Divertido remake de una inglesa de 1967 que parte con posibilidades, debido a la inusual trama. No porque el pacto diabólico sea un desconocido en los últimos siglos sino porque rara vez aparece en la ficción y más aún, en plan comedia. El protagonista, Elliot (Brendan Fraser), es un pardillo al que sus compañeros de trabajo le dan de lado de forma cruel, que además está enamorado de la señora Seldfridge, perdón, Alison, una chica a la que interpreta Frances O'Connor. Así que aparece el diablo, que es Elizabeth Hurley que le propone que le entregue su alma a cambio de siete deseos. Mi recomendación es que no se acepte pero de todos modos, sería interesante echarle un vistazo a ese mamotreto en forma de contrato.

La gracia de la película reside en ver como los deseos son en realidad una chapuza, me temo que por torpeza de la otorgante, aunque a mí me han gustado más los chistes semiparódicos relacionados con la religión, desde al alma a Dios pasando por el infierno, todo con sentido del humor y con la mayor limpieza, para que nadie se ofenda. "Al diablo con el diablo" no tiene muchas ideas hasta el punto de tirar en el final por el camino más sencillo pero aún así resulta simpática. Atención a los cambios de look de Elliot, en algunos está irreconocible, de Alison pero sobre todo de Elizabeth Hurley, que aunque no me gusta especialmente, va de enfermera, animadora, policía, colegiala o abogada, todo sexy. En fin, qué la diablilla es hasta buena.