Sin adjetivos me quedo para catalogar tamaña joya del cine, que barbaridad de película, una verdadera maravilla, pausada, perturbadora, inquietante (¡¡¡ojo a la niña!!!) y a la par un punch en el bazo que duele y te deja sin respiración. Cine de calite, te explican lo justo y cuando crees que la película se ralentiza demasiado es cuando viene lo mejor.
Permitirme ser un poco pedante y decir que no es una película fácil de digerir y estoy convencido que no va a gustar a una gran mayoría de la gente, ya que es exageradamente pausada y lenta en su evolución (cosa que a mi me entusiasma) esto echara para atrás a un gran numero de espectadores, que no darán opción ni tiempo a que la historia se desarrolle y se perderán uno de los finales más soberbios del cine.
Contra menos os expliquen y menos sepáis de la película, mucho mejor (cosa harto difícil en estos días) así que intentare no destriparos-la….

Oskar es un joven de Estocolmo que vive acongojado por la presión a la que le someten unos compañeros del colegio, es un niño solitario y con una familia desestructurada. Vive en su mundo, hasta que una noche conoce a Eli, una joven de su misma edad con la que entablara una extraña amistad. Esta joven guarda un secreto que no podra ocultare durante mucho tiempo a su nuevo amigo. (NO EXPLICO MÁS POR QUE ME LA CARGO).
Los dos jóvenes actores protagonistas, dan una lección de interpretación en grado máximo. El chico que interpreta a Oskar, nos da en todo momento esa fragilidad que su personaje requiere, pero es que la niña nos ofrece una interpretación, que roza la perfección, frágil, inquietante, perturbadora, dura.
El director revisita el mito del vampirismo (con sus tópicos) de una forma tan sencilla, que da gusto, con escenas que son de traca: vomitando caramelos, mujer convertida y sobretodo la de invitar a un vampiro a entrar a tu casa ¡¡¡ACOJONANTE!!!.
En definitiva, una película 100% recomendable a todo aquel que disfrute del buen cine y sobretodo para aquellos que no esperen grandes escenas de acción, vampiros voladores. Esta mucho más cerca de la fantástica “The Addiction” de Abel Ferrara que de cualquier otra película de vampiros que hayáis poder ver.