Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with David MS
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Críticas favoritas elegidas por David MS
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de David MS:
4

Voto de David MS:
4
5,3
28.726
Ciencia ficción. Acción
Tercera entrega de Transformers. En la Tierra, los Autobots y los Decepticons se ven envueltos en una peligrosa carrera espacial, entre los EE.UU. y la Unión Soviética, que podría desencadenar una guerra de tal magnitud que destruiría el planeta sin que ni siquiera los "transformers" pudieran impedirlo. Una vez más, Sam Witwicky se encuentra involuntariamente en medio del conflicto. (FILMAFFINITY)
13 de septiembre de 2012
13 de septiembre de 2012
Sé el primero en valorar esta crítica
Tercera parte de la saga de los Autobots y Decepticons, de nuevo con Michael Bay tras las cámaras y con Steven Spielberg de productor ejecutivo. Las novedades más llamativas de esta nueva entrega cabe encontrarlas en el cambio de Megan Fox por la modelo de Victoria's Secret, Rosie Huntington-Whiteley, como actriz principal, y que para este tercer capítulo se han usado las cámaras 3D que tan buen resultado le dieron a James Cameron y su Avatar.
A estas alturas de saga intentar explicar de qué puede ir el tercer episodio de Transformers es tarea casi imposible, la verdad es que todo lo referente a su guión no deja de ser una mera excusa para que en su tercer acto veamos a los dos bandos de robots liarse a castañazos, pero hasta la llegada de ese tercer acto tenemos que sufrir la vida de su protagonista humano, Sam Witwicky (Shia Labeouf), en el paro tras haber salvado al mundo en dos ocasiones, con relación con nueva chica (Whiteley). El encuentro con un extraño personaje (Ken Jeong) hará que Witwicky descubra el nuevo plan de los Decepticons para dominar el mundo, y que tenga que ponerse en contacto con sus amigos Autobots, que descubren algo en el lado oscuro de la luna que puede hacer desnivelar la balanza en la guerra contra sus enemigos.
Después del estreno de Trasformers: La Venganza de los Caídos no pasó mucho tiempo hasta que Michael Bay y los que eran sus dos protagonistas (Labeouf y Fox) pusieran a parir esta segunda entrega. De hecho, las críticas de Fox, que tachó a Bay de ser como Hitler, le supusieron la expulsión para esta tercera parte. Bay comentó en entrevistas que la huelga de guionistas del 2007 afectó gravemente la película haciendo que el film prácticamente se escribiera en la sala de montaje, eso lo sufrió especialmente su segundo acto, que tenía un bajón de ritmo considerable. Para esta última entrega aceptó ponerse tras las cámaras prometiendo no cometer los mismos errores.
Vista Transformers: El Lado Oscuro de la Luna hay que destacar que gran parte de los errores de la segunda parte se repiten aquí, empezando por el exceso de duración, un total de 157 minutos de metraje, grave problema cuando durante su primera hora y media no hay ninguna escena de acción memorable, esto hace que el momento en el que la cosa empieza a animarse uno hace rato que ha perdido la paciencia entre tanta palabrería y escena amorosa entre dos personajes que más allá de que sirvan de hilo conductor para ver a los robots, poco interesan. A ello sumarle el sentido del humor sonrojante que tanto le gusta meter a Bay en sus largometrajes, acentuado mucho más desde que se encarga de estos Transformers, solo proporciona momentos lamentables (los dos robots que conviven con Witwicky, la presencia de sus padres...).
Dejando de lado los problemas de ritmo durante sus primeros dos actos, hay puntos que han mejorado respecto a los films precedentes, especialmente en el apartado del montaje, el cambio a 3D ha hecho que para que la película pueda ser disfrutada en ese formato los planos duren más que los milisegundos a los que nos tenían acostumbrados. Esto hace que las peleas no sean tan confusas, caóticas como en las otras partes, hace incluso que alguna vez podamos visionar algún golpe certero en la cara de algún enemigo. Solo que para ello hay que esperar a su acto final, donde se concentra toda la acción y los momentos más espectaculares (la serpiente robot que destroza el edificio), nada que tampoco vaya a sorprender.
El resto está a la altura de lo que cabe esperar si has visto las dos partes anteriores y conoces la filmografía de Bay: mucha acción, robots, explosiones, adrenalina, cámara lenta, travellings circulares, planos aberrantes (para que sea mayor la sensación de grandeza de los robots), chicas guapas, coches lujosos, la presencia del ejército, la banda sonora en la linea de la saga del habitual Steve Jablonsky, todo lo que se espera ver en un blockbuster veraniego.
En el reparto un Shia Labeouf acomodado repitiendo el papel de siempre (si es que sabe hacer otro), la guapa e inexpresiva Rosie Huntington-Whiteley, hace que Megan Fox parezca Meryl Streep, John Turturro y sus payasadas, los repetidores Josh Duhamel y Tyrese Gibson que parecen no morir nunca, las novedades de un John Malkovich rozando el patetismo, Frances McDormand que no aporta nada y Patrick Dempsey haciendo de galán una vez más. En realidad, los mejores actores de toda esta franquicia son sus robots protagonistas, creados por los genios de ILM y Digital Domain, las compañías de efectos especiales.
