Europa Corp es la productora perteneciente al director galo Luc Besson (El Quinto Elemento, Leon), que con presupuestos ajustados trata de competir con el cine americano en cuanto a cine de acción se refiere. Muestras de ello son Venganza, Transporter, Danny the Dog y muchas otras, producciones francesas con alguna estrella americana al frente, y con directores noveles (Pierre Morel, Louis Leterrier...) poniendo imagen a los guiones que normalmente escriben el propio Besson y su compañero Robert Mark Kamen.

El último de ellos lo escribe Besson en conjunción con los directores de la propia película, Saint & Mather, se trata de MS1: Máxima Seguridad. Como no, una película de acción, en este caso ambientada en el espacio. Protagoniza el australiano Guy Pearce (Memento), la rubia Maggie Grace (Perdidos), el sueco Peter Stormare (Fargo), Joseph Gilgun y Vincent Regan.

La MS1 es una prisión criogénica en pleno espacio, donde el día que la hija del presidente de los USA (Grace) está de misión humanitaria, sucede un motín liderado por un par de presos (Gilgun y Regan). La única opción de sacarla de ahí con vida es Snow (Pearce), un agente inculpado de asesinato (de manera injusta) que se encuentra camino de la MS1.

Sigo con las sumas: 1.997 Rescate en Nueva York + Con Air (Convictos en el Aire) + Jungla de Cristal = MS1: Máxima Seguridad. Lo que pasa es que no con el presupuesto de tales película y por lo tanto, de calidad. Eso se nota especialmente en la pobre ambientación, y sobre todo en los deficientes efectos especiales (hay una carrera de motos que parece sacada de la intro de algún juego de la primera Playstation).

El guión, lo dicho, es una suma de tales películas y nada nuevo hay en él, lo mismo que se puede decir de la manera en cómo está llevado en pantalla, funcional, con unas (pocas) escenas de acción modestas y algo caóticas en cuanto a su realización (cámara en mano) y montaje (cambiar de plano cada milisegundo). Tales escenas son llevadas a cabo por la pareja protagonista, los únicos intérpretes con algo de entidad de los 95 minutos que dura MS1, un paródico Guy Pearce como héroe de acción a lo John McClane, y una fría Maggie Grace a la que le auguro más futuro en la pequeña pantalla.

No pasará a la historia este primer largometraje de la pareja Saint & Mather, y lo bueno de su película es que en ningún momento lo pretende. Es un divertimento serie B autoconsciente que es de usar y tirar, y por eso se puede ver aunque queda lejos de poder disfrutarse.