Humane (2024) supone el debut en la dirección de Caitlin Croenenberg, la hija del célebre director canadiense. La película tiene en realidad muchas concomitancias con el propio cine del director, mostrándonos una historia sobre un futuro distópico donde la sobrepoblación ha llegado a un límite en el que el gobierno de los Estados Unidos favorece la eutanasia en pos del beneficio climático. Así dicho, suena a Croenenberg en estado puro. 

La película es una comedia negrísima que viene a tratar la locura de ciertas élites que con el tema del cambio climático y otras historias están tratando de hacer borrón y cuenta nueva con gran parte de la sociedad. Y es que la crisis de las sociedades actuales no es tan exagerada de lo que se cuenta en la película. Algunos países como Canadá o los Países Bajos ya han aprobado casos de Eutanasia sobre personas jóvenes que estaban físicamente saludables y que por diversos motivos querían acabar con sus vidas. En vez de intentar encontrar el modo de hacer encajar estas personas en la sociedad, el método fácil de dichos gobiernos ha sido eutanasiar a estas personas, rendirse y darles la espalda. A todas luces, un fallo absoluta de la sociedad occidental, que ha tratado de enmascararse mediante la justificación del individualismo extremo.

Croenenberg hija lleva esto a un futuro relativamente cercano, donde después de una crisis climática el gobierno ha decidido crear un programa de eutanasia generalizada. La mayoría de las personas que deciden aceptar el programa son inmigrantes que tratan de conseguir una recompensa económica para su familia que viene ligada al programa, pero en el caso que nos ocupa, la película pretende darle un giro.

Y es que la película, se posiciona claramente, mostrándonos una familia de clase acomodada que no solo tiene la capacidad de saltarse el programa, sino que además tiene conexiones con el gobierno. Sin embargo, el argumento de Caitlin Croenenberg se divierte colocando en el punto de mira precisamente a esta familia, siendo ellos los que por una vez tienen que afrontar el programa que ellos mismos aplican a las clases más desfavorecidas. Este giro es el óbice de la película, en la cual por una vez serán estas élites las que tendrán que hacer de todo para salvar el pellejo, incluyendo la traición mutua. Es entre estas puñaladas donde la película saca la baza del humor más negro posible. 

La película lo juega todo a su guion y a sus decisiones argumentales, con una puesta en escena que apenas tiene ninguna secuencia que sea chocante a nivel estético, lo que resulta bastante sorprendente teniendo en cuenta el apellido de Croenenberg y lo que a la vez muestra las diferencias entre padre e hija. De igual manera el diseño de producción es de lo más ajustado que nos encontramos en el cine de género, poniendo todo el peso de la película en la interpretación. De hecho, prácticamente toda la película sucede en un único escenario.

Conclusión

Humane es una interesante opera prima que pone en el mapa cinematográfico a Caitlin Croenenberg, que dirige una película atrevida en su argumento, siguiendo la estela de su padre. Habrá que ver si en los próximos años es capaz de quitarse la losa tan grande que supone su apellido. 

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