Más de lo mismo en una saga que ha ido de más a menos sin alcanzar nunca un buen nivel, saga que ha hecho que su director haya perdido más de cinco años de su carrera en películas destinadas a ser una mera excusa para vender muñequitos. Espero que esta sea de verdad su última aportación al universo Transformers y volvamos a ver al Michael Bay director de grandes películas como La Roca y Armageddon.
A estas alturas de saga intentar explicar de qué puede ir el tercer episodio de Transformers es tarea casi imposible, la verdad es que todo lo referente a su guión no deja de ser una mera excusa para que en su tercer acto veamos a los dos bandos de robots liarse a castañazos, pero hasta la llegada de ese tercer acto tenemos que sufrir la vida de su protagonista humano, Sam Witwicky (Shia Labeouf), en el paro tras haber salvado al mundo en dos ocasiones, con relación con nueva chica (Whiteley). El encuentro con un extraño personaje (Ken Jeong) hará que Witwicky descubra el nuevo plan de los Decepticons para dominar el mundo, y que tenga que ponerse en contacto con sus amigos Autobots, que descubren algo en el lado oscuro de la luna que puede hacer desnivelar la balanza en la guerra contra sus enemigos.
Después del estreno de Trasformers: La Venganza de los Caídos no pasó mucho tiempo hasta que Michael Bay y los que eran sus dos protagonistas (Labeouf y Fox) pusieran a parir esta segunda entrega. De hecho, las críticas de Fox, que tachó a Bay de ser como Hitler, le supusieron la expulsión para esta tercera parte. Bay comentó en entrevistas que la huelga de guionistas del 2007 afectó gravemente la película haciendo que el film prácticamente se escribiera en la sala de montaje, eso lo sufrió especialmente su segundo acto, que tenía un bajón de ritmo considerable. Para esta última entrega aceptó ponerse tras las cámaras prometiendo no cometer los mismos errores.
Vista Transformers: El Lado Oscuro de la Luna hay que destacar que gran parte de los errores de la segunda parte se repiten aquí, empezando por el exceso de duración, un total de 157 minutos de metraje, grave problema cuando durante su primera hora y media no hay ninguna escena de acción memorable, esto hace que el momento en el que la cosa empieza a animarse uno hace rato que ha perdido la paciencia entre tanta palabrería y escena amorosa entre dos personajes que más allá de que sirvan de hilo conductor para ver a los robots, poco interesan. A ello sumarle el sentido del humor sonrojante que tanto le gusta meter a Bay en sus largometrajes, acentuado mucho más desde que se encarga de estos Transformers, solo proporciona momentos lamentables (los dos robots que conviven con Witwicky, la presencia de sus padres...).
Dejando de lado los problemas de ritmo durante sus primeros dos actos, hay puntos que han mejorado respecto a los films precedentes, especialmente en el apartado del montaje, el cambio a 3D ha hecho que para que la película pueda ser disfrutada en ese formato los planos duren más que los milisegundos a los que nos tenían acostumbrados. Esto hace que las peleas no sean tan confusas, caóticas como en las otras partes, hace incluso que alguna vez podamos visionar algún golpe certero en la cara de algún enemigo. Solo que para ello hay que esperar a su acto final, donde se concentra toda la acción y los momentos más espectaculares (la serpiente robot que destroza el edificio), nada que tampoco vaya a sorprender.
El resto está a la altura de lo que cabe esperar si has visto las dos partes anteriores y conoces la filmografía de Bay: mucha acción, robots, explosiones, adrenalina, cámara lenta, travellings circulares, planos aberrantes (para que sea mayor la sensación de grandeza de los robots), chicas guapas, coches lujosos, la presencia del ejército, la banda sonora en la linea de la saga del habitual Steve Jablonsky, todo lo que se espera ver en un blockbuster veraniego.
En el reparto un Shia Labeouf acomodado repitiendo el papel de siempre (si es que sabe hacer otro), la guapa e inexpresiva Rosie Huntington-Whiteley, hace que Megan Fox parezca Meryl Streep, John Turturro y sus payasadas, los repetidores Josh Duhamel y Tyrese Gibson que parecen no morir nunca, las novedades de un John Malkovich rozando el patetismo, Frances McDormand que no aporta nada y Patrick Dempsey haciendo de galán una vez más. En realidad, los mejores actores de toda esta franquicia son sus robots protagonistas, creados por los genios de ILM y Digital Domain, las compañías de efectos especiales.
Más de lo mismo en una saga que ha ido de más a menos sin alcanzar nunca un buen nivel, saga que ha hecho que su director haya perdido más de cinco años de su carrera en películas destinadas a ser una mera excusa para vender muñequitos. Espero que esta sea de verdad su última aportación al universo Transformers y volvamos a ver al Michael Bay director de grandes películas como La Roca y Armageddon.