10 años han pasado desde el estreno del anterior episodio de la, sin duda, saga más querida y venerada de la historia del cine, y casi 40 desde que se estrenó la primera entrega, ahora dirigida por J. J. Abrams como el responsable de hacer reflotar de nuevo a la saga, tal y como hizo con Star Trek.

El nuevo episodio de la historia concebida por George Lucas es multifuncional, ya que lo mismo funciona como secuela del filme de 1983, ‘El regreso del Jedi’, ahora conocido como el Episodio 6 con una historia que sucede 30 años después de dichos acontecimientos, que como relanzamiento de la saga para las nuevas generaciones, pero también es una especie de remake de la primera película

La estrategia, que pretende satisfacer al viejo y nostálgico espectador así como adherir a las nuevas generaciones, se ve beneficiada por el acertado trabajo de J. J. Abrams desde la silla de director, sabiendo imponer un ritmo sostenido a la película, más acorde al cine de la actualidad, consiguiendo darle a la película una sensación de rejuvenecimiento.

El inicio de ‘El despertar de la fuerza’ es sumamente parecido al inicio de la ahora conocida como ‘Una nueva esperanza’: el droide ‘BB-8’ es el sitio perfecto para esconder el mapa de la ubicación actual de Luke Skywalker, el último de los Jedi desaparecido algunos años atrás, tal como en la primera parte donde ‘R2D2’ era donde se resguardaban los planos de la Estrella de la Muerte.

Algunas otras secuencias más tendrán referencias a otras secuencias de aquella primera película, pero con cambios sustanciales, adaptados perfectamente por Abrams junto a Lawrence Kasdan en el guión, que no se queda en simple reciclaje y que permiten la aparición de los nuevos personajes de este filme, Rey (Daisy Ridley), una chatarrera que desconoce su origen, Finn (John Boyega), un stormtrooper que ha desertado para unirse a la Resistencia, Poe Dameron (Oscar Isaac), el piloto experto, así como el villano interpretado por Adam Driver llamado Kylo Ren, un adorador de Darth Vader, logrando dotar a ‘El despertar de la fuerza’ de una sólida personalidad propia y no dejándola como mero homenaje, con otro logro importante, restarle esas dosis de infantilismo que tanto gustaba a Lucas y darle menos espacio a tanta criatura y personajes creados a partir de CGI.

Los buenos y malos irán detrás de ese mapa desatando la trama y permitiendo la convivencia de los nuevos héroes con los clásicos de las primeras películas, así, Abrams consigue equilibrar la introducción de estos personajes a la par de las bocanadas de nostalgia cuando aparecen los que interpretan, en mayor medida Harrison Ford y Carrie Fisher, sin dejar de lado a Chewbacca, C-3P0 y R2-D2, el mítico Halcón Milenario y por supuesto a Luke Skywalker, interpretado con sobriedad y perfección por Mark Hamill.

Así, la nueva Star Wars es un compendio de emociones nuevas y recicladas, una película convincente y con vida propia a la altura de las primeras 3 películas de la saga, y que sirve como un gran punto de partida para lo que se viene en los años siguientes en los episodios que dirigirán Rian Johnson y Colin Trevorrow. Empieza bien la nueva Fuerza.


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