto conlleva. Además, en este estado es casi imposible sostener relaciones que sean sanas.
Es importante aclarar que el film nunca adopta un tono de denuncia. Su objetivo siempre es contar la historia de este puñado de personajes y de Tara en particular. How to have sex incluso tiene una deriva policial. Al despertar una mañana, entre la resaca y los vómitos, Skye, Em, Paige, Badger y Paddy se dan cuenta que Tara, la noche anterior, no volvió con ellos.
En varios sentidos, How to have sex es mucho más profunda de lo que parece a primera vista. En parte, esto se debe a que el trabajo de construcción de personajes que realiza Manning Walker es muy logrado. Cada uno tiene sus rasgos centrales, pero también matices. De esta manera, los chicos se presentan como versiones humanas creíbles que escapan de los estereotipos. Además, los giros en el tono narrativo, entre el drama y el policial, sirven de carta de presentación de una directora habilidosa. El crédito para sus próximas obras está abierto.
Está en Mubi. Contacto: [email protected]