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Voto de David MS:
7

Voto de David MS:
7
6,6
8.458
Thriller. Drama
Basada en la historia de Gertrude Baniszewski, un ama de casa de los suburbios que, los años sesenta, secuestró y mantuvo a una niña encerrada en el sótano en su casa de Indiana. Allí sometió a la pequeña a todo tipo de abusos y torturas, e incluso instó a sus seis hijos y a varios vecinos a que participaran de este juego macabro. (FILMAFFINITY)
26 de febrero de 2014
26 de febrero de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos películas del mismo año basadas en la misma historia; tanto An American Crime (2007) como The Girl Next Door (2007) cuentan un caso real acontecido en Indiana en 1965. Las diferencias las notaré cuando haya visto la segunda de ellas, pero a simple vista lo que llama la atención es que An American Crime es la versión oficial de los hechos, el film que usa los nombres verídicos de los implicados en el trágico suceso. Dirige este drama Tommy O' Haver, y protagonizan Catherine Keener, Ellen Page, Hayley McFarland, Ari Graynor, James Franco, Bradley Whitford y Evan Peters.
Qué pasó: un matrimonio que se dedica al circo dejó a sus hijas (Page y McFarland) a cargo de su vecina, Gertrude Baniszewski (Keener), madre de otros seis niñ@s. Esta señora la tomó con una de ellas, Sylvia Likens (la Page), a la que dejó encerrada en el sótano de su casa por (falso) mal comportamiento. Las consecuencias fueron terribles, y algo predecibles si has leído el título de la película.
Con este material el señor Tommy O' Haver consiguió su mejor trabajo hasta la fecha, una película en la que brillan los siguientes dos puntos:
- Las dos actrices principales. Ellen Page es una actriz que siempre consigue transmitir inocencia y este papel tenía mucho de ello, lo borda; el que caracteriza Catherine Keener es más notable si cabe, una hija de perra, el típico papel de chalada maltratadora a la que no se tarda en odiar, admirando al mismo tiempo el trabajo de la actriz. Haciendo un símil, su Gertrude Baniszewski es el reverso real de la Annie Wilkes del Misery de Stephen King.
- El segundo punto por el que vale la pena echarle un vistazo a An American Crime es a la par triste -como la película-; la historia es muy buena pero sucedió de verdad.
A mi parecer An American Crime tiene algunos detalles que la alejan de ser una gran obra, proceden del trabajo de su director. Su trabajo no es despreciable, plasma bien la historia en pantalla, y tomó la decisión (correcta o no) de no recrearse en los detalles más morbosos del suceso. Lo que no perdono es que la película tarde tanto en arrancar -en el minuto 30 llegué a preguntarme si no me había equivocado de película-, y el otro defecto sin spoiler, un recurso narrativo fantasioso en el clímax que solo sirve para romper la veracidad de los hechos, un toque personal que yo consideré erróneo y tramposo.
Qué pasó: un matrimonio que se dedica al circo dejó a sus hijas (Page y McFarland) a cargo de su vecina, Gertrude Baniszewski (Keener), madre de otros seis niñ@s. Esta señora la tomó con una de ellas, Sylvia Likens (la Page), a la que dejó encerrada en el sótano de su casa por (falso) mal comportamiento. Las consecuencias fueron terribles, y algo predecibles si has leído el título de la película.
Con este material el señor Tommy O' Haver consiguió su mejor trabajo hasta la fecha, una película en la que brillan los siguientes dos puntos:
- Las dos actrices principales. Ellen Page es una actriz que siempre consigue transmitir inocencia y este papel tenía mucho de ello, lo borda; el que caracteriza Catherine Keener es más notable si cabe, una hija de perra, el típico papel de chalada maltratadora a la que no se tarda en odiar, admirando al mismo tiempo el trabajo de la actriz. Haciendo un símil, su Gertrude Baniszewski es el reverso real de la Annie Wilkes del Misery de Stephen King.
- El segundo punto por el que vale la pena echarle un vistazo a An American Crime es a la par triste -como la película-; la historia es muy buena pero sucedió de verdad.
A mi parecer An American Crime tiene algunos detalles que la alejan de ser una gran obra, proceden del trabajo de su director. Su trabajo no es despreciable, plasma bien la historia en pantalla, y tomó la decisión (correcta o no) de no recrearse en los detalles más morbosos del suceso. Lo que no perdono es que la película tarde tanto en arrancar -en el minuto 30 llegué a preguntarme si no me había equivocado de película-, y el otro defecto sin spoiler, un recurso narrativo fantasioso en el clímax que solo sirve para romper la veracidad de los hechos, un toque personal que yo consideré erróneo y tramposo.