Se trata de uno de los mejores films del año, tanto dentro como fuera del género. Dirigida por Zach Cregger y ambientada en Detroit, Estados Unidos. Suspenso, sustos, personajes sólidos y un mínimo toque fantástico.

Por Nicolás Bianchi

Barbarian está estructurada en 3 capítulos que podrían ser películas diferentes. Este sorprendente film funciona a distintos niveles: por separado, en conjunto, como película de suspenso, con jump scares bien logrados y con un trasfondo social que no está resaltado ni estorba al resto de los componentes de la historia. No es una película perfecta solo por algunos giros excesivos y decisiones arbitrarias de sus personajes. ¿Pero acaso no todas las películas de terror los necesitan?

En una noche de tormenta eléctrica, Tess (Georgina Campbell) llega a una casa que alquiló por una aplicación en Detroit porque al día siguiente debe asistir a una entrevista de trabajo. Sin embargo, se encuentra con que la casa está ocupada por otro inquilino, Keith (Bill Skarsgaard), que dice también haber alquilado la propiedad aunque por otra plataforma. Luego de un breve diálogo Tess decide entrar y refugiarse junto a un desconocido.

Esta podría ser la primera decisión típica de un personaje de película de terror estándar: ingresar a un lugar que supone un peligro. Pero Cregger no la hace tan fácil ni obvia. Durante la primera media hora la película circula en torno a la idea de que Tess están en peligro y que Keith es una potencial amenaza (hombre blanco que parece heterosexual en una casa en la que no debería estar solo con una chica atractiva).

La segunda historia que cuenta Barbarian tiene como protagonista a AJ (Justin Long), miembro de la industria cinematográfica que ha sido acusado de violación por una compañera de trabajo. AJ es, además, el dueño de la casa en la que se hospedan Tess y Keith. Justamente, empieza el proceso para vender esa propiedad porque necesita afrontar el costo de sus representantes legales.

Por último, el tercer hilo narrativo sucede en la época de Reagan como presidente de Estados Unidos, cuando el barrio de Detroit que ahora es un lugar marginal y abandonado era un sitio próspero de clase media. En esos tiempos quien vivía en la casa era Frank (Richard Brake), un personaje muy oscuro. No vale la pena comentar más detalles de ninguno de los relatos porque una importante virtud del film es el modo en que va revelando la información que es necesaria para la historia.

Mientras Cregger construye escenas incomodísimas que realmente producen miedo, que es lo que debe suceder en una película de este tipo, plantea otros cuestionamientos actuales. Se podría decir que Barbarian es una película con mirada de género hecha por un hombre, ya que el foco siempre está sobre Tess y todo lo que la rodea (y amenaza). Además, el film plantea preguntas como quiénes son los verdaderos monstruos o dónde está el origen del mal que se muestra.

Con Barbarian da gusto asustarse y “pasarla mal” durante gran parte de la duración de la película.

El film está disponible en Star +. Contacto: [email protected]