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Voto de Kyrios:
7

Voto de Kyrios:
7
7,0
970
28 de abril de 2021
28 de abril de 2021
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Attack (1956) se trata de una película bélica dirigida por Robert Aldrich, que se ambienta en la por aquel entonces reciente Segunda Guerra Mundial, en el frente occidental, y que nos presenta un retrato muy crítico con la oficialidad y los altos mandos del ejército norteamericano. Obviamente por ello la película no contó con el visto bueno de las autoridades norteamericanas, y Aldrich tuvo que poner muchos esfuerzos para sacar el proyecto adelante.
Attack se ambienta en la campaña de las Ardenas. Cuando parece que el frente alemán en occidente se desmorona ante la invasión aliada, los alemanes realizan una contraofensiva que causó ciertos estragos al ejército norteamericano. En esas penosas situaciones se encuentran nuestros protagonistas, que tienen un gran problema: Su comandante, interpretado por Eddie Albert, es un auténtico inútil y cobarde, que en realidad es el comandante por conexiones políticas más que por méritos propios (paradójicamente en realidad el actor participó heroicamente en la Segunda Guerra Mundial).
En este pelotón se encuentran dos personajes interpretados por Jack Palance y William Smithers. Ambos están en contra del inútil de su comandante, pero el personaje de Palance es capaz de sobrepasar cualquier regla disciplinaria para evitar otro desastre (incluso el asesinato), mientras que el personaje de William Smithers se debate entre la leal disciplina al ejército y la auténtica justicia.
Attack nos presenta una crítica feroz a los altos mandos de la guerra, que sacrifican hombres en pos de recibir méritos de guerra y una medalla. La película no tiene reparos en presentar a los dos personajes que forman parte de la élite militar (Por una parte el capitán cobarde que interpreta Eddie Albert y por otra el general que interpreta Lee Marvin) como unos miserables. La valentía de Attack se une a una inteligencia sutil a la hora de representar las diferentes actitudes negativas del ejército.
Attack sigue el esquema de muchas películas bélicas, cuando el capitán del pelotón manda al personaje que interpreta Jack Palance a una misión suicida. En esta misión nuestros hombres se atrincherarán en una casa ante el ataque de los alemanes. Así, en vez de mostrarnos grandes batallas, la película opta por una acción minimalista, que justifica un presupuesto más ajustado. Y aún con eso, las secuencias de acción que dirige Aldrich tienen un gran interés, por saber gestionar la tensión con una correcta puesta en escena. Escenas como la del francotirador o la marcha hacía la casa son más que destacables.
A diferencia de muchas películas bélicas en las que las escenas de acción son ininteligibles porque se convierten generalmente en una ensalada de tiros en la cual el espectador pierde generalmente cualquiera orientación geográfica, en Attack tenemos una película clara en este tipo de secuencias.
Y además, el filme añade una intención didáctica que pretende explicar al espectador como se desarrolla la estrategia bélica. Aquí no tenemos una retahíla de divisiones y directrices llamativas de las que no entendemos sus movimientos, sino que está meridianamente claro cuales son los objetivos del pelotón y el por qué de las decisiones militares. Es una tarea que se lleva correctamente tanto desde el guion, que como ya hemos dicho, tiene esa voluntad explicativa, como desde la puesta en escena de Robert Aldrich, que sitúa espacialmente bien a los personajes para que no nos sintamos perdidos.
Conclusión
Attack es una película poco conocida hoy en día, pero es una joya del cine antibélico norteamericano. Una crítica bien planteada desde su fondo y forma, que no deja títere sin cabeza en cuanto a los altos mandos del ejército se refiere.
Attack se ambienta en la campaña de las Ardenas. Cuando parece que el frente alemán en occidente se desmorona ante la invasión aliada, los alemanes realizan una contraofensiva que causó ciertos estragos al ejército norteamericano. En esas penosas situaciones se encuentran nuestros protagonistas, que tienen un gran problema: Su comandante, interpretado por Eddie Albert, es un auténtico inútil y cobarde, que en realidad es el comandante por conexiones políticas más que por méritos propios (paradójicamente en realidad el actor participó heroicamente en la Segunda Guerra Mundial).
En este pelotón se encuentran dos personajes interpretados por Jack Palance y William Smithers. Ambos están en contra del inútil de su comandante, pero el personaje de Palance es capaz de sobrepasar cualquier regla disciplinaria para evitar otro desastre (incluso el asesinato), mientras que el personaje de William Smithers se debate entre la leal disciplina al ejército y la auténtica justicia.
Attack nos presenta una crítica feroz a los altos mandos de la guerra, que sacrifican hombres en pos de recibir méritos de guerra y una medalla. La película no tiene reparos en presentar a los dos personajes que forman parte de la élite militar (Por una parte el capitán cobarde que interpreta Eddie Albert y por otra el general que interpreta Lee Marvin) como unos miserables. La valentía de Attack se une a una inteligencia sutil a la hora de representar las diferentes actitudes negativas del ejército.
Attack sigue el esquema de muchas películas bélicas, cuando el capitán del pelotón manda al personaje que interpreta Jack Palance a una misión suicida. En esta misión nuestros hombres se atrincherarán en una casa ante el ataque de los alemanes. Así, en vez de mostrarnos grandes batallas, la película opta por una acción minimalista, que justifica un presupuesto más ajustado. Y aún con eso, las secuencias de acción que dirige Aldrich tienen un gran interés, por saber gestionar la tensión con una correcta puesta en escena. Escenas como la del francotirador o la marcha hacía la casa son más que destacables.
A diferencia de muchas películas bélicas en las que las escenas de acción son ininteligibles porque se convierten generalmente en una ensalada de tiros en la cual el espectador pierde generalmente cualquiera orientación geográfica, en Attack tenemos una película clara en este tipo de secuencias.
Y además, el filme añade una intención didáctica que pretende explicar al espectador como se desarrolla la estrategia bélica. Aquí no tenemos una retahíla de divisiones y directrices llamativas de las que no entendemos sus movimientos, sino que está meridianamente claro cuales son los objetivos del pelotón y el por qué de las decisiones militares. Es una tarea que se lleva correctamente tanto desde el guion, que como ya hemos dicho, tiene esa voluntad explicativa, como desde la puesta en escena de Robert Aldrich, que sitúa espacialmente bien a los personajes para que no nos sintamos perdidos.
Conclusión
Attack es una película poco conocida hoy en día, pero es una joya del cine antibélico norteamericano. Una crítica bien planteada desde su fondo y forma, que no deja títere sin cabeza en cuanto a los altos mandos del ejército se refiere.