Steve McQueen es papillon, o sea la mariposa (que éste tiene tatuada en su pecho), o lo que es lo mismo, la personificación del espíritu de la libertad, del deseo de vivir. No existe para Papillon la posibilidad de negociar una tregua en términos de tiempo, sean dos años, tres meses o un minuto. Su único deseo (que es el que lo mantiene con vida) es el de ser libre, el de escapar de una de las peores prisiones concebibles, y por eso, la prisión y el trato que en ella le dan es tan terrible para él, y por ello nos conmueve tanto "su encarcelamiento", su padecimiento, que nos parece más terrible que el que soportan "pasivamente" los demás.
Dustin Hoffman personifica para mí, el espíritu de la resignación y del cálculo ante el destino consumado: él es capaz de "vivir, adaptarse y superarse" dentro de los límites impuestos desde el poder.
La película tiene un guión que parece ir, por momentos, a la deriva, pero en cuanto reflexionamos sobre el desenlace de la historia empezamos a atar algunos cabos sueltos que nos hace valorar su trama aún más. Los cortes a la narración que hace el director explican cómo debemos "leer la trama". [Ver spoiler]