Ninguna de las tres partes de la saga Evil Dead consiguió grandes cifras en taquilla, no obstante siempre dieron beneficios y lo mejor, permanecieron en el recuerdo del espectador fanático del fantástico, muchos de ellos, entre ellos yo, considerándolas obras de culto. Terroríficamente Muertos es el título en castellano de Evil Dead 2, de nuevo dirigida por un Sam Raimi que trataba de recuperar el prestigio obtenido con Posesión Infernal (Evil Dead), debido al fracaso crítico y comercial que supuso su segunda película, la nefasta comedia Ola de Crímenes, Ola de Risas.

Evil Dead 2 cuenta la misma historia que su predecesora, de hecho, sus primeros diez minutos son un breve resumen de lo que le pasó a Ash (Bruce Campbell) en la primera entrega, cuando él y su novia se van a pasar el fin de semana a una cabaña en el bosque. Allí encuentran un magnetófono que recita una parte del Necronomicón, el libro de los muertos, despertando las fuerzas oscuras que se ocultan entre la maleza del bosque.

Repetición del esquema que tan bien funcionó en 1981 con Posesión Infernal, el asedio constante de poseídos, demonios y el propio bosque a un protagonista que las pasa putas en la hora y veinte de duración. Dicho esto parece que trataran de reincidir en la misma fórmula sin aportar novedad alguna. Y si bien es cierto que esta secuela, sobre el papel, es calcada a Posesión Infernal, hay que otorgarle bastantes méritos y más cambios de los previstos.

Posesión Infernal se rodó con solo 375000 dólares, bien empleados pero que a buen seguro no dejaron del todo satisfecho a un Sam Raimi que hubiera querido contar con más medios. Con Evil Dead 2 la cifra se amplió hasta los 3 millones de dólares, notándose ese aumento en la calidad de aspectos técnicos, maquillaje y efectos especiales, aprovechados para llevar más allá lo visto en la primera parte.

Pero no es el look visual el mayor cambio que sufre Evil Dead 2 respecto a la terrorífica y seria anterior entrega, es el tono cómo esta llevada en pantalla por un Sam Raimi que creó una híbrido entre cine de terror, la comedia slapstick (el humor de la tarta y de las caídas) y los dibujos animados de Tex Avery (Bugs Bunny, el Correcaminos). En esos estilos se inscriben momentazos de gran ingenio por parte de un Raimi en plena forma: Ash peleando contra su mano poseída, los objetos de la habitación burlándose de Ash, o lo que sucede con el ojo de uno de los zombies. Lo mejor es que Evil Dead 2 aborda todo este humor sin olvidar su referente y lo primordial, asustar.

Tan memorable como la película en sí, es el nacimiento de un icono de la cultura popular del cine de terror como es su protagonista, un Ash interpretado por un actor de innata vis cómica como Bruce Campbell, nacido para este papel, y protagonista sobre el que ha girado los mayores beneficios de la saga, el merchandising: cómics, videojuegos, figuritas e incluso un musical que estos días ha llegado a Madrid (con Pablo Puyol de UPA Dance haciendo de Ash).

Estos días circula por internet el trailer en baja calidad del remake que dirige Fede Álvarez, con producción de Raimi, Campbell y el productor Robert Tapert. Si bien lo poco que se ve es prometedor, a buen seguro que todos hubieran preferido la cuarta parte que continuaría al tercer capítulo, El Ejército de las Tinieblas, muy en la onda de este Evil Dead 2 pero cambiando el terror por el cine de aventuras a lo Ray Harryhausen.