La directora Gisèle Vienne estrena en Filmin Jerk (2021), una "película" que es en realidad un espectáculo teatral filmado (de una obra propia de la autora) que está basada en los asesinatos reales que tuvieron lugar en Texas en los años setenta. En realidad, Jerk es un espectáculo de teatro experimental filmado (¿En este caso, teatro-cine experimental?), solo apto para gente que está predispuesta a ver una obra totalmente rompedora y poco inusual. La película tuvo éxito en el Festival de Sitges, consiguiendo el premio a mejor película en Noves Visions.

La película puede verse en Filmin a partir del 24 de febrero.

Un hombre está en medio de un escenario teatral, totalmente vacío de decorado, con dos marionetas en sus manos. El hombre lleva una camiseta que pone "La Humanidad está sobrevalorada". El hombre empieza a simular que una de las marionetas está practicando sexo anal con el puño a la otra mientras Jonathan Capdevielle, que es el marionetista (y además un profesional en el género) simula unos sonidos grotescos de violación.

Obviamente, Jerk no es una película apta para todo el mundo. Más que avisados estáis. De hecho, perfectamente podría estrenarse una obra así en cualquier centro cívico contemporáneo de un barrio pijo de Barcelona o Madrid. ¿Ahora bien, con tanta energía como desprende Jerk?

Jerk es una obra que pretende asquear al espectador. Los hechos que se relatan, y a pesar de que son solo puras marionetas, son grotescos y deleznables. No en vano estamos asistiendo a lo que en teoría es una representación, muy sui generis eso sí, de lo que fueron unos terribles asesinatos en masa que tuvieron año en los setenta en Texas, cuando el asesino en serie Dean Corll junto a sus cómplices se encargó de asesinar 28 niños. Lo que hace Jerk es contarnos estos hechos a través de marionetas sí, pero todas las obscenidades que nos podamos imaginar, están presentes en este espectáculo. Cómo seña distintiva del arte contemporáneo, Jerk es una película provocativa a más no poder. Pero está llena de potencia (aunque sea negativa) y tiene un talento puro detrás, como es Jonathan Capdevielle.

De hecho, esa sensación de asco es paralela a la que podemos apreciar en filmes más convencionales, como podría ser Henry, retrato de un asesino. En ese sentido, la película cumple con el objetivo que se había autoimpuesto de generar una imagen terrible al espectador. No podía ser de otra manera teniendo en cuenta lo que se está narrando. 

De todas maneras, y aunque hoy nos pueda parecer extraño, Jerk hace referencia a una tradición, la de las marionetas, que en realidad en su momento fue tan salvajemente cruel como parece en el filme. Los primeros espectáculos de marionetas, que eso sí, mostraban historias de buenos y malos, castigaban con mucha crudeza a los personajes "malvados" que se contaban dichas historias, como celebración de un castigo moral. La película recoge esa idea y le da una vuelta, contándonos una historia muy actual, como es la de los serialkillers y la fascinación que provocan en la audiencia contemporánea. 

Conclusión

Jerk es una ¿película? solo apta para gente que está abierta al cine experimental y que es capaz de aceptar una obra donde lo importante no es lo que se cuenta sino el grado de asco que pretende conseguir el filme con lo que muestra. Una obra que es difícil de digerir e imposible de disfrutar, a pesar de que es interesante en cuanto es capaz de transmitir el mensaje propuesto.

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