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Voto de nachete:
4

Voto de nachete:
4
4,5
2.191
Terror
Marie está dispuesta a indagar en su pasado volviendo a una vieja granja de la Rusia rural que acaba de heredar de una madre a la que nunca conoció y que ha muerto en extrañas circunstancias. Aislada en una casa abandonada que se comporta como un ser humano al borde de la locura, Marie descubrirá en ella a Nikolai, un hombre que dice ser su hermano, y a sus dos dobles, que invocan, con su inquietante presencia, a los fantasmas de un ... [+]
5 de agosto de 2007
5 de agosto de 2007
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nacho Cerdá tiene un talento enorme. Vaya esto por delante porque mi puntuación parece desmentirlo y no es así. El problema es el mismo que ya han apuntado otros usuarios de filmaffinity: un guión muy pobre y reiterativo que convierte una buena (y genuina) película de terror en un cargante laberinto gótico sin principio ni final. A Cerdá le sobre imaginación, pero le falta mesura y sentido de la proporción. Una película de terror no puede pretender dar miedo siempre, y sin embargo Los abandonados insiste en esta premisa hasta que el espectador, cansado, decide desconectar. Los tópicos tampoco ayudan: estamos ante una historia de fantasmas circular y paradójica, muy bien ensamblada (esto es, sin excesivos cabos sueltos ni contrasentidos), pero archiconocida y que para colmo no avanza ni un ápice durante la mayor parte de su metraje. Es más, una historia que se explica a sí misma mucho antes de que llegue el final, minando considerablemente el factor sorpresa.
Lo mejor reside en la capacidad de Cerdá y compañía (música, iluminación, montaje) para dar miedo al respetable, misión ampliamente cumplida durante el primer tercio de proyección. Aquí el español no sólo cumple, sino que se eleva por encima de la media tanto de sus colegas patrios como extranjeros. Sin recurrir a sustos de manual ni demás golpes de efecto, Cerdá filma el miedo con serenidad e inteligencia, logrando instantes de absoluto poderío artístico y visual completamente alejados del terror "nuevaolero" que suele llenar las salas de cine. Por eso es una pena que el guión no acompañe a tamaño ejemplo de profesionalidad y buen gusto. El resultado dista de ser horroroso, pero desde luego no anclará en nuestro subconsciente demasiado tiempo ni incitará a una nuava revisión. Al contrario: la sóla idea de verla de nuevo figurará entre las cosas menos apetecibles que podamos echarnos a la cara.
Lo mejor: descubrir el enorme potencial de Cerdá.
Lo peor: insiste tanto en dar miedo en todo momento que acaba resultando cargante.
Lo mejor reside en la capacidad de Cerdá y compañía (música, iluminación, montaje) para dar miedo al respetable, misión ampliamente cumplida durante el primer tercio de proyección. Aquí el español no sólo cumple, sino que se eleva por encima de la media tanto de sus colegas patrios como extranjeros. Sin recurrir a sustos de manual ni demás golpes de efecto, Cerdá filma el miedo con serenidad e inteligencia, logrando instantes de absoluto poderío artístico y visual completamente alejados del terror "nuevaolero" que suele llenar las salas de cine. Por eso es una pena que el guión no acompañe a tamaño ejemplo de profesionalidad y buen gusto. El resultado dista de ser horroroso, pero desde luego no anclará en nuestro subconsciente demasiado tiempo ni incitará a una nuava revisión. Al contrario: la sóla idea de verla de nuevo figurará entre las cosas menos apetecibles que podamos echarnos a la cara.
Lo mejor: descubrir el enorme potencial de Cerdá.
Lo peor: insiste tanto en dar miedo en todo momento que acaba resultando cargante.